Los cierres viales no ayudan a la ciudadanía, no en un corto plazo
Precisamente hoy 4 de julio la ciudad de México está vuelta loca. Pero no con la locura que normalmente la conocemos aquellos que tenemos la fortuna o desdicha de vivir en ella, sino con la locura que las manifestaciones, las obras públicas y los cierres vehiculares traen a un viernes, que por el simple hecho de ser viernes está acompañado de caos.
Los cambios realizados al programa No Circula del Distrito Federal ha generado mucha controversia, hasta el punto tal que la propia Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño del Distrito Federal (Canacope) ha advertido ya, que los precios de los productos se encarecerán en la ciudad, ¿Por qué? Simplemente porque la mayoría de los pequeños empresarios, comerciantes y demás prestadores de servicios de manera independiente, cuentan con vehículos de entre 9, 15 o más años de antigüedad, por lo que serán los principales afectados al no poder moverse con libertad por la ciudad por lo menos dos sábados al mes.
Todo esto ha desatado lo que antes ya mencionaba: manifestaciones y caos vial de todos aquellos inconformes con el nuevo programa, que antes advirtieron una total parálisis en la ciudad, por lo menos en las principales avenidas: Reforma, Insurgentes y Periférico, además de las salidas hacia Pachuca, Puebla, Querétaro, Cuernavaca y Toluca. Pero hay que ponerse a pensar ¿realmente estas manifestaciones ayudan a la ciudadanía? No. No en un corto plazo, no de inmediato. Más que ayudar o favorecer a los defeños, los afectan.
¿Por qué? Todos aquellos que necesitaban salir de la ciudad, ya sea por trabajo o diversión, no podrán hacerlo por lo menos durante algunas horas; todos aquellos que usan rutinariamente las principales avenidas, tampoco pueden usarlas libremente; pero no nos limitemos a ellos, vecinos de Iztapalapa se han unido a este “Mega Cierre” y bloquearon avenidas como Eje 6 sur, Eje 5 sur, Guelatao, y el cruce entre Periférico y Ermita. Más afectados de los previstos.
Es cierto que todos tenemos derecho a exigir cosas y hacer manifestaciones o lo que se nos ocurra, pero no dañando a terceros. Debemos de replantear las ideas, y mover las manifestaciones a puntos clave, que más que afectar al ciudadano promedio, hagan que realmente las autoridades se vean obligadas a hacer algo porque son ellas las afectadas, y sobre esto va la reflexión: «eres terco mexicano, si planteas bien tus objetivos, tarde o temprano obtendrás lo que quieres».
