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¿Habrá voluntad de recuperar la industria inmobiliaria?

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 Además de que necesitamos la aportación económica del sector, lo que verdaderamente urge es actualizar la viabilidad económica, ambiental, urbana y social, de nuestras ciudades. ¿Habrá voluntad de recuperar la industria inmobiliaria?

Por Horacio Urbano*

“Ojos que te vieron ir, cuando te verán volver”

Durante los años recientes hemos visto caer las inversiones inmobiliarias.

Ha sido una caída contundente, marcada por proyectos que se detuvieron, por unos más que tuvieron que ajustarse ante nuevas realidades, y por otros que desafortunadamente ya fueron definitivamente cancelados.

Y dado que cada proyecto implica inversiones y fuentes de empleo, habría que decir que cada suspensión, modificación o cancelación, es una mala noticia para la economía nacional, pero, sobre todo, para las economías de las diferentes regiones en que se ubican, y, para sus habitantes.

Hay que decir que a nivel nacional el desarrollo inmobiliario se ha reducido a la mitad de lo que era hace apenas unos años, y que, aunque es deseable recuperar esas inversiones y esas fuentes de empleo, ya en los hechos es muy poco posible que esto pase, o al menos en el corto plazo, porque muchos de esos recursos ya volaron a otros destinos en que sí se pudieron desarrollar.

Ni modo. Buena parte de la lana que estaba destinada al sector inmobiliario se fue a otras industrias, a otras plazas, a otros segmentos de mercado, e, incluso, a otros países.

De más está decir la payasada esa de que “eran capitales golondrinos”, porque en los hechos, todos los capitales son golondrinos por naturaleza.

Y hay que decirlo sin llorar, porque esa es la naturaleza del dinero, le huye a los destinos que no ofrecen condiciones, para salir corriendo en busca de aquellos que sí se las ofrezcan.

Y todo esto es solo si nos limitamos a ver al sector inmobiliario a partir de lo que representa como motor de la economía, pero, para entender lo que perdemos con la caída del sector, quizá sería mejor entender lo que cada proyecto tendría que representar en el proceso de construir competitividades urbana, económica, ambiental, y, sobre todo, social.

Y es que las ciudades y su gente no se transforman por arte de magia si esas transformaciones no van de la mano de los proyectos inmobiliarios indispensables para que los futuros urbanos sean deseables y planeados.

No es por impulsar un sector económico que es urgente fortalecer al sector inmobiliario, sino porque al fortalecerlo, se impulsa la producción de los activos físicos indispensables para el armónico e integral desarrollo de una sociedad.

No nos equivoquemos, el sector inmobiliario es un motor de la economía, pero es, antes que eso, un motor de bienestar social.

Que no se nos olvide que una ciudad no es solo un conglomerado de gente, sino que mucho más allá de esa obviedad, es un complejo sistema en que esta gente realiza todo tipo de actividades, ocupando para ello todo tipo de infraestructuras públicas, y todo tipo de activos inmobiliarios.

Es un  sistema…

Sin edificios no hay ciudad… Sin hacer los edificios que la gente necesita no hay ciudad competitiva… Y sin actualizar los planes urbanos y los activos inmobiliarios que su propuesta implica, no hay ciudad sostenible.

Sin edificios no hay ciudad… Y estamos hablando de todo tipo y escala de edificios… Empezando por las viviendas que la gente requiere para vivir, pero continuando con los espacios que necesitan para trabajar, estudiar, comprar, distraerse… Y todo lo demás.

Y no basta con decir que una ciudad ya cuenta con esos activos, porque el hecho es que ese inventario requiere una actualización constante, en busca de que las respuestas se vayan a su vez actualizando, generando nuevos proyectos, dando mantenimiento y nuevos usos a los que lo requieren, y reciclando aquellos, y su suelo, en aquellos casos en que su vida útil, o la transformación urbana, así lo marcan.

Porque las ciudades son seres vivos…

Y su salud depende de la eficiencia de sus infraestructuras y sus activos inmobiliarios.

Y hoy, al decir que el sector inmobiliario pasa por un mal momento, lo justo es decir que quienes están en grave peligro no son los empresarios inmobiliarios, sino las ciudades y su gente.

Hay que recordar esto cada vez que se hable de temas como nearshoring o turismo, porque lo que está en peligro son las vocaciones que pretendemos dar a nuestras regiones y ciudades, sin entender que esas vocaciones no se construyen en una computadora o desde un acuerdo comercial, sino en el territorio.

Mucho ojo, porque además de que necesitamos la aportación económica del sector, lo que verdaderamente urge es actualizar la viabilidad económica, ambiental, urbana y social, de nuestras ciudades. ¿Habrá voluntad de recuperar la industria inmobiliaria?

Reto grande para la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, así como para Edna Vega, que será la titular de la Sedatu en la próxima administración.

Reto grande para Clara Brugada, en la Ciudad de México, y para quienes estén al frente de los gobiernos locales inmersos en zonas urbanas.

Reto grande para los órganos legislativos, federales y locales…

Reto grande…Y no le entran… O veremos como las oportunidades se alejan con la misma velocidad que se alejaron las inversiones inmobiliarias, que hoy habría que salir a recuperar.

 

El gabinete viviendero de Clara Brugada

Al anunciar a su gabinete, la jefa de gobierno electa de la Ciudad de México, Clara Brugada, presentó al grupo que tendrá a su cargo las agendas chilangas de ciudad y vivienda, en la que aparecen, Alejandro Encinas como próximo titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, Raúl Basulto, quien dirigirá la Secretaría de Obras, Inti Muñoz, como próximo primer titular de la nueva Secretaría de Vivienda, Héctor García Nieto, que llevará la Secretaría de Movilidad y Mario Esparza, como próximo titular de la Secretaría de Agua y Gestión Sustentable.

Ellos harán equipo con Federico Taboada, que está al frente del Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva de la CDMX.

 

XXVIII

84 Propuestas de vivienda

En un contexto en que habría que reconocer retos y proponer soluciones, y en el análisis de las políticas de vivienda del futuro, aproveché este espacio para abrir una lista de propuestas, que prometo enriquecer, soltando cada semana tres ideas simples, que se irán sumando para aportar elementos al complejo proceso de modelar una respuesta eficiente, oportuna y suficiente, al reto habitacional. 

Los invito a sumarse a esta iniciativa. Mándenme sus propuestas y las iremos incluyendo en este recetario.

Esta es la vigésimo octava entrega de esta serie, que contaba ya con 81 ideas, dejo aquí tres temas más, y con ellas, ya van 84:

Ochenta y dos. En un mundo con dinámicas sociales en transformación, toca actualizar los retos urbanos y de vivienda incorporando en sus necesidades la demanda de vivienda de migrantes, nacionales y extranjeros, y considerando lo mismo a quienes migran por pobreza o en demanda de asilo, que a quienes lo hacen con recursos y por decisión propia. Es momento de actualizar las variables que definen los retos de vivienda.

Ochenta y tres. Reconociendo la necesidad de actualizar las variables que definen los retos de vivienda, toca actualizar también las políticas, estrategias y programas con que se atiende en forma integral la nueva estructura de esta demanda, buscando que los migrantes con recursos no ocupen viviendas destinadas a grupos de bajos ingreso y atender a quienes migran en pobreza.

Ochenta y cuatro. Identificar la situación en que viven los mexicanos en el extranjero, reconociendo sus necesidades relacionadas con vivienda para poder actualizar programas y con ello permitir que encuentren soluciones, lo mismo en las regiones de donde migraron, que en sus nuevos lugares de residencia. Identificar la demanda de vivienda de mexicanos migrantes.

Van 84 ideas… Y aquí seguiremos soltando otras y buscando quién les preste atención. 

Los invito a conocer Vivienda 360/Vivienda para Todos. Un documento que estamos generando en Centro Urbano con el objetivo de agrupar, organizar y presentar estas ideas. 

Es en esencia un recetario que propone tres temas urgentes, tres acciones esenciales, y una caja de herramientas para entender y atender el reto habitacional.

Los invito a leer, compartir y aportar ideas. Vamos ya en la cuarta actualización de este documento. Un documento vivo, que se estará actualizando periódicamente, agregando, depurando y afinando… Agregando, depurando y afinando…  Agregando, depurando y afinando…

Aquí les dejo la liga: https://centrourbano.com/revista/publicaciones/360o-vivienda-para-todos/


*Horacio Urbano
Presidente de Centro Urbano

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Horacio Urbano

Horacio Urbano es arquitecto. Su experiencia profesional se ha desarrollado en los diferentes ámbitos que definen la industria de la vivienda. En 1999 inició un proyecto editorial dirigido a los sectores inmobiliario y construcción que a lo largo de los años se ha convertido en una poderosa plataforma multimedios y en una verdadera referencia para esta industria. Fundador, junto con la también arquitecta Roxana Fabris, de Grupo Centro Urbano, firma que impulsa y desarrolla una serie de esfuerzos de comunicación relacionados con estos sectores. Como parte de su trabajo en México y el extranjero, ha escrito o participado en una serie de libros especializados, es colaborador de diferentes medios impresos y electrónicos, es activo conferencista y bajo diferentes modelos colabora también con diversas empresas e instituciones públicas y privadas del sector.


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