Pese a que la mayoría de los submercados de oficinas tuvieron absorción negativa, el corredor Insurgentes tuvo una demanda neta positiva relevante, tan sólo en edificios clase A
De acuerdo con la consultora Cushman & Wakefield, el 2020 fue un año complejo para la economía mexicana; pues la pandemia por Covid-19 representó una reducción en la actividad de negocios que se estima se vea reflejada en una disminución anual del PIB cercana al 9 por ciento.
Con respecto al mercado de oficinas de la Ciudad de México, durante todo el año pasado reportó una reducción importante en su actividad, especialmente al cierre del segundo trimestre. Aunque en el tercer trimestre hubo una recuperación modesta, que continuó en el cuarto trimestre.
La demanda neta de oficinas acumulada al cierre del 2020 experimentó una contracción de -83,920 metros cuadrados (m²); siendo la primera vez en más de 20 años que se ubica en números negativos. Lo anterior, si bien sólo representa un 0.8% del mercado total, es una señal de que el mercado atraviesa por un momento de gran incertidumbre.
La consultora mencionó que, pese a que la mayoría de los submercados de oficinas de la capital reportaron una absorción negativa, el corredor Insurgentes tuvo una demanda neta positiva: 19,817 m² tan sólo en edificios clase A. Lo cual es resultado de su accesibilidad y disponibilidad de buenos medios de transporte.
Por otro lado, la vacancia en edificios corporativos se incrementó, tanto por subarrendamientos como por oferta directa. Esto se reflejó en una tasa de disponibilidad que llegó a 14.7% para el promedio de todos los estándares de edificios, y a 16.8% para los corporativos clase A.
“El patrón de cambio que vivirá el mercado de oficinas comenzará a ofrecer señales claras en 2021; una vez que la transformación en la economía y la sociedad, debida a los shocks de 2020, comiencen a tomar forma. Por ahora la única certeza es que el mercado vivirá una evolución donde la flexibilidad y la innovación marcarán el rumbo”, prevé la consultora.
