La empresa fabricadora de viviendas ya participa en Guerrero, tras los fenómenos de septiembre del año pasado
En septiembre del año 2013, los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel afectaron gran parte del estado de Guerrero, tras el paso de éstos, 59 municipios, entre ellos la capital, Chilpancingo, fueron declarados en estado de desastre. Lo que dejó un saldo de más de 100 muertos, múltiples heridos y desaparecidos, se evacuaron a más de 59 mil personas y al menos 218 mil habitantes sufrieron de alguna afectación, además 35 mil viviendas se vieron dañadas.
En mayo de este año, Casa Flex, empresa dirigida por Carlos Garcíavelez, también presidente de Garcíavelez Arquitectos, comenzó con la colocación de viviendas en Guerrero. Después de que el paso del huracán Odile devastara gran parte del estado de Baja California Sur, la empresa se convierte en una opción ideal para llevar a cabo la reconstrucción de las viviendas que quedaron destruidas, por sus características.
El sistema une el diseño arquitectónico, urbano y vivienda social, sin perder la esencia de lo humano, combinado con tecnología avanzada, la cual integra módulos tridimensionales prefabricados, para reducir el costo, volumen del material y tiempo de ejecución, lo que además la hace ser flexible y contar con la calidad de una vivienda digna.
Cuenta con una estructura monolítica compuesta de nervaduras y alveólos en paredes y losas, lo que genera un diagrama estructural para resistir los sismos, los esfuerzos estructurales durante su transporte, el montaje y las cargas propias de la estructura. Además, contempla elementos para el diseño urbano.
El uso de la geometría estructural hace que los muros sean huecos, lo que permite un ahorro de material de 40 por ciento; así se logra también aislar el sonido y las estructuras se vuelven térmicas. Este concepto posee características únicas: tiempo récord de construcción, obra limpia y crecimiento inmediato.
Entre sus cualidades más destacadas se encuentran la identidad, ligereza, flexibilidad, térmica, durabilidad, crecimiento y cuidado del medio ambiente, que permite la personalización de los módulos, creando diferentes formas, texturas, colores y cumple con el aislamiento adecuado para adaptarse a los cambios de temperatura en las diferentes regiones climáticas del mundo.
La planta donde se produce funciona con base en líneas sofisticadas y con la más alta tecnología y logística: ensamble, habilitado de acero e inyección de concreto en moldes. Una vez terminados, los módulos son transportados a la obra en camiones con plataformas para ser colocados sobre cimientos prefabricados, por medio de una grúa. Los módulos son ensamblados mediante conectores mecánicos, generando con ello obra seca, para que el módulo esté listo para ser habilitado en sólo unas horas.
Además de vivienda de interés social, en la planta también se producen aulas educativas, sanitarios escolares, celdas, bibliotecas digitales y clínicas de salud. Casa Flex cuenta con una importante alianza con ICA, constructora con más de 60 años en la industria de México.
