Por Santiago Valencia Romero*
Al sureste de la capital, en el límite estatal entre la Ciudad de México y el Estado de México, se encuentra el Lago de Chalco. Este lago es uno de los pocos vestigios que aún persisten de lo que alguna vez fue el gran Lago de Texcoco. Junto con el Lago de Zumpango y el Lago de Xochimilco, son los escasos cuerpos de agua que conservamos en la Cuenca de México. Sin embargo, el Lago de Chalco está sufriendo un proceso crítico debido al crecimiento urbano desmedido y la falta de ordenamiento territorial en el lado del Estado de México.
Este proceso de secado y ocupación del Lago de Chalco actualmente se observa en su cuerpo norte. Si esta tendencia continúa, todo el cuerpo norte quedará completamente seco, con el potencial riesgo de que se extienda al cuerpo central del lago.
Las imágenes satelitales de Google Earth, captadas por diversos satélites como Landsat, Maxar y Airbus, evidencian el avance de la urbanización difusa en la parte norte del lago. En marzo de 2005 [Figura 1], se puede observar cómo la urbanización se expande por los territorios del Ejido de San Miguel y Santa Catarina, mientras que el lago aún no se encuentra en el estado crítico que estamos experimentando en la actualidad.
Sin embargo, para diciembre de 2009 [Figura 2], se evidencia cómo las cuadrículas superiores al lago ya se encuentran concluidas y en proceso de habitación. Además, comienzan a surgir afectaciones directas al Lago de Chalco, con el inicio del relleno a base de escombros, basura, cascajo y tierra, lo cual analizaremos posteriormente con fotografías a nivel de calle.
A partir de 2018, se observa un proceso más acelerado de relleno en el lecho lacustre, principalmente con materiales de relleno, los cuales no generan la suficiente estabilidad en el tecnosol recién creado sobre el lago [Figura 3]. En tan solo 2 años, se pavimentan las calles y se construyen las primeras casas en el nuevo polígono, que hace una década era un cuerpo de agua y hogar de varias especies [Figura 4].
Para mayo de 2022, la retícula urbanística estaría finalizada y se densificarían las edificaciones entre las nuevas manzanas de lo que se ha denominado como la colonia Bosques de Xico. No se sabe si este nombre fue impuesto por los nuevos habitantes de la zona o por algún agente externo en medio de esta expansión urbana [Figura 5].
Finalmente, para abril de 2023, el panorama es aún más preocupante, ya que otro cuadrante está siendo rellenado para continuar con la densificación poblacional en esta zona poniente del Valle de Xico. Esto prosigue con el secado y relleno del Lago de Chalco, proceso que se encuentra muy avanzado y difícilmente reversible [Figura 6].
La expansión urbana en la parte poniente del Valle de Xico no solo ha invadido al Lago de Chalco, ya que, como podemos observar en esta secuencia de mapas, a partir de 2015 inició la construcción de una cuadrícula adicional al norte de la inicial, para 2020, la colonia denominada «Ampliación Santa Catarina» quedaría parcialmente habitada [Figura 7].
Si indagamos en vista a nivel calle a través de Google Maps, observaremos en diferentes periodos de tiempo cómo se llevó a cabo el proceso de invasión y relleno del Lago de Chalco. Esta secuencia de imágenes nos muestra claramente el proceso de invasión del lago con material de relleno, escombros, cascajo y basura [Figura 8].
Para Abril de 2023, el Lago de Chalco habrá perdido por lo menos 71.6 hectáreas de territorio bajo la urbanización sin control y orden por parte de las autoridades estatales de Valle de Xico y del EDOMEX. Esta expansión urbana sobre el Lago de Chalco no solo tiene implicaciones ecológicas, sino también éticas y sociales. Existe un alto riesgo para las poblaciones más vulnerables ante inundaciones y hundimientos, ya que sus hogares se encuentran en un tecnosol totalmente inestable. El agua desempeña un papel importante en la debilitación de la superficie del suelo y todo lo que se encuentre encima, incluyendo a las familias que residen en esta área.
Lamentablemente las familias de escasos recursos y que compraron de buena fe, son las que más se verán afectadas ante cualquier tipo de siniestro que pueda ocurrir, donde el principal responsable de esta negligencia socioambiental es el gobierno del Estado de México y el municipio de Valle de Xico, además que posee parte de responsabilidad el gobierno de la Ciudad de México y el gobierno Federal al violar (Entre otros artículos) el 34 de la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (LGAHOTDU) Es urgente y necesario que la nueva administración del Estado de México preste atención a este fenómeno y tome medidas en conjunto con las autoridades capitalinas para llevar a cabo acciones de solución y ordenamiento territorial.
*Santiago Valencia Romero
Creador de contenido, influencer, dueño del canal SNT Vialidad Transporte y Cultura en México
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y estudiante de Geografía Aplicada de la UNAM