El pleito que siempre he tenido desde la Universidad es sobre la necedad de que la academia es más importante que la práctica y la realidad es que ambas se complementan para logar el equilibrio entre tomar la mejor o peor decisión en el ámbito profesional.
Cuando tomaba clases de Géneros periodísticos una de mis profesoras se empeñaba en enseñarnos a escribir una nota informativa o un reportaje, basándose únicamente en las lecturas que nos dejaba de tarea, los “grandes autores” nos decían qué elementos debían tener la estructura de cada género, entregar reportes de lectura, leer y leer, pero nunca nos ponía a escribir una nota o un reportaje, no nos enseñaban a poner en práctica los conocimientos adquiridos en los salones de clase, no leíamos los periódicos.
Yo peleaba con ella y le decía, enséñeme a gestionar una entrevista, a negociar la publicación de un reportaje, dígame ¿qué hago? Cuando mi entrevistado no quiera hablar, cuando me tenga que debatir entre la autocensura por no afectar intereses y la necesidad de dar “la nota”; siempre me argumentaba que para llegar a eso necesitaba tener las bases teóricas y no se lo debatí, pero la realidad es que la vida real es muy distinta porque trabajas con personas, intereses, líneas editoriales y oportunidad informativa.
Con el tiempo aprendí que ella no podría hablar de lo que no conocía porque nunca había publicado una nota, nunca se había enfrentado con un funcionario, deportista o artista en una entrevista, nunca la habían regañado por no llevar la nota que llevaban todos los diarios, no conocía la realidad, vivía encerrada entre los libros confiando en que siempre se darían las cosas como lo marcaban los textos.
Sigo pensando que tanto la teoría es importante por dar una base de la cual partir, pero sin duda poner en práctica los conocimientos, aprender a resolver conflictos, tener capacidad de reacción y sortear los imprevistos del ejercicio periodístico solo se aprenden en la práctica y al paso del tiempo, llega la experiencia para tomar lo mejor de ambos aprendizajes.
Práctica en las decisiones de gobierno
Esta realidad también la he observado recientemente en las políticas del gobierno de Enrique Peña Nieto, me parece que se ha aprendido de la experiencia al tomar decisiones apresuradas y segmentadas sin considerar a la academia como parte fundamental para decidir dónde construir, implicaciones ambientales, problemáticas en la sociedad por cambiar el entorno urbano y tener datos fidedignos a partir de los cuáles optar por construir una casa, una torre de departamentos o simplemente respetar la naturaleza en ese espacio porque no es lo mismo decir, se debe construir una casa de tal manera a construirla.
Ejemplo de ello es que el año pasado se instaló el Consejo Nacional de Vivienda, integrado por académicos especializados en diferentes disciplinas relacionadas con el desarrollo urbano y vivienda, representantes de dependencias federales, sector privado, gobiernos e institutos de vivienda para dar seguimiento al Plan Nacional de Vivienda.
Otro avance, son los convenios firmados por parte del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) con la UNAM para trabajar de manera conjunta en el Centro de Investigación de Vivienda y Desarrollo Sustentable donde la Máxima Casa de Estudios aportaría los expertos y el Gobierno federal a través del Infonavit pondría los recursos.
En su momento, el director general de Infonavit, Alejandro Murat dijo que con este convenio se generarían herramientas metodológicas y prácticas para tomar las mejores decisiones para abatir el rezago habitacional y contribuir a un mejor orden de las ciudades.
En materia de Sustentabilidad el Infonavit también quiere preparar a su capital humano para enfrentarse a los retos que en materia de vivienda sustentable vienen para los próximos años y por ello, se firmó un convenio de colaboración con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) donde se otorgaron becas para los trabajadores del Instituto en esta materia para asistir al extranjero.
Todo parece que este sexenio será el del apoyo a investigadores para que aporten sus conocimientos y los conjunten con las personas encargadas de ejecutar las acciones.
