Por Gustavo López Padilla*
Como en la vida, la arquitectura es un aprendizaje constante y las fuentes que alimentan lo anterior son de lo más variado. Se necesita desde luego para ello tener voluntad de conocer, estar atento, poniendo en juego el conjunto de los sentidos. Leer de manera consistente implicando los temas mas diversos, incluyendo desde luego filosofía, ciencia, política, economía, teoría de la arquitectura y las ciudades, cultura en general, con una actitud crítica y reflexiva, es una de las actividades fundamentales del aprendizaje. Pero se suman naturalmente a lo anterior oír música, ver teatro, cine y danza, asistir a exposiciones de pintura, escultura y visitar sobretodo caminando ciudades distintas y sus obras arquitectónicas relevantes, que pueden ser tradicionales o modernas, de manufactura popular o diseñadas por arquitectos en lo particular. Es importante además, conocer que han hecho y están haciendo los otros arquitectos contemporáneos, nacionales y extranjeros, valorando los resultados de sus obras, reconociendo las rutas intelectuales por las que transita la arquitectura actual, pensando y valorando que papel jugamos dentro del conjunto de este panorama, visualizando posibilidades y posturas teóricas, compositivas y formales para el presente y el futuro.
En este orden de ideas, en esta oportunidad vamos a conocer y reflexionar sobre un mercado público, inaugurado en el año 2022, ubicado en la ciudad de Huimanguillo, en el estado de Tabasco. Huimanguillo es la cabecera municipal mas grande de la región conocida como Chontalpa y se ubica a 67 km de la ciudad de Villahermosa, capital del estado. Huimanguillo colinda al oriente con el Río Mezcalapa, cuenta con un clima cálido y húmedo, llegando a alcanzar temperaturas de 45 grados centígrados y un promedio de 23 grados. La economía del lugar se orienta hacia los servicios y el comercio. La ciudad cuenta con una población de 190,885 habitantes según el censo nacional del año 2020.
El proyecto del Mercado Municipal denominado José Mercedez Gamas, fue realizado por el despacho 128 Arquitectura y Diseño Urbano, dirigido por el Arquitecto Fernando Tepichín Jasso, egresado de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Esta obra forma parte del Programa de Mejoramiento Urbano, instrumentado por la SEDATU y se ubica en la calle Pedro C. Colorado S.N. Centro, entre las calles Ignacio Zaragoza e Ignacio Gutiérrez, dando en uno de sus frentes hacia la Central de Autobuses de la ciudad de Huimanguillo, contando con una superficie total construida de 2975.00 m2 y su programa arquitectónico general está constituido por 133 locales comerciales, 6 bodegas, guardería, sanitarios, servicios generales, zona de administración, área de carga y descarga y un patio central descubierto de convivencia de 425.00 m2. El conjunto cuenta con una zona de estacionamientos al aire libre, ubicada en el costado poniente del mercado.
El orden compositivo de la propuesta proyectual, maneja formas geométricas simples, regulares, atendiendo los requerimientos de carácter funcional relacionados al programa solicitado. El planteamiento de diseño se enfrentó de manera sistemática, ordenado a partir de un criterio modular que tiene como referencia las medidas y el área de un local comercial tipo, que cuenta con 7.40 m2 de superficie. Partiendo de un terreno de base rectangular, se ordenó el conjunto del mercado a partir de dos crujías de locales comerciales, ubicadas en los costados norte y sur, a lo que se suman un patio central descubierto de convivencia, servicios al fondo en el costado oriente y dos zonas porticadas, una en los lados largos del patio ya mencionado y otra perimetral en los lados: norte, sur y poniente del terreno disponible. Tomando en cuenta condicionantes de carácter climático y con ello la necesidad de circulaciones naturales cruzadas de aire, la altura del mercado es generosa, con aberturas continuas permanentes, lo que permite además una iluminación natural suficiente y homogénea. Los locales cuentan con 4.90 mts. de altura y todavía sobresale de ellos la estructura de la cubierta que cuenta con 3.15 mts. Los locales comerciales están constituidos por planta baja y un tapanco superior y las circulaciones generales públicas del mercado se aprecian de doble altura. Los recorridos en el lugar son ordenados, claros y la imagen resultante del diseño en general es amable y atractiva.
Me parece sin embargo que el patio central podría contar con una hilera central de árboles altos y frondosos, que le conferirían al lugar sombras como una condición mas amable en términos de habitabilidad y calidades climáticas. Los árboles ordenados, centralizados, seguirían permitiendo que en su oportunidad, este patio pudiera ser usado no solo para convivencia social, sino al mismo tiempo como de maniobras, utilizando vehículos de tamaños razonables.
En términos de materiales y procedimientos constructivos, el mercado está resuelto mediante una estructura sistemática y modular, apoyos de columnas de concreto y una cubierta zigzagueante también de concreto armado, constituida por bóvedas de cañón de costados rectos, que recuerda con una interpretación modernizada, algunos de los tradicionales mercados públicos construidos en México, durante las décadas de los años cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo pasado. Se complementa lo anterior con muros de tabique rojo vidriado aparentes, pisos pulidos de cemento y elementos metálicos en las cortinas que cierran los locales. El concreto de columnas, trabes y cubiertas está pigmentado integralmente en tonalidades semejantes al tabique rojo de barro, lo que le confiere un criterio de unidad a la imagen de conjunto, con base en los materiales empleados, generando al mismo tiempo una luminosidad y claroscuros, que vuelven atractiva la expresividad del sitio.
En lo que tiene que ver con la imagen urbana del conjunto del mercado, el volumen total cuenta con una altura tal, que dignifica la presencia de la obra, pero al mismo tiempo resulta de una escala agradable, amable, al ser apreciada visualmente en perspectiva y recorrida a pié por los usuarios del lugar. El resultado compositivo y formal del mercado logra constituirse como un lugar que seguramente sirve como lugar de servicios, convivencia y de cotidiana referencia urbana, como elemento orientador de recorridos en la ciudad. Contribuye a lo anterior la presencia sombreada de los pórticos de doble altura, calificados por el ritmo de columnas y expresivas celosías, ubicadas en la parte alta de los mismos.
Al final de cuentas, estamos hablando de una obra eficiente, bien resuelta, atractiva, ordenada a partir de criterios racionalistas, formalmente expresivos, en donde el juego de contrastes, masas, vacíos y claroscuros juegan un papel determinante. Este proyecto se suma con dignidad, al conjunto de mercados realizados a lo largo de la Arquitectura Mexicana Contemporánea, habiendo sido ya reconocido con la Medalla de Oro, en la XVI Bienal de Arquitectura Tabasqueña y con Medalla de Plata, en la VI Bienal de Arquitectura de la ciudad de México.
*Gustavo López Padilla
Arquitecto
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