De acuerdo con ONU-Hábitat, el confinamiento ha reducido significativamente la contaminación del aire en las ciudades; sin embargo, esto podría ser solo temporal
ONU-Hábitat, el Programa de las Naciones Unidas para los asentamientos humanos, afirmó que las ciudades se encuentran en el epicentro de la pandemia, pues se estima que concentran cerca del 90% de los casos de Covid-19.
La agencia destacó que las áreas urbanas son vulnerables, en gran medida, debido a la forma en que están organizadas, así como por la manera en que las personas viven, trabajan y viajan dentro y alrededor de ellas.
Asimismo, la crisis sanitaria ha puesto en evidencia las profundas desigualdades en la calidad de vida de los ciudadanos, y cómo las ciudades sirven a sus residentes. ONU-Hábitat informó que, actualmente, 24% de la población urbana mundial vive en barrios marginales y en condiciones de hacinamiento, sin acceso a servicios básicos, transporte, hospitales o espacios públicos, y esta población ya vulnerable es la que más ha sufrido los efectos de la crisis sanitaria.
Además, el confinamiento y el cierre de los negocios e industrias han impactado económicamente mucho más allá de los límites de la ciudad, ya que las economías urbanas representan el 80% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
No obstante, el organismo destacó que las ciudades también son centros de resiliencia, y la crisis ha demostrado la solidaridad de los habitantes en las zonas urbanas, quienes se han adaptado, casi de la noche a la mañana, a nuevas formas de trabajo y funcionamiento.
De igual manera, debido a la pandemia, los gobiernos locales han creado nuevos carriles para bicicletas y zonas peatonales, además de que se han acelerado tendencias como la digitalización, los cambios al trabajo remoto y la entrega virtual de servicios esenciales.
Por otro lado, diversos estudios sugieren que la mala calidad del aire se correlaciona con tasas de mortalidad más altas de Covid-19. El confinamiento ha reducido significativamente la contaminación del aire y de gases de efecto invernadero en las ciudades; sin embargo, esto podría ser solo temporal, si las ciudades se reabren sin políticas que eviten la contaminación del aire y promuevan la descarbonización.
“La recuperación es una oportunidad para repensar la vida urbana para abordar la crisis climática y adaptarse a la realidad de esta y futuras pandemias”, mencionó ONU-Hábitat.