Aproximadamente 72% de la población en México vive en “ciudades dormitorios”, esto quiere decir que esta cantidad de personas tienen un estilo de vida que sólo les permite llegar a descansar a sus hogares, pues se la pasan entre el trabajo, la escuela o el tráfico.
Las ciudades dormitorio se concentran en 358 localidades del país, cada una alberga aproximadamente a 15,000 habitantes; esto es el resultado del crecimiento de la población, así como el estilo de vida adquirido en la última década.
Por supuesto que en todos los países existen este tipo de modos de vida; sin embargo, en México, debido a que 27% de habitantes no consiguen tener los ingresos suficientes para poder adquirir o rentar un inmueble que se encuentre cerca de las zonas en las que hay trabajo, las personas se tienen que trasladar durante largos periodos para poder llegar a sus respectivos trabajos.
Además de que se ha incrementado de manera significativa la demanda de vivienda en el país debido a distintos factores, como el crecimiento poblacional o la migración. La falta de vivienda es a causa de la poca planeación urbana sustentable, esto ocasiona que no haya espacios suficientes y en condiciones aceptables para la cantidad de personas que desean un inmueble.
De la totalidad de viviendas establecidas en ciudades, se estima que 30% no tiene la infraestructura suficiente, están en condiciones de hacinamiento y están ubicadas en suelos con irregularidades tanto legales como geológicas.
Asimismo, el poco interés de los gobiernos por crear estrategias eficaces y sustentables para el desarrollo urbano o incentivar programas de viviendas de interés social, ocasiona sin duda un grado de problemas que afectan día con día el estilo de vida de los ciudadanos. También la poca inversión en servicios públicos, como el agua y la luz son determinantes en que zonas de la ciudad se desea habitar.
Sin embargo, hay expertos en materia de desarrollo urbano e inmobiliario, que aseguran que México tiene el potencial para ser sustentable y funcional para cada uno de los ciudadanos.
Cada seis años las políticas de vivienda cambian debido a situaciones sociales y económicas, los partidos políticos y candidatos independientes tienen diferentes estrategias que dificultan el trabajo de las desarrolladoras que buscan brindar propiedades a las personas que las necesitan.
No existe una normatividad suficiente en materia de densificación y hay un serio desinterés por el reciclamiento y repoblación de zonas abandonadas en las ciudades.
Para implementar soluciones o crear estrategias funcionales, se necesita que las figuras necesarias y relevantes como políticos, gobernadores, desarrolladoras y expertos en el tema de desarrollo urbano, analicen los puntos importantes que permitan que las ciudades sean metrópolis sustentables
