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Los ejes del Programa de Vivienda

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La política habitacional quedó definida. Las autoridades establecieron cinco objetivos concretos que se buscarán alcanzar en el próximo lustro con el Programa de Vivienda 

Enfocar los esfuerzos en acciones de mejoramiento y ampliación para atender a población en situación de vulnerabilidad, así como detonar un modelo que garantice el desarrollo de vivienda adecuada bajo los siete principios de ONU-Habitat, son parte de los elementos centrales del Programa Nacional de Vivienda, documento presentado por la Sedatu, que establece las guías a seguir en lo que resta del sexenio en materia habitacional.

El documento, cuya construcción se dio en torno de una serie de mesas de trabajo realizadas en toda la República, e involucró a diversos actores, refleja la visión social del gobierno. En esta lógica, el objetivo de atención para las autoridades, de acuerdo con el Programa, se enfoca en el sur-sureste del país, pues es ahí donde se concentra la mayor demanda por soluciones habitacionales.

El Programa establece objetivos claros. Para el final del sexenio, la política prevé reducir en 2.2 millones el rezago habitacional. A la fecha, de acuerdo con las estimaciones de Sedatu, el rezago se ubica en 9.4 millones de acciones, de las cuales, 70% tiene que ver con ampliaciones o mejoramientos.

Al respecto, el Programa establece como meta concretar 5.4 millones de acciones de vivienda para 2024. Este objetivo, señaló Sedatu, representaría una derrama del orden de los 2.3 billones de pesos en el sexenio; además de beneficiar a 20 millones de personas.

Pero el documento va más allá. El Programa también establece como meta impulsar el crecimiento del sector vivienda. De forma específica, la política plantea un crecimiento del orden de 11% para el sector.

A través del Programa Nacional de Vivienda, el nuevo gobierno dejó claro que será prioridad impulsar acciones de mejoramiento y ampliación. Si bien los esfuerzos se concentrarán en esta vertiente, las autoridades no olvidan de todo el tema de vivienda nueva.

En lo referente, en primera instancia, las autoridades señalan que el Programa Nacional de Vivienda establece un cambio de visión en el sector. Especialmente, aseguran, se busca recuperar la rectoría del Estado en la materia, y con ello dejar de ver a la vivienda solo “como un instrumento financiero”, para consolidarla como un derecho enmarcado en la Constitución.  

En este rubro, las autoridades hacen especial mención que se acabará con el modelo implementado en los últimos años. Un modelo calificado como ‘fordista’, que privilegió la expansión y la producción masiva de vivienda por sobre elementos como la ubicación y los servicios.

“Cambiar el paradigma a través del cual se produjeron millones de viviendas nuevas, pero sin atender los requerimientos cualitativos de la población, es una labor que desde este Programa se concentrará de manera muy particular en las necesidades de las familias de menores recursos y que hasta ahora no han sido sujetas de crédito”.

El Programa hace mención de la importancia de la producción de vivienda nueva. Sin embargo, enfatiza la necesidad de reconocer que existen distintas formas de desarrollar vivienda.

De igual forma, detalla que, en esa lógica, una prioridad es impulsar el acceso al financiamiento. Por ello, señala como una prioridad impulsar los esquemas para atender a la población que tradicionalmente no ha sido atendida.

“El Programa Nacional de Vivienda sienta las bases de la política habitacional en México, la cual se propone enfrentar enormes retos y desafíos, entre ellos: generar las condiciones necesarias para que todas las personas y familias mexicanas accedan a una vivienda adecuada; encontrar el equilibrio entre promover el fortalecimiento de la economía, por un lado, y garantizar el cumplimiento del derecho humano a la vivienda adecuada, por el otro. Todo ello, con particular atención a las personas con más carencias y sin acceso a instrumentos de financiamiento.

“El Gobierno de México está obligado a recuperar la rectoría sobre los proyectos y programas habitacionales, orientándolos con base en un modelo de desarrollo territorial equilibrado. Lo debe hacer reconociendo que existen distintas formas de producción de vivienda, tanto aquella que oferta el mercado, como la que resulta de la producción social”, destaca el Programa.

Por recuperar la rectoría del Estado

A decir de Román Meyer, el Programa Nacional de Vivienda parte de un diagnóstico muy claro. El Secretario aseguró que la nueva Política busca “hablarles a todos los sectores” y propone un cambio de rumbo, que acabe con las malas prácticas que se han desarrollado en los últimos años.

“¿Qué es el programa y para qué va a servir? Es un documento que busca hablarle a toda la población, a los diferentes órdenes de gobierno y a la industria privada; además ofrece una reflexión de dónde estamos parados en materia de vivienda.

La política nacional de vivienda se deformó en el Siglo XX. Al principio del siglo XX teníamos esta política vanguardista; teníamos ejemplos como Tlatelolco, donde la Política era una Política de Estado. Pero lamentablemente, en las últimas décadas, con el modelo neoliberal se perdió la rectoría en el ordenamiento territorial y vivienda”.

El Secretario aseguró que el Nuevo Programa parte de la premisa de acabar con el desarrollo de vivienda alejada. Sobre todo, enfatizó, toma como eje los siete elementos de la vivienda adecuada que estableció ONU-Habitat.

En lo referente, añadió que la intención es acabar con lo que denominó “el modelo fordista de desarrollo de vivienda”.

“Como se presentó aquí, el diagnóstico nos indica que debemos concentrarnos en una población que históricamente no ha sido atendida; que el Estado mexicano no conformó de manera adecuada las instituciones, los mecanismos para poder hablarle a esa población. Y que es una obligación del Estado mexicano atenderlos.

“Y es ahí el punto central del Programa. La nueva Política también hace una reflexión del modelo que nosotros hemos llamado ‘el modelo fordista’. Este modelo fordistas es el proceso de réplica masiva de vivienda. Si bien obedecía un lineamiento claro, de orden económico, muy bien hecho, carecía de un elemento central: contemplar la ubicación. Y es ahí de donde parte, es la línea base del Programa”.

Un Programa de Vivienda construido en conjunto

En palabras de Carina Arvizu, el Programa de Vivienda es un documento construido en colectivo, con la participación del sector privado, academia, sociedad y autoridades. Aseguró que el Programa se construyó a partir de “reconocer las realidades y necesidades regionales, con visiones desde todos los sectores”.

En entrevista con Centro Urbano, la Subsecretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda destacó que la Política parte de un diagnóstico claro. Éste, aseguró, define que la mayor necesidad se concentra en la región sur-sureste del país.

“El diagnóstico es que claramente donde se necesita mayor atención es en el sur-sureste. Y si bien pareciera que se necesitan muchas acciones de vivienda nueva, en realidad lo que se necesita es mejoramiento y ampliación, especialmente en esta región, que tiene un comportamiento y una composición económica distinta”, comentó.

La funcionaria indicó que una de las principales apuestas del Programa es generar un cambio de modelo. Destacó que, en esa lógica, se buscará atender a los sectores que han resultado olvidados en los últimos años, entre otras cosas, en materia de acceso al crédito.

“Estamos explorando distintas formas para poder atender a esta población, que históricamente no ha sido atendida, y que hoy por hoy no son sujetos de crédito. Estamos trabajando con todas las entidades del sector para poder, por un lado, explorar la posibilidad de reducir las tasas de interés, que esto beneficiaría a toda la industria; y por el otro, ver de qué manera se podrían entregar créditos, y de qué forma se solventa el tema de las garantías.

“Y estas personas, al final muchas de ellas, aunque no están dentro del marco de un empleo formal, de cualquier manera, tienen una capacidad de gasto. Yo creo que lo interesante es poder entender estos esquemas en donde hay una aportación por parte de las familias, otra parte de subsidio, y otra que es el crédito, y que el modelo de negocio tiene que cambiar.

Sumado a lo anterior, la funcionaria subrayó que, sobre todo, el cambio de visión va en línea de modificar el modelo de desarrollo de vivienda. Y es que, aseguró, el modelo que impulsó la expansión de las ciudades ha traído efectos negativos en las ciudades.

“Hoy el enfoque es distinto, en donde se pone al centro de toda la toma de decisiones a las personas, y las necesidades de las personas son diversas. Las personas no necesitan a lo mejor el mismo modelo de casas replicado 20 veces.

Y creo que hay espacios para todos. También hay otros segmentos en los que se puede explorar otro tipo de producción de vivienda nueva, pero como te comentaba, tras el diagnóstico, en donde más tenemos que poner el enfoque como Estado es hacia atender a las personas que tienen menos recursos especialmente en el sur-sureste”.

En esa lógica, dijo, el sector empresarial jugará un papel fundamental para atender el reto. Por ello, aseveró, la instrucción del propio secretario Meyer es tender puentes de comunicación con la iniciativa privada. 

“El Secretario (Meyer) me ha encomendado, y es una de las tareas principales que tengo, el poder generar lazos y puentes de comunicación. Este trabajo no lo podemos hacer solos. Necesitamos ir de la mano con los distintos sectores. En este caso, el sector empresarial. Y más con el sector de la construcción que es muy importante para la economía.

“A veces el cambio de rumbo, de paradigma, puede generar cierto desconcierto, que si es algo que se percibe. Sin embargo, creemos que hay campo para todos”.

De acuerdo con la Subsecretaria, el Programa Nacional de Vivienda plantea cinco objetivos concretos, los cuales son:

  1. Garantizar el derecho a la vivienda adecuada de todas las personas, especialmente las más vulnerables.
  2. Mejorar la coordinación en el sector público.
  3. Fortalecer la colaboración en el sector privado y social.
  4. Asegurar la transparencia y rendición de cuentas en el sector.
  5. Recuperar la Rectoría del Estado sobre el territorio.

Para lograra esto, explicó, el Programa Nacional de Vivienda contempla 21 estrategias, con 145 acciones puntuales.

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Edgar Rosas

Editor en Jefe de Centro Urbano. Egresado de la maestría en Periodismo Político de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García (EPCSG). Estudió la licenciatura en Comunicación en la Universidad Mexicana. Amante de la crónica y el reportaje. Admirador de Vicente Leñero y Miguel Ángel Granados Chapa.


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