Por Laura Zazueta González*
Este 2024, tiene la particularidad de ser un año electoral de vital importancia para el país, por lo que estará lleno de retos a vencer, en los aspectos: económico, político y social.
Estamos en plena campaña, y habrá que evitar choques frontales en cuanto a las visiones que se tienen de país, de proyectos y propuestas de los dos únicos precandidatos que están en campaña, el reto inicial desde este punto de vista es evitar la violencia, con una atinada participación de las autoridades electorales, de los partidos políticos y de los candidatos.
Uno de los retos en el sector inmobiliario para este 2024, es satisfacer la demanda de vivienda que existe, aun cuando ha crecido en algunos segmentos y zonas de la ciudad, sigue existiendo un déficit importante a cubrir con relación a lo que la población requiere.
Por ejemplo, la vivienda de interés social se ha dejado de construir, por factores como el encarecimiento de la tierra, los costos de construcción, el costo de los créditos y la tardanza en la autorización de los permisos que se requieren.
Esto provoca, menos oferta, menos colocación de créditos, y por lo tanto se mantiene la demanda, misma que se cubre con vivienda usada y con algunos desarrollos que se encuentran bien ubicados, que destacan con el resto del mercado.
Hay que estar atentos también, al factor inflación ya que, si bien se ha moderado, ha ocasionado un menor ingreso y capacidad de pago, de forma que las familias no han aumentado su nivel de ingresos al mismo ritmo que la inflación, y por lo tanto su capacidad de pago ha disminuido.
Todo lo anteriormente comentado, significa un reto que debemos de convertir en oportunidad, y trabajar todos los que conformamos la industria, para generar políticas de vivienda, debidamente sustentadas, para presentarlas a quienes queden en las diferentes autoridades que nos regulan, a efecto de generar un crecimiento real de este sector, que es tan importante en la economía de nuestro país, contemplando los objetivos de desarrollo sostenible.
Aprovechar las oportunidades que se presentan, como la figura del nearshoring, que nos muestra la confianza que tienen empresas tanto nacionales como extranjeras en el país.
Concretar oportunidades que nos brinda la digitalización, ya que juega un papel importante en la comercialización, innovar en materia de financiamiento, con nuevos productos, y enfoques para el financiamiento de viviendas, con el objetivo de hacer la propiedad más accesible.
Debemos diversificar los sistemas constructivos, para generar opciones más asequibles y que brinden mejor calidad de vida, es decir desarrollos sustentables con un fuerte enfoque en la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente; y lo fundamental lograr una colaboración entre el sector público y privado para tratar lo que requiere la infraestructura y la vivienda asequible.
Por ello, los profesionales inmobiliarios, debemos estar atentos a estos cambios, que se dan en el mercado y participar de manera importante como asociación en las decisiones que se tomen en el sector, con una actuación proactiva, que nos permita actuar y capitalizar las oportunidades, adaptarnos a los cambios con una visión estratégica, que nos permita prosperar en el mercado inmobiliario.
*Lic. Laura Zazueta González
Consejera de AMPI Nacional.