El Infonavit está a punto de llegar a 10.5 millones de créditos otorgados en sus 46 años de existencia.
10.5 millones de créditos que significan algo impresionante; uno de cada tres mexicanos vive en una casa financiada por el Instituto.
10.5 millones de créditos son un logro enorme, que muchos se van a querer presumir como propio… pero el mérito es todo de trabajadores y patrones que con su esfuerzo han aportado los recursos que han hecho al Infonavit lo que es.
También es para destacar el papel que ha tenido el tripartismo del organismo… Porque no está de más recordar que el Instituto se gobierna por un órgano tripartita formado por representaciones de las partes que aportan recursos al fondo; trabajadores y patrones, que se complementan con la del gobierno…
Atención a lo que representa este tripartismo, porque ha sido el contrapeso que ha dado equilibrio a una operación que ha estado sujeta a los vaivenes de los gobiernos.
El Infonavit ha sobrevivido a pesar de malas decisiones de gobiernos y de su propia administración… Ha tenido periodos en que tuvo como directores a políticos que nada sabían de vivienda o hipotecas.
Porque en 46 años el Infonavit ha tenido directores terribles… algunos malos… otros buenos… y alguno muy bueno.
¿Quién será el mejor director que ha tenido Infonavit?
¿Y el peor?
Porque Infonavit ha tenido directores muy malitos… Y otros que han ocupado el cargo solo como banca de lujo en tanto el sistema los “recompensaba” con algo mejor
¿Se acuerdan que entre los directores del Infonavit hay que apuntar a Emilio Gamboa, José Francisco Ruíz Massieu y Gonzalo Martínez Corbalá? Los tres más bien muy malitos, que nada aportaron en el poco tiempo que estuvieron en el Instituto.
De entre los recientes directores del Infonavit, desde luego destaca Víctor Manuel Borrás Setién, que le dio un giro muy importante en favor de la eficiencia y de la calidad de la estructura financiera, de la sustentabilidad y de la ampliación del portafolio de productos crediticios.
Haciendo historia habría que decir que el Infonavit ha sobrevivido a decisiones tan malas, que lo llevaron a convertirse en constructor y comprador de suelo, a perder el fondo que administraba, o a hacer reformas a su legislación que detonaron la horizontalidad de sus proyectos y en consecuencia la expansión descontrolada de las manchas urbanas.
En 46 años llegó a tener modelos tan malos, como aquellos años del Infonavit constructor y comprador de suelo que solo sirvieron para enriquecer a unos y desfondar al fondo.
Pero también hubo buenas decisiones en el Instituto, como fue precisamente el acabar con ese Infonavit constructor y comprador de suelo, asumir el reto de ser buen administrador del fondo, incorporar ecotecnologías, diversificar su portafolio de productos crediticios, y reconocer y asumir su naturaleza financiera.
Porque ojo; el Infonavit no opera con recursos públicos, sino con ahorro y aportaciones de trabajadores y patrones.
El enorme fondo que administra el Infonavit se forma por recursos privados, bajo cuentas individualizadas para cada trabajador, que forman parte del ahorro para el retiro de los mismos…
Pero tan ha habido buenas decisiones, que ha podido incursionar en el mercado de valores y recibir notas muy altas por parte de las calificadoras.
También habla de las buenas decisiones en Infonavit el hecho de que siendo un banco tenga indicadores financieros de alta calidad en todos los aspectos que definen la eficiencia y responsabilidad de un banco.
¿Hay retos para Infonavit ?
Por supuesto… muchos, es una GRAN institución de nuestro sistema de seguridad social. Hay que cuidarla y hacer que siga cumpliendo con excelencia su doble mandato: administrar el fondo que administra y dar créditos para vivienda.
En el análisis de este sexenio habrá que ubicar al Infonavit entre los organismos ligados a la administración pública que mejores cuentas entreguen, bajo la dirección de Alejandro Murat, que estuvo al frente del organismo hasta su salida para contender por el gobierno de Oaxaca, momento en que llegó al relevo David Penchyna, que todo apunta, será quien entregue el Instituto a Juan Carlos Zentella, candidato del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para ser el próximo director general del Instituto.
Y si bien es cierto que la transición aún no inicia formalmente, las aguas ya se empiezan a mover en el Infonavit, y la semana pasada trascendió que Abelardo Carrillo dejaba de ser titular de la Dirección del Sector de los Trabajadores, uno de los ya mencionados pilares del Instituto.
Será muy interesante ver quién ocupa el lugar de Carrillo, porque ahí habrá claros indicios de los inevitables ajustes en el equilibrio de fuerzas en el sector obrero, donde históricamente los únicos chicharrones que han tronado son los de la poderosa Confederación de Trabajadores de México (CTM), que dirige Carlos Aceves del Olmo.
Para el futuro habría que esperar que el Infonavit profundice en sus objetivos sociales… Pero que esto sea con base en el papel que le corresponde en las estructuras del sistema de seguridad social y del sector vivienda, reconociendo que es ante todo un banco, y que cumple su mandato constitucional en la medida que administra en forma eficiente la bolsa para el retiro que administra y otorga créditos que permitan a sus derechohabientes atender sus personales y distintos retos de vivienda.
10.5 millones de créditos son muchos créditos…
Pero ojalá que vengan muchos más… Y que cada uno de ellos sea en verdad semilla de patrimonio y de mejores oportunidades para quienes los reciben.