Si la pregunta fuera si es necesario regular Airbnb, la respuesta tendría que ser sí, pero cuidando los objetivos, alcances y formas de las nuevas normativas, para evitar que, en lugar de ser parte de la solución, solo amplifiquen el problema
Por Horacio Urbano
La vivienda se ha convertido en una inmensa preocupación para millones de personas, personas de todas las edades y grupos sociales, que cada vez ven más fuera de su alcance los precios para comprar o rentar la vivienda que necesitan, justo en la misma medida en que esos precios crecen a mucho mayor velocidad que sus ingresos.
A ese encarecimiento de la vivienda se suman la cada vez mas preocupante debilidad de la oferta, así como una serie de procesos urbanos, sociales y económicos, relacionados, y que tienen como mayor exponente, la expulsión de los centros urbanos de quienes habiendo crecido en esos mismos lugares, ya no pueden pagar los altos costos de vivir en ellos.
Más vale reconocerlo… Un fantasma recorre el mundo sin olvidar darse una vueltecita por las ciudades mexicanas…
La gentrificación, que, y ojalá así se entienda, no es causa, sino efecto, de una serie de procesos relacionados con la forma en que los gobiernos conducen la transformación urbana y atienden las necesidades de vivienda de sus habitantes.
La gentrificación, que eleva los precios de todo tipo de inmuebles y provoca que familias y negocios se vean obligados a migrar, y en muchos casos, estos últimos, a cerrar.
Y digo todo esto como indispensable antecedente para poder entender que no hay una sola causa de esta malévola gentrificación, y que ahora que pareciera que el enemigo a vencer es Airbnb, no podemos cometer el inmenso error de pensar que la solución a una crisis de vivienda era ta sencilla como regular Airbnb.
Nel… La cosa no va por ahí, o por decirlo mejor, no va solo por ahí.
Porque visualizar un problema tan grande y complejo como una crisis de vivienda y pretender simplificarlo por la vía de elegir un único problema y asumirlo como el gran causante de esa crisis, solo trivializa el problema y diluye el alcance tanto del diagnóstico, como de las posibles respuestas.
Nel. Una crisis de vivienda se debe entender en toda su complejidad y atender a partir de una política integral que visualice todas las vertientes de la enfermedad, el diagnóstico, el tratamiento y la medicina.
Es así que hace poco hablábamos de la iniciativa con que el gobierno de la Ciudad de México buscaba regular las alzas en las rentas, y es así que apenas la semana pasada sacaron una más para regular Airbnb.
Y entonces, si la pregunta fuera si es necesario regular Airbnb, la respuesta obligada tendría que ser sí, porque es evidente el impacto que esta plataforma y similares tienen en la industria hotelera, y más aún, y bastante más preocupante, el que tienen en la oferta de vivienda, en la medida en que ocupan parte del parque habitacional para destinarlo a rentas de corta estancia, en detrimento de la oferta en larga estancia, dirigida a residentes.
Sí, dejémonos de cosas, hay que regular Airbnb, pero cuidando mucho los objetivos, alcances y formas de tal regulación, para evitar que en lugar de ser parte de una respuesta integral ante la crisis de vivienda, la nueva regulación solo amplifique el problema y, sin más, sea solo un ataque directo a estos modelos de ocupación y, ojo a esto, a quienes invierten en propiedades para subirlas a ellas.
Porque el hecho es que más allá de los debates morales que giran en torno al Derecho a la Vivienda, la vivienda es, además de un bien social, un evidente bien económico, que debe ser considerado como patrimonio e inversión, que genera rentas y plusvalías.
Y es así qué hay quienes invierten para comprar una vivienda con el objetivo no de habitarla, sino de “ponerla a trabajar” ofreciéndola en renta.
Y ya en estos terrenos, hay quienes lo hacen poniéndola en renta en larga estancia para residentes, y quienes apuestan por modelos de corta estancia, que en principio, ofrecen mayores rentabilidades.
Y, se vale, como por qué no.
Aunque ojo, que esa libertad individual de invertir en una vivienda y decidir qué hacer con ella, ocurre dentro de los márgenes de un marco regulatorio.
Marco regulatorio, cuya actualización debe ser frecuente y que, en este caso, ahora debe reconocer la disrupción de plataformas que inevitablemente llegan, y llegarán, acompañando a los avances de la tecnología.
Entendámonos; Airbnb y similares llegaron para quedarse…
El reto es entender sus alcances y posibilidades, y encontrar las formas de reflejarlas como parte de las lecturas del reto y aprovecharlas al momento de generar las respuestas ante los retos de la vivienda.
Toca, como siempre que se hable de regulación en materia de vivienda, buscar equilibrios entre inquilinos, propietarios, desarrolladores y financieros, y entre el bien común y el interés colectivo, para a partir de ese equilibrio, garantizar un sistema armónico y eficiente, en que la oferta sea en verdad integral, entendiendo esa integralidad como la forma de dar respuesta a todas las vertientes del reto habitacional: A TODAS.
Que quede claro, de muy poco va a servir regular Airbnb, si esa regulación no forma parte de un conjunto de acciones pensadas para dar nuevas capacidades a una política integral de vivienda, una política verdaderamente integral, que reconozca todas las vertientes de la demanda y busque darle respuesta a cada una de ellas, lo que significa profundizar en lo que la gente en verdad necesita y puede pagar, para conformar un sistema que brinde modelos de ocupación, producción y financiamiento a la altura del reto.
Acapulco, Reconstrucción resiliente
De nuevo Acapulco. Esta vez 39,000 viviendas dañadas, 127,000 damnificados y las infraestructuras y la economía colapsadas.
Evidentemente toca reconstruir. Pero el reto es que además de recuperar lo perdido, el tamaño de los daños y la enorme probabilidad de que esto vuelva a pasar, sea el incentivo necesario ara plantear una reconstrucción prospectiva y resiliente, que tenga en la mira el Acapulco del futuro.
Ojo, se trata de mucho más que de solo volver a levantar viviendas.
Vivienda 360/Vivienda para Todos
Los invito a conocer, compartir y usar Vivienda 360/Vivienda para Todos. Un documento que generamos en Centro Urbano con el objetivo de recoger, generar, agrupar, organizar y presentar estas ideas.
Es en esencia un recetario que propone tres acciones esenciales, y una caja de 100 herramientas para entender y atender el reto habitacional.
Los invito a leer, compartir y comentar. Esta es la sexta actualización de este documento. Un documento vivo, que no queda cerrado, porque se estará actualizando periódicamente, agregando, depurando y afinando… Agregando, depurando y afinando… Agregando, depurando y afinando…
Aquí les dejo la liga: https://centrourbano.com/revista/publicaciones/360o-vivienda-para-todos/
Próximamente: Hombres y Mujeres de la Casa 2024
Primera llamada. Estamos a unos cuantos días de anunciar los ganadores del Premio Hombres y Mujeres de la Casa 2024.
Será la XXIII edición del reconocimiento más importante del sector inmobiliario mexicano, que como cada año, reconoce el talento, esfuerzo y compromiso de quienes dirigen las empresas e instituciones más importantes del sector vivienda.
Estén atentos y sean parte de este ejercicio de Construcción de Comunidad.
Aquí les dejo la crónica de la ceremonia del año pasado: https://centrourbano.com/revista/impresos/revista-hym-magazine-invierno-2024/
Informes: [email protected]
