Iniciaron las labores de desalojo en los terrenos La Plancha para que en los próximos días se pueda empezar con la edificación de la institución educativa
Una semana llevan las labores de desalojo en los terrenos La Plancha, y ya se han trasladado 32 de los 68 carros que fueron abandonados en la antigua estación, dichos cacharros fueron ubicados en la vía muerta del Centro de Operaciones Ferroviarias (Cof) en Poxilá, Uman. Esto representa cerca del 50 por ciento de avance en el proyecto.
En la primera etapa se dio prioridad a la desocupación así como la limpieza de áreas de andenes, con el fin de que en los próximos días se pueda empezar la construcción del edificio que se convertirá en la Universidad de las Artes de Yucatán.
De igual manera, las habitaciones de los vagones se encuentran en proceso de reconstrucción para ser usados en un futuro. Cabe destacar que dichos vehículos no han sido movidos en 10 años, pesan alrededor de 40 toneladas y los que sufren mayor deterioro, no deben de rodar a una velocidad superior a los 8 kilómetros para evitar cualquier accidente posible. Por esta razón se deberán acoplar cadenas especiales para continuar con su transporte de manera adecuada y segura, dado esto se espera concluir con el desalojo en las siguientes semanas.
Asimismo, se movilizan más de 15 mil toneladas de materiales hacia la Cof ;este procedimiento debe terminar a finales del mes de Marzo. Concluido el desalojo de todos los activos, se limpiará completamente la zona e iniciarán los procesos de reforestación del parque.
El programa de trabajo que se acordó entre Ferrocarriles del Istmo de Tehuantepec y el Gobierno del Estado, indica que se clasifican y reubican los activos por parte de La Plancha hacia un lugar que cuente con las condiciones técnicas y de seguridad para su almacenaje.
Gustavo Vaca Billanueva, director de la compañía, declaró que se trata de la propiedad de la nación y que en ciertas situaciones, como pasa con algunos vagones, se podrá rehabilitar y poner en operación. De otra forma, los vagones que no puedan ser restaurados serán destinados para ser exhibidos como muebles históricos, pruebas tangibles de un pasado ferroviario.
