El gobierno del estado de Zacatecas entregó la custodia del Museo Arqueológico de La Quemada al Instituto Nacional de Antropología e Historia
Con la firma del convenio de colaboración entre el gobierno del estado de Zacatecas y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde el primero le entrega al segundo la custodia del Museo Arqueológico de La Quemada, el INAH incrementa el numero de museos y sitios bajo su conservación y custodia.
El convenio de colaboración incluye también esfuerzos conjuntos para continuar con los trabajos de restauración del inmueble sede, así como concretar su reapertura y operatividad en marzo del año en curso. Para ello, se instauró un comité de restauración que está integrado por:
- El INAH, quien preside el comité
- El Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”
- Las Secretarías estatales de Obras Públicas, Turismo y Educación
- La Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones (CNMyE) del INAH
El trabajo para la reapertura se divide en las varias fases:
- El gobierno del estado y la Dirección de Obras del INAH darán inicio al proceso de impermeabilización y reparación del techo y después, del inmueble.
- La CNMyE trabaja en el proyecto museográfico a partir de un guion elaborado por el arqueólogo Carlos Alberto Torreblanca Padilla, director del recinto.
- La curaduría de piezas a exhibir ya se encuentra en proceso. Se hará una serie de entrevistas con los investigadores del sitio para reconstruir la historia de la arqueología de este.
- El enfoque del museo será centrarse en la cultura que floreció en el Valle de Malpaso, La Quemada, abordando solo de manera general el contexto de su entorno.
Cabe destacar que el inmueble abrió en 1996 y fue pionero en la región zacatecana. Este fue el que generó el interés por la arqueología en la entidad y dio pauta para la apertura de otros museos en Zacatecas.
En 2007 abrió el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Alta Vista-Chalchihuites, Cerro de Teúl y Cerro de Las Ventanas recientemente.
De acuerdo con el INAH, este sitio fue una de las urbes prehispánicas más grandes del norte de México, junto a Paquimé en Chihuahua y Cerro de Trincheras en Sonora. Mide 216 hectáreas sobre 5 niveles o terrazas en las laderas de un cerro de 150 metros de altura.
Con base en la política de la dirección general del INAH, de no tener ningún museo cerrado, se elaboró un proyecto para la restauración del deteriorado inmueble, mismo se espera reaperturar en primavera de este año.