Por Jonathan Melo.
Que maravilloso es contemplar la ciudad desde la perspectiva que brindan dos ruedas; las vistas, los recorridos y las sensaciones se sienten a flor de piel literalmente porque no hay otra manera de sentir un viaje en bicicleta. Bien es sabido que hoy en día el tema de la movilidad es uno de los más relevantes en materia de Urbanismo y también uno de los más cuestionados en cuanto al hacer ciudad se refiere; y es que la movilidad dentro de la mancha urbana no es solamente el hecho de poder moverse de un lado para otro, sino que también influyen elementos desde el cómo, con qué y por dónde.
Actualmente se le ha hecho mucho eco al uso de la bicicleta como un medio de transporte mediático, económico y ecológico; sin embargo aún existen varias lagunas políticas, sociales y culturales que nos permitan desarrollar el uso de la bicicleta como un modelo de transporte plausible. Empecemos por el hecho de que políticamente no existen reglamentos oficiales que nos indiquen como debemos utilizar la bicicleta, las medidas de seguridad que debemos adoptar y sobre todo los derechos y obligaciones que debemos de tomar en cuenta para cuando hagamos de este móvil, nuestro medio de transporte cotidiano.
¿Y para que nos sirve esto?, más que nada es la manera más ordenada de poder implementar reglas de usos y costumbres para los usuarios pudiendo generar conciencia y prevención tanto de lo que si podemos hacer y lo que no. Y es que hablando de prevención, regularmente la mayoría de los accidentes ocurren porque no tenemos claros nuestros haberes pero tampoco nuestros deberes como conductores por tan simples que parezcan, y esto va desde tomar el sentido de circulación correcto hasta el hecho de la falta de conocimiento de la preferencia vial.
Ni que decir en materia de seguridad aún estamos perdidos o renuentes a las reglas, ya que en el mejor de los casos un casco es nuestro único recurso preventivo de accidentes, olvidándonos de las luces, espejos retrovisores y demás aditamentos que nos permitan circular de manera más ortodoxa dentro de la urbe llena de automóviles, que cada vez parecen ir más de prisa.
Por otro lado en materia social y cultural, también tenemos nuestro talón de Aquiles; ya que como ciclistas no sabemos respetar los pasos peatonales, banquetas, rampas para discapacitados y demás recursos exclusivos del peatón, y si en ese sentido exigimos respeto por parte de los automovilistas, es nuestro deber también ofrecer el mismo respeto hacia los peatones.
Y esto tiene que ver en parte por la poca infraestructura que existe para la movilidad ciclista de las ciudades y como mejor ejemplo tenemos a la ciudad de León, Guanajuato; cuya ciudad es pionera en el uso de la bicicleta como medio de transporte, siendo adoptada en primera instancia por el alma obrera de la ciudad y que con el paso de los años se ha ido diversificando entre la ciudadanía en general.
La ciudad de León, cuenta con una red de ciclovías importante dentro de las principales vías de comunicación; como lo es Blvd. Juan José Torres Landa, Blvd. José María Morelos y Pavón, Blvd. Miguel de Cervantes Saavedra entre otros, sin embargo aún tiene un déficit importante en este rubro; y este es y ha sido la poca interconectividad que existe entre las ciclovías, es abismal la nula continuidad de estas.
Las rutas son lineales de principio a fin, pero no hay opción de poder tomar una ciclovía alterna sin tener que cruzar por extensas vialidades, banquetas o camellones según se acorten las distancias, por lo que existe el peligro constante de provocar o sufrir un accidente por parte los muchos ciclistas que crecen día a día en la ciudad.
Pese a lo que esto representa; y existiendo un plan maestro referido a la continuidad de las redes y circuitos de las ciclovías, lo importante será saber cómo se le dará solución a lo que hoy en día es uno de los mayores rezagos en cuanto a movilidad urbana se refiere; y más aún, ver en qué tiempos se lograra revertir, porque sin duda la utilización de la bicicleta se está tornando cada vez más importante; formando ya una pieza fundamental en el progreso de una ciudad moderna y sustentable.
Jonathan Melo. Egresado de la Universidad de Guanajuato, México; con más de 10 años de Experiencia en el ramo del Diseño Arquitectónico, Urbano y Paisajista. Actualmente director del área de proyectos en el taller de arquitectura multidisciplinario Perspectiva | Arquitectos México con sede en la ciudad de León, Guanajuato.
Colaborador en el Diseño Urbano de los últimos 5 desarrollos inmobiliarios de la constructora emergente en el estado de Guanajuato GRUPO GUIAR; entre los que destaca el 3er lugar del programa “Vida Integral Infonavit 2013; por el fraccionamiento Parques de San Juan en León, Gto.
Defino la Arquitectura como un reflejo de la sociedad, en donde predomina la diversidad pero no la verdadera integración y complicidad con su entorno.
@Mb_Jonas
