Por Román Torre*
En València, un alcalde llegó en bici a su primer día de trabajo y comenzó una revolución tranquila: calles más humanas y una red ciclista que cambió hábitos en pocos años.
Spoiler: no fue un camino de rosas.
En 2015 Joan Ribó (Compromís) entra en la Alcaldía… pedaleando. Sin coche oficial, candado en la mano. No era postureo: era el mensaje
👉 “Si el alcalde puede, la ciudad puede”.
Ribó declaró: “no necesito la vara ni el mando: prefiero el diálogo”
Con el nuevo gobierno, activistas se convirtieron en aliados y colaboradores de la concejalía.
Al mando de Movilidad, Giuseppe Grezzi, activista de Valencia en Bici, hecho concejal. Objetivo: pasar de tramos sueltos en acera a red conectada en calzada, segura y legible
Se institucionalizó la participación con la creación de la Mesa de la Movilidad de València, un foro con 40 entidades ciudadanas, empresas y administraciones, que era una vieja reivindicación de València en Bici, finalmente atendida.
La pieza clave: Anillo Ciclista (2017). Un aro de ~5 km rodeando Ciutat Vella, ahora ancho y segregado. Funciona como “volante de distribución”, para vertebrar todos los carriles.
Antes bordear el centro era jugársela; desde entonces, es rutinario… y rápido.
De ahí, la expansión: +60 km nuevos de carril, conexiones a universidades, barrios y puentes. De 131 km heredados se pasó a 188 km en 2023, más ciclocalles y casi el doble de aparcabicis.
Una diferencia clave: muchos carriles bici de València no son pintura sobre acera ni plástico débil. Son vías en calzada, segregadas con piezas de hormigón, más anchas y duraderas.
Eso hace que se sientan seguros y que coches y bicis tengan claro dónde va cada uno.
El impacto es innegable:
📈 +300% de ciclistas en 5 años
🚴 8.500 bicis al día rodeando el centro
🌿 Menos coches, menos humo, más vida en la calle
🏆 València hasta ganó el título de Capital Verde Europea 2024.
¿Resistencias? Muchas, siempre:
✔️ “Nos quitan carriles y aparcamiento”
✔️ “Atascos”, “caos”, “chapuza”
✔️ Columnas y tertulias pidiendo marcha atrás
Críticas técnicas a diseños concretos: puntos conflictivos, aprendizaje y ajustes.
2019 fue un test electoral
La oposición quiso convertir los carriles bici en arma arrojadiza. ¿El resultado? Ribó revalidó alcaldía y Compromís subió en barrios con nuevos carriles. La gente ya había probado el cambio.
Pero la transformación no fue solo carriles bici:
👉 Se peatonalizó la Plaza del Ayuntamiento
👉 Se implantó la primera supermanzana (en la Petxina)
👉 Calles 30 y ciclocalles
👉 Más espacio para peatones y terrazas
Un cambio de escala: del coche a la ciudad vivida.
No todo salió perfecto
Valenbisi perdió fuelle, algunos cruces mal resueltos, tramos por pulir. La diferencia fue de enfoque: corregir sin rendirse, priorizando seguridad e interconexión
¿Que crees que podría mejorarse?
Pero algunos no cedieron nunca. Box hizo del carril bici un enemigo. Mención especial para su candidato Juanma Badenas un auténtico fantasma, lLegó a posar con un taladro gigante prometiendo arrancarlos…Patético.
En 2023, PP y Box toman el poder.
“no vamos contra la bici, pero…”. Realidad: eliminaron el primer carril en San Isidro
Tramos cofinanciados y desmontarlos puede costar millones. Y sobre todo: una ciudad que probó la bici difícilmente quiere volver atrás.
La lección de València:
✅ Una red continua hace que la bici se use.
✅ El ejemplo humano (un alcalde pedaleando) inspira.
✅ La batalla es cultural: ¿avanzar hacia calles humanas o mirar por el retrovisor?
Las ciudades no cambian de un día para otro, cambian porque alguien insiste, otros corrigen y muchos resisten. En València, la bici dejó de ser ocasional para volverse cotidiana.
*Román Torre
Es cocreador de Rotor Studio y forma parte del Observatorio Xixonés de movilidad
Movilidad sostenible y desarrollo del bienestar de las ciudades en tiempos de emergencia climática









