Mercado Libre recomienda adquirir una vivienda propia y rentar las habitaciones que no se ocupen para pagar la hipoteca y otros gastos
Adquirir una vivienda y tener un patrimonio propio es la mayor meta financiera en la vida de las personas, aunque implica una inversión considerable y compromisos de pago a largo plazo; y, debido a diversos factores como el encarecimiento de los inmuebles, esto es cada vez más difícil de lograr.
De acuerdo con el Índice de Precios de la Vivienda de Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), durante el cuarto trimestre de 2021 (4T2021) el precio de la vivienda creció 8.5% a nivel nacional, en comparación con el mismo periodo de 2020. Además de que del 2017 al 2021 las variaciones porcentuales en los precios fueron de entre 5.38% hasta 9.35 por ciento.
Sin embargo, el adquirir una vivienda propia, por más difícil que parezca, no es imposible. Y, en ese sentido, Mercado Libre compartió algunos consejos para lograrlo:
- Hacer un presupuesto. Lo primero que se debe hacer es un presupuesto para establecer cuánto es posible gastar en la vivienda y no terminar con un sobreendeudamiento. Para ello, se deben detallar todos los ingresos y gastos mensuales; de esta manera será posible recortar los gastos innecesarios.
- Comparar créditos hipotecarios. Si la vivienda se va a comprar mediante un crédito hipotecario, es importante comparar los montos que se pueden obtener, las tasas de interés, los plazos de amortización y si se da enganche o no.
- Elegir la zona ideal. En cada región del país hay zonas con mayor demanda por los compradores de vivienda, por lo que las propiedades podrían encarecerse aún más. Por ello, Mercado Libre recomienda abrirse a la posibilidad de buscar en otras, igual de conectadas y con vías de comunicación alternas.
- Buscar la vivienda perfecta. Hoy en día existen numerosos portales web especializados que ofrecen una amplia variedad de inmuebles para que cada usuario encuentre el que mejor se adapte a sus necesidades y posibilidades.
- Compartir gastos. Una vez que se adquiera la vivienda y llegue el momento de pagar la hipoteca, compartir los gastos podría ser una buena opción. Es decir, rentar la o las habitaciones que no se ocupen para que, con ese dinero, sea posible pagar la hipoteca y otros gastos.