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Nuevas ciudades en el Reino Unido

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Nuevas ciudades tradicionales y contextuales

Por Flavio Díaz Mirón Rodríguez*

En mi último artículo escribí sobre los nuevos proyectos de vivienda en Inglaterra esperando cambiar la opinión de los especialistas mexicanos en la construcción y arquitectura. Es posible –y redituable– construir vivienda e inmuebles comerciales en estilos tradicionales (vernáculos y clásicos). Describí brevemente la forma en que estos proyectos se realizaron conforme a tres conceptos del urbanismo contemporáneo (relleno urbano, reconfección urbana, y densidad suave). El artículo se ubica en un contexto de grandes expectativas de vivienda para México.

Cabe mencionar que, los tres conceptos invocados reflejan de manera no exhaustiva la problemática del urbanismo actual, desconectado con su entorno y desproporcionado en su medida. Empero, estos nuevos inmuebles en Inglaterra dan esperanza al futuro de la arquitectura porque ofrecen una visión edificadora de civilización en un mundo de tensión. Sin embargo, ¿qué podemos esperar de proyectos de mayor escala?

En este artículo, voy a escribir sobre nuevos proyectos urbanos de mayor escala, es decir, comunidades y pueblos enteros de más de 2000 casas. Estos proyectos se llevaron a cabo a finales del siglo XX y principios del XXI, y todos fueron resultado de una intensa planeación. La planeación fue especial dado que se propuso crear comunidades reales con uso mixto de suelo, ingresos mixtos, edificios y espacios públicos, arquitectura vernácula, densidad suave, y gestión sustentable de residuos. El primer proyecto que describo a continuación fue criticado por el establishment arquitectónico, sin embargo, culminó en un éxito comercial.

Quizás, si estaban al tanto de la escena arquitectónica anglosajona, no habrán pasado desapercibidas las opiniones del Rey Carlos III cuando era príncipe de Gales. En aquel entonces, el príncipe Carlos habló públicamente en repetidas ocasiones sobre la desconexión entre planeadores y arquitectos con los habitantes británicos. Su opinión no fue desatinada. La compañía Grosvenor publicó una encuesta realizada por la encuestadora YouGov en la cual descubrieron que solo el 7% de la población confiaba en sus ayuntamientos y solo el 2% confiaba en las desarrolladoras.

Dado lo anterior, el príncipe Carlos decidió construir en sus propias tierras una extensión urbana de más de 2000 casas junto a la tranquila ciudad de Dorchester, y se llamó Poundbury. Inspirado por la nueva comunidad tradicional diseñada por Andrés Duany, Elizabeth Plater-Zyberk y Léon Krier de Seaside en Florida, Estado Unidos, y por el nuevo movimiento urbanista New Urbanism, el expríncipe de Gales contrató al luxemburgués Léon Krier a que diseñara su plan maestro y que llevara a cabo su realización.

La planeación de Poundbury fue difícil. La concepción tradicionalista de Krier contrastaba con la experiencia funcionalista de los desarrolladores. Acostumbrados a construir con planes de zonificación, desconfiaban de la visión integral de Krier en que una comunidad era más que una extensión de casas. Krier sostenía que las ciudades exitosas están compuestas de mini ciudades, barrios o distritos (colonias en México), y que estos barrios o distritos tienen partes esenciales para la vida en comunidad. Los desarrolladores le «dieron el avión».

Dio un fuerte manotazo en la mesa y frente a todos los directivos y supervisores el príncipe gritó: «¡Krier estará al mando y seguirán sus órdenes!» Ante tal reprimenda los desarrolladores siguieron la metodología de Krier e iniciaron construcción en 1993. Construyeron barrios con plazas centrales; las calles y callejones imitaron la red orgánica e irregular precedente en Dorchester; se decidió emplear arquitectura clásica para edificios importantes mientras que para edificios comerciales o de menor rango se decidió emplear la arquitectura típica de la región; se colocaron parques y jardines; se integraron talleres de oficios tradicionales de construcción; no se permitieron arquitecturas modernistas, ni interpretaciones modernas, ni arte público abstracto; se alzaron estatuas clásicas de personajes recientes; se mezclaron residencias de interés social con residencias de ingresos medios y altos; se construyó una planta de biogas con los residuos orgánicos locales; se priorizó la caminabilidad; y se permitieron edificios diferentes, pero al mismo tiempo se crearon barrios con apariencia homogénea.

La crítica del establishment arquitectónico estuvo de fiesta. En casi todas las revistas y círculos de arquitectura, incluidos The Guardian y The Times, se burlaron de Poundbury, calificándolo como el «pueblo-juguete» propiedad del príncipe, o como el pueblo «experimental» del príncipe. Poundbury mantuvo su estrategia comercial: ofrecer casas que a la mayoría de la población le gustaban, construidas con muros sólidos de mampostería para garantizar su durabilidad, y dispuestas de tal manera que imitaran los pueblos históricos de aquel país.

Poundbury fracasó en la crítica, mas triunfó en lo comercial. Se vendió la totalidad de lotes y casas en diversos esquemas de interés social y al mercado abierto (30% del total fueron casas asequibles). Gracias a la provisión de usos mixtos de suelo, se instalaron varios comercios, fábricas y cooperativas generando trabajo local; según un estudio de 2010 hecho por el condado de Dorset, más de 2000 residentes trabajaban en más de 180 negocios locales. Se construyeron escuelas mientras otros colegios se mudaron a Poundbury. El pueblo «experimental» del príncipe ha contribuido con más de 500 millones de libras esterlinas (más de 12 mil millones de pesos mexicanos) a la economía del condado de Dorset.

Desconozco los efectos positivos de Poundbury para el medio ambiente. En efecto, sería interesante medir el ahorro de horas-energía-emisiones de residentes trasladándose a sus lugares de trabajo a pie; la producción de biogas con residuos orgánicos; o la construcción y mantenimiento de más de 2000 casas usando predominantemente materiales naturales como el ladrillo, piedra y madera, en vez de materiales sintéticos y petroquímicos. El diseño tradicional podría representar de forma más fidedigna al diseño sustentable.

Poundbury fue la chispa que encendió el fuego. Su éxito se sitúa dentro una red internacional de pueblos nuevos inspirados en el urbanismo tradicional en el Reino Unido, España, Francia, Bélgica, Países Bajos, Estados Unidos y Guatemala; todos con efectos similares tanto en la crítica como en lo comercial. Otros proyectos de mayor escala en el Reino Unido son el nuevo pueblo de Nansledan en el condado de Cornwall al sur de Inglaterra y Tornagrain en las Tierras Altas del norte de Escocia.

Siguiendo el mismo método de Poundbury, Nansledan se proyectó con un plan maestro,  diseñado por la compañía Adam Urbanism en colaboración con Léon Krier y con The Prince’s Foundation. Se optó por imitar al urbanismo precedente de la adyacente ciudad de Newquay. Se contemplaron más de 3000 residencias, con los colores pastel característicos de la región –similares a la policromía de Notting Hill, Londres– y se puso la primera piedra en 2014. Se definieron 10 principios rectores: Consulta pública, plan maestro, sustentabilidad, identidad local, recursos locales, necesidades indígenas, relación con Newquay, estudio de impacto ambiental, uso eficiente del suelo y viabilidad.

La fórmula arrojó los resultados esperados. Nansledan recibió el Premio Gindroz 2025 a la Excelencia en Vivienda Asequible del Instituto de Arquitectura y Arte Clásicos (ICAA por sus siglas en inglés) por el diseño e implementación de comunidades de ingresos mixtos, hermosas, sostenibles y transitables. También recibió el Premio Nacional de Diseño Urbano 2021 por su plan maestro y fue galardonado por los Premios RICS («Royal Institution of Chartered Surveyors») del Reino Unido por sus desarrollos de Kew An Lergh y Skol, celebrados por su impacto comunitario y sustentabilidad.

La red de nuevos pueblos tradicionales fue en aumento. En Escocia, en 2018, se autorizó la construcción de una comunidad de más de 5000 residencias, llamada Tornagrain. La compañía de arquitectura Ben Pentreath lideró el proyecto y las fases iniciales, destacando una de las construcciones urbanas nuevas más hermosas del reino; se construyó una media luna o «crescent» muy a la manera de la «Royal Crescent» de Bath, Inglaterra, diseñada por John Wood the Elder, con una extensión verde frente al lado cóncavo de la media luna.

Tornagrain ha recibido múltiples premios, entre ellos, el Premio al Proyecto Urbano Philippe Rotthier en 2024 por su planificación y diseño urbano, y el Premio a la Comunidad de The King’s Foundation en 2023 por la labor de su asociación comunitaria. Estos premios reconocen el éxito de Tornagrain, Nansledan y Poundbury, como nuevas ciudades sostenibles que combinan principios arquitectónicos tradicionales con un fuerte enfoque en el bienestar comunitario.

En conclusión, con este artículo espero haber cambiado la opinión de urbanistas y arquitectos mexicanos en que es posible –y redituable– construir pueblos y comunidades inspirados en el urbanismo tradicional. A pesar de ser proyectos galardonados, tienen poca difusión en los canales arquitectónicos debido a que no encajan con la ideología modernista, tan enfocada en la innovación tecnológica y experimentación digital. Por lo menos, espero haber alimentado la curiosidad de diseñadores y emprendedores de bienes raíces por métodos y diseños más sustentables y hermosos.

Referencias:

Adam Urbanism (ND) Poundbury (North East Quadrant), Dorset: https://www.adamurbanism.com/project/poundbury-north-east-quadrant-dorset/

Ben Pentreath (ND) Tornagrain: https://benpentreath.com/masterplanning/larger-scale-masterplans/tornagrain-2022/

Duchy of Cornwall (ND) Our Philosophy & Principles: https://nansledan.com/philosophy/

McWilliam, C. (2019) “The British public have lost faith in the planning system – so how can we rebuild trust?”, City Monitor: https://www.citymonitor.ai/analysis/british-public-have-lost-faith-planning-system-so-how-can-we-rebuild-trust-4687/?cf-view

O’Donell, J. (2010) “Poundbury’s £330million boost to local economy”, Dorset Echo: https://www.dorsetecho.co.uk/news/8318514.poundburys-330million-boost-to-local-economy/

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