“La industria de la construcción es una de las que menos tecnología adopta, solo está por encima de la agricultura y la cacería”
Durante el Congreso BIM Forum México 2025, organizado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), líderes del sector reconocieron que la digitalización avanza lentamente en la industria de la construcción y advirtieron que el reto no solo es tecnológico, sino cultural.
En el marco del conversatorio ‘Retos de la digitalización en la industria de la construcción’, representantes de los principales colegios y cámaras del país coincidieron en que el sector enfrenta un rezago histórico en la adopción de herramientas digitales como el modelado de información para la construcción (BIM, por sus siglas en inglés).
“La industria de la construcción es una de las que menos tecnología adopta. En un estudio se menciona que solo está por encima de la agricultura y la cacería. Debemos forzarnos a entrar en la digitalización; es lo que nos hará más productivos y eficientes”, señaló Mauricio Jessurun Solomou, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).
Un cambio de mentalidad más que de software
Por su parte, Rodolfo Díaz Covarrubias, presidente del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México (CAM-SAM), subrayó que la transición hacia procesos digitales no puede limitarse a adquirir plataformas o equipos, sino que requiere una transformación cultural dentro de las empresas.
“No todo es miel sobre hojuelas. La industria de la construcción sigue siendo una de las más tradicionales. Sin capacitación integral y sin inversión en tecnología, no podremos cambiar el paradigma”, destacó.
El arquitecto añadió que la educación y la integración de sistemas digitales deben convertirse en pilares para reducir la brecha tecnológica del sector y mejorar la calidad de los proyectos desde el diseño hasta la ejecución.
Hacia una industria más productiva y transparente
Desde la perspectiva empresarial, Luis Méndez Jaled, presidente nacional de la CMIC, aseguró que la digitalización es una herramienta clave para fortalecer la productividad, la competitividad y la transparencia en los procesos de obra pública y privada.
“La digitalización no es un fin, sino una palanca para la productividad y la competitividad. México ocupa el lugar 54 en el mundo en materia de infraestructura, y eso debe hacernos reaccionar”, afirmó. “Necesitamos coordinación entre gobierno, academia y sector privado para transformar esta industria y hacerla más sostenible y eficiente”.
Méndez Jaled resaltó que más del 96% de las empresas constructoras en México son micro, pequeñas o medianas, lo que representa un reto adicional para su modernización tecnológica.
No obstante, destacó que la CMIC impulsará una “ruta nacional de digitalización” que fomente la innovación incluso en las firmas más pequeñas.
“La digitalización no sustituye la experiencia ni la creatividad; al contrario, las potencia”, agregó.
