Ramón Comellas comentó que, para acelerar la recuperación del sector, se deberán buscar alternativas para eficientar el proceso de construcción
El sector de la construcción fue uno de los más afectados por la pandemia de Covid-19 en el país, debido al detenimiento de las obras por el cierre de las actividades no esenciales. Lo cual causó importantes pérdidas económicas y de miles de empleos.
No obstante, esta industria ha ido recuperándose poco a poco durante estos últimos meses; pues, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el mes de agosto de 2021, el valor real de la producción de las empresas de la construcción registró un alza de 6.2% frente al mismo mes de 2020.
Al respecto, Ramón Comellas, gerente comercial de Mezcla Brava, señaló que la pandemia retrasó los procesos de edificación de las obras que se tenían programada para 2020 y 2021.
Agregó que, en el caso de la vivienda, donde hubo una afectación mayor fue en los segmentos Medio y Residencial; mientras que la vivienda Social logró mantenerse con los indicadores que se tenían programados, aunque con ligeros retrasos.
Asimismo, Comellas indicó que hubo un aumento significativo en los costos de producción; pues productos como el acero y materiales para mezclas y acabados tuvieron incrementos del 15% al 18% en sus precios.
No obstante, manifestó que, durante estos últimos meses, se ha visto una recuperación paulatina para el sector de la construcción.
“Tenemos identificado que, más o menos, el 60% de los proyectos se encuentran en proceso de acabados, recubrimientos y pintura; 30% está en proceso de obra negra, vamos a ponerlo así; y sólo 10% tenemos identificados que van en procesos de cimentación”, explicó.
En este sentido, consideró que el 2022 será un año con muchos retos y muchas oportunidades para la industria.
“Vemos una nueva etapa en la construcción, una nueva generación de propuestas que permitan ser mucho más eficientes en el proceso constructivo. Vemos, sobre todo, que los desarrollos se están reinventando, proyectos que se tenían destinados, por ejemplo, para oficinas, ahora están cambiando a usos mixtos; donde ya vas a encontrar más fácil en un solo proyecto no nada más el área de servicios como oficinas, sino también comercio y vivienda. Yo creo que el sector viene con buenas perspectivas, y los desarrolladores vemos que se tienen que recuperar”, dijo.
El especialista destacó que uno de los principales retos que enfrentará el sector durante el próximo año tiene que ver con la operatividad de los proyectos y recuperar la demanda que se tenía antes de la pandemia; así como con dar incentivos tanto para que la gente pueda adquirir un inmueble como para que los desarrolladores puedan invertir en diversos proyectos.
“Yo creo que viene un reto interesante. Creo que los bancos están haciendo un buen ejercicio al mantener las tasas de interés competitivas; sin embargo, el Gobierno tendrá que buscar también opciones para mejorar ciertos procesos que luego hacen lento el inicio de las obras”, mencionó.
Por otro lado, Comellas comentó que los desarrolladores están buscando alternativas para hacer más eficiente el proceso de construcción. Lo cual representa una buena oportunidad para acelerar la recuperación del sector.
“Los desarrolladores están buscando nuevas alternativas para el proceso de construcción; están buscando alternativas que les permitan recuperar el tiempo que se vio afectado, sistemas constructivos mucho más eficientes, mucho más ágiles de utilizar, y que no les afecten los incrementos que están presentando en los costos”, indicó.