Para Patricia de la Peña, presidenta del consejo directivo de la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (Amdetur), la hotelería es un aprendizaje constante
Tener una preparación asidua en el ámbito profesional es fundamental en cualquier ámbito y sobretodo, en la industria de la hotelería que ha cambiado fuertemente con el paso de los años, siempre se debe estar a la vanguardia para ser un líder en el mercado.
Una mujer en movimiento quien en sus tiempos libres gusta de tomar diplomados de cualquier tema, por supuesto enfocado a brindar una mejor experiencia al cliente y generar estrategias benéficas para la hotelería.
Con la responsabilidad de tener dos presidencias y una vicepresidencia, destaca que la clave es volverse ordenada en la vida y por ello, tiene espacio para tomar un diplomado en Alta dirección “donde estoy feliz aprendiendo con muchos empresarios, lo importante en esta vida es saber dirigir y delegar, además de tener un excelente equipo”, comparte Patricia de la Peña.
Satisfacción por el trabajo
“En mis tiempos cuando yo empecé, obviamente, el e-marketing y lo relacionado con lo social media no se usaba. Como mujer es muy satisfactorio mi trabajo, a mí me encanta lo que hago desde que me recibí y yo creo que no tiene nada que ver si eres mujer u hombre, lo importante es la forma en la que quieres vivir la vida y los retos que te pongas como persona, los logros que quieras alcanzar y las responsabilidades que quieras tomar “, menciona con entusiasmo.
Su voz no puede ocultar la emoción y alegría al reconocer que “a mí siempre me gusta pensar en lo que sigue, yo creo que por el compromiso y por generar resultados donde veo áreas de oportunidad. Mis logros han sido paulatinos, me gusta trabajar en equipo porque lo que se ha logrado es por el trabajo de toda la gente involucrada en el Consejo, alguien no puede trabajar sola y menos, generar cosas maravillosas”.
Intereses heredados y respeto por las decisiones
Patricia de la Peña nació en la ciudad de México y el gusto por la administración hotelera surge como herencia porque su padre abrió un hotel en Cancún en 1974 “a mí siempre me apasionó la hotelería porque la conocí tras bambalinas, siempre ¡me encantó! A diferencia del glamour en la hotelería, te debe apasionar porque es como una ciudad chiquita porque tienes que ver alimentos y bebidas, mantenimiento, ventas y marketing, como un engranaje que debe ser perfecto para que el cliente se vaya satisfecho”, recuerda la también presidenta de Clubes vacacionales de Quintana Roo.
Aunque el gusto por la profesión viene de familia, ella no influyó en la vida de sus hijos; su hija es regidora, pero su hijo se decidió por el canto y la actuación, ella cree que “los saturé de la hotelería porque nacieron en este ambiente; yo creo que no hay personas igual a otras, cada quien con sus pasiones y a mí nunca me gustó meterme en las decisiones de mis hijos, trazan su rumbo y yo los apoyo y guío”, reflexiona en risas.
