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Autoconstrucción de vivienda en CDMX: el riesgo en zonas sísmicas

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Especialistas advierten que en alcaldías como Iztapalapa, Xochimilco o Tláhuac, la vivienda autoconstruida presenta alto riesgo ante sismos

En la Ciudad de México la autoconstrucción se mantiene como respuesta a la falta de acceso a créditos formales de vivienda.

No obstante, según estimaciones del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más del 60% de las viviendas en la capital y su zona conurbada han sido construidas por etapas y con recursos propios, sin un plan arquitectónico integral, lo que genera colonias con trazos irregulares, servicios saturados y viviendas vulnerables a fenómenos naturales.

En ese sentido, Materiales San Cayetano coincidió en que seis de cada 10 casas se levantan sin la supervisión de un arquitecto o ingeniero en la CDMX, lo que convierte a la autoconstrucción en una práctica común, pero también riesgosa.

Y, en una ciudad asentada en suelos blandos y altamente sísmicos, esta forma de edificar puede marcar la diferencia entre un simple susto y una tragedia.

Zonas sísmicas y vulnerabilidad de la vivienda

Especialistas advierten que en alcaldías como Iztapalapa, Xochimilco o Tláhuac, donde predominan los suelos de transición y relleno, la vivienda autoconstruida presenta alto riesgo de cuarteaduras, hundimientos diferenciales y colapsos.

El problema se agrava porque muchas de estas casas son levantadas ‘al tanteo’, sin estudios de mecánica de suelos ni materiales adecuados.

El testimonio de Juan Carlos Méndez, habitante de Cuautepec, lo ilustra bien: tras el sismo de 2017, varias casas en su colonia se desplomaron. Al reforzar su vivienda con asesoría técnica, logró mayor seguridad, aunque implicara un gasto extra.

Recomendaciones básicas para reducir riesgos

De acuerdo con especialistas de Materiales San Cayetano, estas son algunas medidas mínimas para autoconstruir vivienda en zonas sísmicas:

  • Cimentación adecuada al tipo de suelo– En suelos blandos o de transición se requiere un mayor refuerzo en zapatas y losas, por lo que antes de excavar conviene invertir en un estudio de mecánica de suelos.
  • Uso de tabiques industrializados en lugar del tabique rojo tradicional- Los tabiques industrializados garantizan uniformidad, mayor resistencia y mejor control de calidad, lo que permite levantar muros más sólidos y precisos, así como reducir riesgos estructurales.
  • Capacitación al autoconstructor– La falta de conocimiento técnico es uno de los principales factores de riesgo en la autoconstrucción de vivienda.
  • No exceder dos niveles sin supervisión profesional– Levantar tres o cuatro niveles sobre una base débil multiplica el riesgo de colapso.
  • Distribución simétrica de muros y columnas para evitar concentrar esfuerzos sísmicos- Una casa con muros desiguales concentra el esfuerzo sísmico en puntos débiles.
  • Supervisión técnica mínima de un ingeniero o arquitecto en fases críticas- Esto reduce de manera considerable los riesgos.
  • Uso de materiales de calidad accesibles– Como ladrillos con tecnología térmica o mezclas listas para obra.

Construir con responsabilidad

Aunque la autoconstrucción seguirá siendo una realidad para miles de familias, especialistas recomiendan verla con otra perspectiva: invertir en asesoría técnica y materiales de calidad es un gasto pequeño comparado con el costo de perder la vivienda —o incluso la vida— en un sismo.

Como señalan los expertos, construir con responsabilidad puede significar la diferencia entre un susto y una tragedia.

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Redacción Centro Urbano


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