Historias chilangas… Montones de jovenes que no pueden pagar la compra o renta de una vivienda y que tienen que vivir con sus papás hasta que estos cuelguen los tenis para poder heredar la casa familiar
Por Horacio Urbano
El precio promedio de la vivienda que se vende en la Ciudad de México ya está muy cerca de los 4 millones de pesos, lo que significa que está fuera del alcance de 80% de su población, de cerca de 90% si consideramos solo a los millennial y de poco más de 95% si pensamos en las camadas más recientes de chilangos.
Y sí… Es la capacidad económica de los Baby Boomers la que sigue siendo el gran músculo del mercado de vivienda… Ellos y ellas son los que compran o rentan, o dan el aval, o suman sus créditos al de sus hijos para que estos últimos puedan comprar su vivienda.
Es un escándalo… Y tema muy preocupante.
Historias chilangas… Montones de jovenes que no pueden pagar la compra o renta de una vivienda y que tienen que vivir con sus papás hasta que estos cuelguen los tenis para poder heredar la casa familiar.
Y es que con el precio promedio por vivienda arañando los 4 millones de pesos, es casi imposible que quienes califican para créditos Infonavit o Fovissste los puedan ejercer en la entidad, porque ese precio duplica el monto máximo de los créditos que pueden otorgar estos Institutos, y provoca que sus derechohabientes tengan que usarlo muy lejos de donde querían, o que solo puedan usar su ahorro para vivienda para tomar un crédito cofinanciado con la banca.
De poco sirve que haya cerca de 1 millón de chilangos que califiquen para un crédito Infonavit, si los montos de esos créditos están muy lejos de lo que cuesta una vivienda en la Ciudad de México.
Y claro, eso en el caso de los privilegiados que sean derechohabientes de ambos organismos, porque como es bien sabido, en México más de 55% de la población económicamente activa participa en la economía informal y, en consecuencia, no tiene acceso a los beneficios de la seguridad social, entre los que se incluyen Infonavit y Fovissste.
Y bueno, eso significa que quienes quieran y puedan comprar una vivienda en la Ciudad de México, o tienen los recursos para pagarla de contado o deben recurrir o a un crédito bancario o a cualquier otro esquema de financiamiento inmobiliario.
Y regresamos al tema de la economía informal, porque no olvidemos que ese 55% de la fuerza laboral, que como ya dijimos no es derechohabiente de Infonavit o Fovissste, por estar en esa informalidad difícilmente califica para obtener un crédito hipotecario bancario, lo que limita sus opciones, dejándoles solo la opción del autofinanciamiento inmobiliario.
Porque no olvidemos que por los montos que implica comprar una vivienda, son pocos los que pueden hacerlo de contado y la gran, gran parte de las operaciones, se hacen ligadas a un crédito.
Pero claro, y pareciera que a muchos se les olvida, pero el tema es que para comprar una vivienda, hay que contar con un ahorro previo que por lo menos permita pagar el enganche y los gastos de escrituración.
Y bueno, para entender la canija realidad que viven los chilangos en materia de vivienda, no me hagan caso a mi, mejor hagamos unos numeritos muy básicos…
A ver… Si la vivienda cuesta 4 millones de pesos, empecemos por decir que quien la compre debe pagar un enganche digamos de 15% (aunque puede ser menos en función del financiamiento que consiga), y deberá pagar también un costo de escrituración del orden de 5%, también respecto al valor de la propiedad.
Vaya pues, que de entrada, quien quiera comprar esa vivienda de 4 millones de pesos, tendrá que tener un ahorro previo de más menos 800,000 pesos para pagar enganche (600,000 pesos) y escrituración (200,000 pesos).
Y yo me pregunto; ¿Cuántos chilangos tienen ese monto disponible?
Sigamos.
Cubierto enganche y escrituración, quien compra tendrá que tomar un crédito hipotecario, digamos a 15 años, para cubrir los restantes 3 millones 400,000 pesos, pagando mensualidades de aproximadamente (según bancó y producto) 40,000 pesos.
Y ojo, que para que un banco otorgue ese crédito, el comprador debe poder comprobar ingresos por algo así como 120,000 pesillos.
A ver… Neta… ¿Cuántos chilangos tienen 800,000 pesos ahorrados, pueden pagar 40,000 pesos al mes y pueden además comprobar ingresos por 120,000?
Está tosco, ¿no?
Y repito, ese es el precio promedio de la vivienda que se vende en chilangolandia… Y esas son las condiciones estándar para quien la quiera y pueda comprar.
Y el tema de fondo es que en general se ha desinflado la producción de vivienda en la entidad… Y se ha desplomado en todos los segmentos del mercado, aunque la afectación más grave es en el de interés social, al grado que encontrar una vivienda con precio por debajo de 2 millones de pesos es más difícil que conseguir un bistec en La Habana.
Y ojo, que si la vivienda más económica que se consigue en la ciudad cuesta 2 millones de pesos, solo tomemos los criterios que aplican para comprar una de 4 millones y veremos que esa “vivienda asequible” está más que fuera del alcance de la mayoría de los chilangos, esto es; 400,000 pesos de ahorro previo, mensualidades de 20,000 y comprobar ingresos por 60,000.
Como diría el poeta; está cabrón.
Y lo dicho, si bien el gobierno capitalino ha señalado como prioridad la vivienda, y en particular la asequible, el hecho es que para que la ecuación funcione, tienen que reactivar todos los segmentos del mercado, tomando muy en serio la necesidad de eliminar en forma urgente el sinfín de obstáculos al que se enfrentan quienes pretender desarrollar vivienda en la capital del país, incluyendo aquellos que tienen que ver con la falta de coordinación institucional y la corrupción.
Ya lo dijo la jefa de gobierno capitalino, Clara Brugada, la vivienda es una prioridad en su administración… Ahora solo falta que aterrice lo dicho, en hechos… Y que no se tarde en hacerlo.
HIR CASA vuelve a tocar el timbre
¡Gran noticia! Hoooooy, lunes 19 de mayo 2025, el sector vivienda regresará a la Bolsa Mexicana de Valores, para que HIRCASA dé el tradicional timbrazo que servirá para conmemorar su cuarta y quinta emisión, que resultaron sumamente exitosas al registrar una sobredemanda de más de 70% con respecto al monto ofertado de 2,000 millones de pesos.
Esta operación contó con calificaciones AAA otorgadas por HR Ratings y Moddy’s, y resulta una gran forma de conmemorar el 30 Aniversario de la firma especializada en financiamiento inmobiliario, que fundó y preside Ari Hirschhorn y dirigen Eduardo Guzmán y Daniel González.
Con los recursos captados, HIRCASA fortalece su posición financiera y amplia su capacidad para otorgar financiamiento inmobiliario que permite comprar, construir o remodelar todo tipo de inmuebles, con especial énfasis en la vivienda, y con especial énfasis en dar prioridad a grupos de población que no son suficientemente atendidos.
¡Gran noticia! Que sin tanto rollo demuestra que el sector inmobiliario está más vivo que nunca.
Y claro, toca felicitar a Justino, Ari y Polo Hirschhorn, y a Eduardo Guzmán y Daniel González…