Los legisladores del PAN lamentaron que la Ley de Planeación se hizo con visión para que el desarrollo urbano fuera facultad del Ejecutivo y no de la colectividad
La Ley de Planeación aprobada por el Congreso de la Ciudad de México, lejos de promover lo que establece la Constitución, es un proyecto dictado desde el Ejecutivo, que obedece a cálculos políticos, acusaron diputados capitalinos del PAN.
Los legisladores, que incluso abandonaron el pleno durante la discusión del proyecto al no estar de acuerdo con lo establecido, aseguraron que a pesar que la Carta Magna de la Ciudad de México orden a establecer una Ley de Planeación democráticas y participativa”, el documento aprobado no contiene “ni una sola frase que incluya la participación ciudadana”. Acusaron directamente que el proyecto está encaminado para que la planeación urbana sea un elemento restringido y dirigido por la Jefa de Gobierno.
Ley de Planeación sin ciudadanos
Al respecto, el diputado Federico Döring Casar, de la fracción parlamentaria del PAN, lamentó que la Ley de Planeación dejó de lado la participación ciudadana. Aseguró que “no hay media sílaba en el dictamen que hable de una sola aportación ciudadana”.
“Es un fraude legislativo al haber convocado a los foros y después no incorporar al dictamen las propuestas de los ciudadanos (…)
“La Constitución de la Ciudad de México le dio la oportunidad a este Congreso de hacer historia, de innovar, de hacer una planeación distinta, de ponerla en la mano de los ciudadanos, de sacar a los políticos del manoseo del cártel inmobiliario y de los usos de suelo y el desarrollo urbano de la ciudad; y les quedó grande la agenda a muchos”.
Por otro lado, la diputada Gabriela Salido, también del PAN, subrayó que a pesar que la Institución mandató aprobar una “ley democrática, participativa, descentralizada, transparente, transversal y de deliberación pública”, la realidad, fue otra. Dijo que el dictamen impulsa una participación ciudadana mal diseñada, que queda a expensas del Ejecutivo.
“Con este dictamen se pretende hacer de la planeación un procedimiento autocrático, restringido y dirigido desde el Ejecutivo local; con instrumentos de participación ciudadana mal diseñados, sujeto a la voluntad de la Jefatura de Gobierno. El gobierno quiere desde el Instituto de Planeación hacer una Secretaría más”.
En lo referente, la legisladora criticó que el proyecto puesto a consideración del pleno no fue una construcción de las Comisiones Unidas de Administración Pública Local y Planeación del Desarrollo, sino, un “dictado desde la Secretaría de Gobierno.