Para evitar el avance de la gentrificación, la vivienda asequible debe contar con infraestructura y conectividad que aseguren la permanencia de los habitantes
La construcción de vivienda implica más que levantar casas; requiere infraestructura, conectividad y servicios básicos. Para ello resulta clave la participación de la ingeniería, la arquitectura y el urbanismo.
Así lo señaló Ricardo González Lomelí, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) de la Ciudad de México, durante el ‘Diálogo Desarrolladores Inmobiliarios’, realizado como parte de los foros abiertos para analizar las propuestas del Bando 1.
“Cuando hablamos de vivienda, no solamente hablamos de las casas o los departamentos. Para esto se necesita infraestructura, conectividad, infraestructura educativa, infraestructura de salud. Y dentro de estos temas es muy importante la ingeniería, la arquitectura y urbanismo que han evolucionado de la mano con la humanidad, transformando las ideas de espacios funcionales, seguros y resilientes”, comentó.
Se mostró a favor de los programas que incluye el Bando 1 para facilitar la construcción y acceso a la vivienda
“La construcción de vivienda asequible y pública, mediante el esquema de renta para sectores prioritarios, con opción a compra, representa una solución al ampliar la oferta de vivienda, porque es lo que requerimos en la ciudad: más viviendas y vivienda accesible, que es lo que ayudará a reducir los efectos de la identificación”, indicó.
Sin embargo, subrayó que cada nuevo desarrollo debe contar con planeación urbana que garantice la infraestructura necesaria.
“Asimismo, es imprescindible diseñar proyectos de desarrollo urbanos, inteligentes y de largo plazo; es decir, hogares que estén bien conectados con infraestructura vial, próximos a zonas laborales y escolares, y avanzar de manera constante en la actualización de las políticas de vivienda”, explicó.
Para alcanzar este objetivo, González Lomelí señaló que el Gobierno de la CDMX debe actualizar los planes de desarrollo, los trámites y los usos de suelo, con el fin de impulsar la construcción de vivienda y frenar la gentrificación.
“En resumen, la actualización de planes de desarrollo urbano, la creación de reservas de suelo accesible, la definición de estrategias de redensificación, la simplificación de trámites administrativos, la promoción de la movilidad sostenible y la reducción de la expansión urbana descontrolada, todo esto puede contribuir de manera es significativa revertir los efectos de la gentrificación”, detalló.
Añadió que la implementación de estas estrategias no solo enfrentaría este fenómeno, sino que también frenaría la autoconstrucción no regulada y la invasión de zonas protegidas de interés ecológico.
Finalmente, sostuvo que históricamente la humanidad ha otorgado un gran peso simbólico a la vivienda, al grado de que la correcta planeación de los complejos propicia la vida en comunidad.
“La vivienda es el núcleo donde se teje la identidad, la memoria y la cohesión social. Una vivienda bien planificada y accesible fortalecen los lazos comunitarios, promoviendo la permanencia de familias en sus barrios y fomentando la participación en la vida humana. Al garantizar que las personas puedan vivir dignamente en su entorno, la vivienda se convierte en un motor de estabilidad elemento fundamental para la ciudad resilientes”, concluyó.









