La agenda aplicada en Mérida rompe con paradigmas establecidos para lograr un buen desarrollo sustentable
Mauricio Vila, presidente municipal de Mérida, estuvo presente en Chengdú, China, con su ponencia sobre la planeación a largo plazo, la adaptación nuevas políticas públicas contra los efectos del Cambio Climático en Mérida y el papel del gobierno municipal para regular el crecimiento urbano para un desarrollo sustentable
Su presentación tuvo lugar durante eI I Foro Internacional de Alto Nivel en Desarrollo Sustentable Urbano que se realizó en dicho país, donde Joan Clos, secretario general adjunto de Naciones Unidas y director Ejecutivo de ONU-Hábitat, compartió puntos de vista con Mauricio Vila sobre aplicación de la Nueva Agenda Urbana en la capital yucateca.
Indicó que, si bien es cierto que Mérida se enfrenta a la inercia de un crecimiento urbano basado en políticas de mercado de los últimos 30 años, no es un fenómeno que afecte sólo a esa ciudad.
Tras conocer la implementación del índice de Ciudades Prósperas que ONU-Hábitat aplicó en Mérida, indicó que la expansión urbana desmedida, en muchas partes del mundo es el resultado de que las regulaciones del mercado por si mismas no generan un desarrollo urbano adecuado sino se cuenta al mismo tiempo con la participación ciudadana y del gobierno.
El secretario de Naciones Unidas señaló que que la Nueva Agenda Urbana que se aplica en Mérida rompe con paradigmas establecidos y reinventa conceptos para lograr un buen desarrollo sustentable en las ciudades, donde además, se nota un alto potencial por la constante participación ciudadana.
“Todo lo que es importante en términos de innovación social viene de las ciudades, entonces, no debe extrañarnos que en Mérida, con una mayor participación ciudadana, vendrán mayores transformaciones que beneficiarán a la ciudad”, comentó.
De igual forma, explicó que la aplicación de la agenda contempla cómo muchas ciudades, al igual que Mérida, ya establecen políticas públicas para luchar contra los efectos del Cambio Climático, como en Fukuoka, ciudad japonesa donde se promueve el uso de motocicletas que funcionan a base de hidrógeno.
