Para la aplicación de la nueva Norma 26 se tomarán en cuenta los aspectos urbanos, sociales, financieros y jurídicos; la suspensión temporal concluirá el próximo 13 de diciembre
En el marco de la cuarta sesión del Consejo para el Desarrollo Urbano y Sustentable (Conduse), el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), Simón Neumann Ladenzon aseguró que para garantizar la correcta modificación y aplicación de la suspendida Norma 26, la Secretaría prefiere un precepto de calidad que cubrir fechas límites.
Para la aplicación de la nueva Norma 26 se tomarán en cuenta los aspectos urbanos, sociales, financieros y jurídicos, así como el carácter dinámico de cada factor, y se establecerán criterios de ajuste a los derechos de desarrollo por impacto o tamaño de conjunto de viviendas a construir.
Esto tras conocer los avances del análisis para la propuesta de modificación a dicha normatividad que lleva a cabo la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en coordinación con la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT).
En el diagnóstico se analizan las condiciones urbanas actuales para lograr que la nueva norma promueva la construcción de vivienda para las familias pobres, junto con el mantenimiento del orden urbano y el avance hacia una ciudad compacta, diversa y eficiente, explicó Roberto Eibenschutz, investigador de la UAM.
A su vez, Miguel Ángel Cancino Aguilar, titular de la PAOT, señaló que la tarea para todos los comités de expertos que integran el Conduse es integrar los temas en materia ambiental, social y de normatividad para avanzar en otros asuntos complementarios.
En el rubro socio-económico, dijo Eibenschutz, se estudian las características de la población y los hogares demandantes de vivienda en la capital de país y sus capacidades reales de acceso a la vivienda, en tanto que en el apartado financiero y de mercado se examinan los créditos disponibles, la estructura de costos de la vivienda, las diferencias entre la oferta de suelo y vivienda y la correlación de los elementos de mercado y financieros con los hogares demandantes entre las condiciones urbanas.
En el ámbito jurídico se observan los instrumentos actuales en esta materia, las formas de gestión y control. También se recopila información respecto a las prácticas en otros países, las consultas públicas que se han realizado para, finalmente, consensuar una propuesta final.
De acuerdo a Eibenschutz, los elementos básicos de la nueva Norma 26 consideran en sus aspectos normativos definir claramente los criterios para otorgar derechos de desarrollo adicionales aplicables a cada zona o colonia, que permitan impulsar la construcción de vivienda de interés social y popular, en función de las condiciones sociales.
También se consideran el equipamiento básico educativo, de salud, de abasto y las terminales del transporte público, y se califica la disponibilidad de acceso a servicios de agua, drenaje y electrificación y la capacidad de absorción y desalojo de aguas pluviales, la sección y suficiencia vial y la capacidad para el estacionamiento de vehículos, entre otros factores.
Asimismo, se fijarán mecanismos efectivos de control preventivo, correctivo y por demanda, así como el establecimiento de procedimientos simplificados y administrativos para la obtención del certificado de aplicación de la Norma 26, con un seguimiento permanente y una evaluación periódica.
En los aspectos relativos al sistema de planeación urbana del Distrito Federal, se articulará la N26 con el resto de los instrumentos del sistema de planeación, como son las leyes, reglamentos, normas generales y programas.
Cabe destacar que la suspensión temporal de la norma 26 entró en vigor el 19 de agosto y concluirá el próximo 13 de diciembre.
