Por Gustavo López Padilla*
A lo largo de la historia de la hoy Facultad de Arquitectura, de la Universidad Nacional Autónoma de México, que se remonta a poco mas de 100 años, se ha instrumentado la formación de profesionales con una visión socialmente comprometida, dando como resultado un sinnúmero de obras, que hoy en día perfilan en buena medida los rostros urbanos y arquitectónicos modernos, de una buena parte de nuestras ciudades. Desde sus inicios se buscó que los programas con los cuales se formaban los alumnos, fueran los mas adelantados y eficientes posibles, buscando la excelencia educativa, para que lo anterior se tradujera en calidades construidas habitables, en beneficio de todos aquellos que vivieran en estos espacios resultantes.
Las metodologías de enseñanza en nuestra Facultad se han diversificado, a lo largo de los últimos cuarenta años, incorporando las últimas y mas avanzadas tecnologías de información y divulgación del conocimiento. Las clases cotidianas en los salones se ven enriquecidas constantemente con platicas, seminarios, cursos especiales o muestras de cine relacionadas con la arquitectura, dando cuenta de lo realizado en la arquitectura nacional e internacional. Pero desde luego, las exposiciones de arquitectura ocupan un papel fundamental, en la divulgación y enseñanza del conocimiento, como parte del aprendizaje de nuestros alumnos. La dinámica de divulgación del conocimiento arquitectónico asociada a las exposiciones, que implica mostrar planos que documentan y dan cuenta de los proyectos, maquetas de los mismos, fotografías y videos, implican la posibilidad de acercarnos de mejor manera a la realidad construida de estos proyectos, pudiendo valorar su inserción al tejido urbano en las ciudades donde se ubican y acercarse a la percepción mas vivida de las secuencias espaciales, calidades habitables y construidas, de estos mismos proyectos.
Desde los años sesenta del siglo pasado hasta nuestros días, se ha diversificado notablemente la oferta de escuelas de arquitectura a todo lo largo y ancho del país. En los inicios y fundaciones de muchas de estas nuevas escuelas, ha sido notable la participación de arquitectos egresados de nuestra Facultad de Arquitectura de la UNAM. Ha sido notable también la aparición y consolidación de muchas escuelas privadas, asociadas de manera natural con inversiones privadas. Desde finales de los años ochenta del siglo pasado, con la retirada en buena medida del Estado Mexicano en el campo de las inversiones de toda naturaleza, inversiones en viviendas, escuelas, servicios, hospitales, dando lugar a la presencia dominante de capitales privados, las universidades privadas han ido ocupando lugares preferentes, que se ven reflejados en la realidad profesional y construida de una buena parte de las obras realizadas en la arquitectura mexicana, a lo largo de este tiempo. La competencia entre los arquitectos egresados de las distintas universidades, públicas y privadas, es hoy en día una realidad notable, con un crecimiento palpable, de los egresados de las universidades privadas, ocupando así una mayoría de las oportunidades de trabajo en nuestro país.
La Facultad de Arquitectura de la UNAM, como parte de su compromiso educativo natural, pero tomando en cuenta además esta realidad de la presencia significativa y creciente de las universidades privadas, planteó la idea de realizar, entre otras actividades, una gran exposición de arquitectura mexicana contemporánea, con la intensión de hacer una revisión histórica crítica de nuestra arquitectura, pero con la idea fundamental, de mostrar sobre todo al público en general y a nuestra comunidad universitaria en lo particular, la riqueza y trascendencia de lo realizado por los arquitectos mexicanos, que se han formado en nuestra Universidad, en nuestra Facultad, con la intensión de promover su presencia y procurar mejores oportunidades para nuestros egresados, dentro de la realidad profesional en nuestro país. Tomando en cuenta este contexto, se planteó hacer una gran exposición en el Museo Universitario de Ciencias y Artes, ahora directamente dependiente de nuestra Facultad, misma que estuvo dirigida por el entonces Director, el Arq. Marcos Mazari, formándose un equipo para definir contenidos y criterios de la exposición, constituido por Honorato Carrasco Marh, Lucía Zesati Farías y Gustavo López padilla, a los que se sumaron Isaura González Gottdiener y Alejandra González. En términos de museografía se invitó a participar a German Rostán y Paula Esquivel. La exposición fue inaugurada en la segunda mitad del año 2016, permaneciendo abierta hasta principios del 2017.
La muestra incluyó a los maestros iniciadores del movimiento moderno en México, con obras desde los años veinte del siglo pasado, lo anterior documentado sobre todo a base de filmaciones de la época, dando prioridad a las obras realizadas en la segunda mitad de los años sesenta, también del siglo pasado, hasta prácticamente el 2016. Esta segunda parte de la exposición, fue documentada con base en planos, memorias descriptivas, fotografías, maquetas y algunos videos de las mismas obras. Se acompañó la muestra también, con algunas documentaciones que dieron cuenta de las condiciones sociales, económicas, políticas y culturales, dentro del periodo temporal de la exposición. Me parece importante insistir en la idea, de que la exposición estuviera encaminada en dar a conocer nuestra arquitectura, la realizada por arquitectos egresados de la UNAM y que la pudieran ver, conocer y valorar, sobre todo el público en general, independientemente que se pudieran conocer estos trabajos por nuestra comunidad universitaria.
Los trabajos expuestos implicaron sobre todo la idea de diversidad, respeto e inclusión, en todos los sentidos, tomando en cuenta proyectos realizados que implicaban diversas posturas de cómo entender e interpretar la arquitectura, diferentes escalas y repercusiones urbano sociales. Hubo proyectos dedicados a la vivienda en sus distintas modalidades, vivienda individual y colectiva, pública y privada. Proyectos de carácter educativo, hospitalarios, recreativos, otros dedicados a lo que tiene que ver con servicios, oficinas privadas y de instituciones gubernamentales. Se incluyeron proyectos de arquitectura de paisaje, planeación y diseño urbano. Se tomó en cuenta con particular atención, lo que tiene que ver con la arquitectura participativa, incentivada sobre todo a partir de la creación del Autogobierno. El espíritu general de la exposición, implicó asumir la arquitectura como un servicio y compromiso social, entendiendo este compromiso con todos y cada uno de los grupos que constituyen nuestras sociedades. Se mostraron proyectos realizados en distintas localidades, condiciones geográficas y culturales a todo lo largo y ancho de nuestra República Mexicana, implicando procesos y materiales constructivos muy diversos. Algunos de los trabajos que constituyen la exposición Escenarios de Transformación, han sido reconocidos con diversas distinciones nacionales y extranjeras, despertando además la atención de importantes historiadores y críticos, dentro de nuestro país, como mas allá de nuestras fronteras.
Las lecturas y posibilidades de difusión y aprendizaje de una exposición de esta naturaleza son muy diversas. Desde los comentarios casuales que formulan gentes no necesariamente enteradas de la arquitectura, el público en general, comentarios que formulan al recorrer la exposición y que tienen que ver con sus propias vivencias de esta arquitectura a lo largo del tiempo. Se trata de recuerdos familiares, vivencias personales, positivas o negativas, significados asociados que pueden tener estas obras en relación con las vidas de cada quién que las mira. Existen otras aproximaciones de aprendizaje, cuando se hacen recorridos comentados por algunas gentes enteradas en la materia, a lo que se pueden sumar las vivencias particulares, ya comentadas previamente. Pero una exposición de esta naturaleza, genera también, como sucedió, el realizar platicas o conferencias mas formales, entre gentes interesadas e informadas en lo que tiene que con las ciudades y sus arquitecturas.
La escala resultante en términos espaciales de la exposición, fue muy grande y ambiciosa. Esto implicó dificultades para su posible traslado y ser vista en diferentes localidades al interior del país, pensando incluso en llevarla a otras localidades fuera de la República Mexicana. Dado que el tema y los objetivos de la exposición siguen vigentes, el esfuerzo y sus dignos resultados, está implicando imaginar posibilidades diferentes de escala y expositivas, con el compromiso de que sea mejor conocida y difundida. Es una pena que finalmente todo el esfuerzo realizado, quede limitado y arrumbado, en la oscuridad húmeda de unas cajas olvidadas en las bodegas de la Facultad.
Exposiciones como esta, alimentan sobre todo de ideas, pero también de imágenes a las nuevas generaciones, que pueden ser reinterpretadas contemporáneamente. Resulta muy importante, al menos, que finalmente haya aparecido una publicación virtual que da cuenta reflexivamente de lo que ocurrió en la exposición. Será necesario que esta publicación sea difundida extensivamente fuera de nuestra comunidad universitaria y desde luego también dentro de ella. Esta publicación virtual debería incentivar, de nueva cuenta además, otras y diferentes reflexiones, a realizarse en diferentes plataformas y foros del conocimiento, pensando desde la simple y llana documentación histórica, pero incentivando desde luego la reflexión crítica, que permita valorar e impulsar nuevos caminos para nuestra arquitectura. Reflexiones que deberían tener presentes las inquietudes e ideas de las generaciones jóvenes, que pueden ser estudiantes o no de arquitectura. Siempre la presencia de los jóvenes implica nuevas posibilidades de interpretación y posibles generaciones de ideas renovadoras para nuestra arquitectura.
El compromiso de gran aliento social de enseñanza-aprendizaje, asumido por nuestra Facultad sigue vigente, pensando en mejorar las calidades habitables de las ciudades y sus arquitecturas, implicando a todos los grupos sociales. Y sigue vigente también el compromiso de promover sobre todo a los arquitectos egresados de nuestra Facultad, con la idea además de mantener y elevar aun más, el prestigio de nuestra Facultad, ganado a pulso, ocupando los primeros lugares, dentro de las valoraciones de escuelas de arquitectura, tanto dentro del país, como mas allá de nuestras fronteras.
*Gustavo López Padilla
Arquitecto
