En México no estamos acostumbrados a que la banca de desarrollo sea eficiente, ha sido, históricamente un grupo de organismos más enfocados en regular que en prestar, que se jactaban de números negros que obtenían por los rendimientos de los fondos que, para cumplir su razón de ser, tenían que haber prestado.
Por eso llama poderosamente la atención el desempeño de la #Sociedad Hipotecaria Federal (#SHF), que sin hacer tanto ruido, ha sido el motor que hizo posible la reactivación del sector #vivienda, abriendo la llave del financiamiento a la producción, indispensable para construir las viviendas que se venden con los #créditos hipotecarios individuales que otorgan Infonavit, Fovissste, la banca privada y algunas sofomes.
Así de claro, si no hay casas, de nada sirve contar con todos los créditos hipotecarios del mundo…
Durante 2015, la SHF, que dirige Jesús Alberto Cano Vélez, colocó más de 94 mil millones de pesos; 22 por ciento en crédito directo y 78 por ciento en crédito inducido a través de seguros y garantías.
Los números que reportó la SHF en 2015 representan 12 por ciento más que el año anterior y nueve veces lo colocado en 2012…
La SHF ha recuperado el objetivo de la banca de desarrollo, ha desarrollado mercado, otorgando crédito, pero, sobre todo, creando sinergias con la cadena de valor del sector y desarrollando productos que establecieron condiciones para que bancos y sofomes participaran en forma mucho más activa en el financiamiento a la producción.
Con seguridad, y como corresponde a un buen banco de desarrollo, la SHF se retirará gradualmente de los mercados que abrió a la participación de otros jugadores, manteniendo un papel complementario en el proceso de crear sectores cuyas estructuras cuenten con todos los jugadores que requieren para un desempeño armónico y eficiente.
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