En las periferias de las ciudades, la gente habita viviendas pequeñas, distantes de la estructura urbana y que requieren de traslados largos y costosos
En el marco del III seminario internacional ‘Desigualdades urbanas, derecho a la unidad y gobernanza local en las ciudades de América Latina’, expertos de distintas instituciones analizaron la gran brecha de vivienda entre los sectores más ricos y los más pobres de las ciudades latinoamericanas.
En dicha región, las ciudades se han expandido considerablemente hacia las periferias, donde el suelo es más barato y las viviendas se han destinado a atender las demandas de los sectores de menores ingresos. Sin embargo, es en estos lugares donde se producen las llamadas viviendas ‘sin ciudad’, que “no han sido edificadas bajo una política social, sino económica, que privilegia criterios financieros para que los desarrolladores obtengan mayores ganancias”, afirmó Alicia Ziccardi, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Como consecuencia de este modelo de producción, las personas habitan viviendas muy pequeñas y distantes de la estructura urbana, lo que conlleva a traslados largos a los centros laborales o escuela, además de que los altos costos del transporte y servicios básicos afectan el presupuesto familiar.
Además, Ziccardi resaltó que otro factor en contra de este tipo de asentamientos es que los espacios públicos y equipamientos no son acordes a las necesidades de niños, jóvenes, adultos mayores y personas con capacidades diferentes.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), manifestó que “en la región persisten barreras para alcanzar el cumplimiento del derecho a la ciudad, que implica el derecho a participar y a habitar en urbes inclusivas, con servicios de calidad para todos”.
Subrayó que en los países latinoamericanos hay brechas considerables entre los segmentos más ricos y los más pobres con respecto al acceso a servicios básicos como agua, saneamiento o electricidad. Además, en estos países, la desigualdad urbana se manifiesta en la segregación residencial socioeconómica y en la persistencia de la urbanización informal. “Ejemplo de ello es que uno de cada cinco latinos caribeños que habitan en las ciudades viven en tugurios”, señaló.
En el seminario participaron el Proyecto DGPA ‘Las políticas sociales de México (2000-2018). Derechos Constitucionales y Arquitectura Institucional’; la CEPAL; el Grupo de Trabajo Desigualdades Urbanas (GTDU) del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO); y la Pontificia Universidad Católica del Perú, con el objetivo de contribuir a la consolidación de una comunidad académica y una plataforma de intercambio en la región.