Por Ignacio Lacunza Magaña*
La situación global post pandemia ha sido ambigua, en México las últimas semanas ha demostrado
un dinamismo y crecimiento, sin embargo, de acuerdo con datos del INEGI, el tercer trimestre de
2022, el PIB mostró un aumento de 1 por ciento respecto al trimestre previo y de 2.7 por ciento en
los primeros nueve meses del año. Con todo y el efecto COVID, la economía global creció 5.9 por
ciento a tasa anual de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el cual fue mayor a lo previsto
y el mas alto en los últimos 48 años.
El sector inmobiliario a lo largo de la historia ha demostrado una resiliencia que permite que la
economía de los países se recargue en el para poder salir avante de los retos que la pandemia nos
trajo; existen factores externos como lo es la Guerra entre Rusia y Ucrania que comenzó a principios
del año pasado y que repercutió seriamente en los comodities como el acero, el cemento y muchos
otros, que son parte fundamental de la industria. Incluso con el esfuerzo y apoyo de las instituciones
crediticias las cuales ofrecieron unas tasas tan atractivas que no se habían dado en mucho tiempo,
las personas dudaron en comprar una vivienda, y el inventario que se encontraba rezagado a precios
competitivos se terminó y ahora deben de lidiar con oferta de vivienda a precios mayores que
incluyen los ya mencionados.
Nuestro vecino del norte continúa con un alza en sus tasas, pero no son los único que reportan este
incremento, lo cual desincentiva la adquisición de créditos hipotecarios y a su vez afectan al sector.
No olvidemos aquella frase coloquial que dice “Si Estados Unidos estornuda, a México le da gripa”,
de hecho, el incremento en las tasas de interés de EE. UU, indican que ya se percibe cierta
desaceleración en la actividad económica; la tan ansiada pausa en el alza de tasas no se llevó a cabo.
¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento económico 2023? Sin duda somos optimistas y seguros
estamos que una de las buenas acciones que ha dejado la pandemia es el entendimiento de trabajar
con alianzas que nos dejen a todos una manera de ganar – ganar y dar a los clientes la mejor opción
en vivienda.
Otro de los factores que ayudará a tener un año próspero, sin duda alguna es el impulso a las
exportaciones manufactureras, las remesas y el turismo. Esta semana se reunirán en México los
presidentes miembros del TMEC, de dicha reunión esperamos grandes noticias que incentivarán los
factores mencionados.
La demanda de vivienda en 2023 no se detiene, se sigue adaptando a los nuevos requerimientos de
la población, que cada vez es mas conocedora y exigente, que sabe que es lo que quiere y que con
la digitalización acelerada solicitan información clara, pronta y precisa. El espacio y la funcionalidad
de la mano de un buen precio son los requerimientos que los clientes ven y solicitan.
Se debe de atender el mercado de acuerdo con las necesidades, ser digitales, ser disruptivos, salirse
de la caja y pensar en todos aquellos clientes potenciales que hoy por hoy han sido olvidados.
La falta de tierra por precio alto dio pie a la vivienda vertical, que seguirá en tendencia, como lo ha
sido a nivel mundial; los modelos de negocio tales como las fibras, los crowfundings y otros
parecidos seguirán en expansión.
Debemos estar al tanto de la evolución inmobiliaria y quien no se sume y se adelante a los hechos
quedará fuera. Persistirá el que innove, el que impacte, el que de soluciones.
En la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, AMPI, estamos trabajando y creando
nuevas opciones que ya están en marcha, creando alianzas, pero sobro todo pensando en nuestros
asociados que brinden a sus clientes soluciones atractivas. ¿Cómo veo el crecimiento inmobiliario
2023? Yo lo veo verde, lo veo AMPI¡¡¡
*Ing. Ignacio Lacunza Magaña
Presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Nacional 2023.
