De 2013 a 2017 se recibieron poco más de 1.5 millones avisos de testamentos otorgados
La Secretaría de Gobernación reveló cifras del Registro Nacional de Avisos de Testamento (Renat), que indican que más de 5 millones de personas han realizado su testamento en México, y tan sólo de 2013 a 2017 se recibieron poco más de 1.5 millones avisos de testamentos otorgados.
De acuerdo con el portal Propiedades.com, en este mes se otorgan muchas facilidades, por eso comparte tres ventajas de realizar este tramite:
1.- Precios más accesibles
A lo largo del país las notarías ofrecen descuentos de hasta 50%, o en algunos casos puede ser incluso más. Los precios varían de acuerdo a la entidad, por ejemplo, en Morelos y Baja California el valor puede ir desde los 700 y 800 pesos respectivamente o hasta los 3,000 pesos en Tlaxcala. En la Ciudad de México normalmente cuesta 4,800 pesos y durante la campaña tiene un valor de sólo 2,000 pesos.
Las notarías también acordaron extender los horarios y los días de atención, es decir, en algunas podrás acudir el sábado o domingo.
2.- Sin tantos requisitos
Sólo es necesario contar con una identificación oficial con fotografía, pero en caso de ser menor de edad deberás llevar tu acta de nacimiento para poder acreditarte.
Durante el trámite, los notarios explican a las personas lo que significa dejar herederos y qué significa dejar legatarios, además de lo que se considera un bien en concreto.
Para lo anterior, es necesario hacer una cita con un asesor, ya que cada testamento es diferente y por ende cada persona necesita una asesoría especifica.
3.- Evitar problemas a futuro
Unos de los problemas que puedes evitar son las futuras transacciones de compraventa o sucesión de derechos de propiedad, ya que su precio de cierre puede ser menor a su valor real de mercado, y en algunos casos la transacción no se puede llevar a cabo quedando con un valor nulo. Además, las operaciones se hacen más lentas, lo que aumenta costos por trámites o juicios de sucesión y obliga a revisar precios de salida a la baja, que deriva en que el inmueble no sea apto para ser adquirido por algún prospecto interesado.
