Reconociendo la imposibilidad de tener los mismos costos en todo el país, Infonavit ajusta a la alza el precio de la Vivienda para el Bienestar, que ahora queda en 630,000 pesos, y establece criterios para diferenciar y actualizar su valor
Por Horacio Urbano
La semana pasada se publicaron en el Diario Oficial las Disposiciones de Carácter General para Determinar el Precio Maximo de las Viviendas que construya el Infonavit, y que formen parte del programa Vivienda para el Bienestar, que puso en marcha la presidenta Claudia Sheinbaum, y que es el eje principal de su política sexenal de vivienda.
Recordemos que el programa nació con la meta de que el gobierno construyera 1 millón de viviendas de 60 metros cuadrados, que serían vendidas en 600,000 pesos a trabajadores con ingresos de dos salarios mínimos o menos, y que la meta ha crecido, hasta ubicarse en 1 millón 800,000 viviendas, manteniendo superficie y precio originalmente planteados.
Recordemos también, que el gobierno construiría a través de los grandes organismos nacionales de vivienda que tenemos en el país, Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), Fovissste, Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) e Infonavit, que tendrían la responsabilidad de construir 400,000, 100,000, 100,000 y 1 millón 200,000 viviendas, respectivamente.
Oh sí… La meta del Infonavit es enorme, y por eso es tan importante que el organismo esté ajustando a la alza el precio máximo de sus Viviendas del Bienestar.
Y claro… Habrá que ver si los otros organismos siguen la misma pauta para establecer y actualizar los precios de sus Viviendas del Bienestar.
Pero de regresó al caso Infonavit, al empezar la construcción de los primeros proyectos fueron surgiendo temas que han hecho necesario revisar con atención el precio, actual y futuro, de las viviendas, lo que llevó a la definición de los criterios que se publicaron en el Diario Oficial.
Porque ojo… Se pudo haber jugado con otras variables de la ecuación, como la superficie, pero se decidió que en todo caso, esta se mantuviera en los 60 metros cuadrados originalmente planteados por la Presidenta, para realizar vía precios las actualizaciones correspondientes.
De entrada, los nuevos criterios establecen que, por lo pronto (y este por lo pronto es importante), el precio máximo aplicable a nivel nacional para una Vivienda del Bienestar Infonavit, es de 630,000 pesos, lo que supone ya un incremento de 5% respecto al monto originalmente planteado para el programa, que era de 600,000 pesos.
Las nuevas disposiciones además reconocen que no es viable establecer un mismo precio para todas las viviendas del país, sin tomar en cuenta temas específicos relacionados con cada ubicación y cada proyecto.
Vaya pues, que el precio podrá ser diferente en cada región del país, en tanto no se rebase el precio máximo que, por ahora, queda en 630,000 pesos.
Y reconocen también, y esto es muy importante, que es muy posible que en el futuro se tengan que hacer actualizaciones al precio máximo por vivienda, y faculta al Instituto para hacerlos,
Esto último es muy importante porque es evidente que al establecer un precio, también tendría que establecerse un modelo de actualización.
Digo, porque es un hecho que el 1 de enero habrá ajustes inflacionarios en los precios de los materiales y de la mano de obra y que esto tendría, o que verse reflejado en el precio, o que contar con un subsidio que permitiera que el incremento en el costo no afecte al comprador de la vivienda.
Simple: actualización de precio o subsidio… Y lo sensato es la actualización… Sin descartar que pudieran llegar al programa subsidios locales, como el que acaban de anunciar en Nuevo León… o Nacionales, que hasta ahora no se han mencionado.
La medida era necesaria porque no hace más que reconocer la canija realidad… Porque no era lo más lógico establecer el mismo precio para una vivienda en la frontera norte, que para una en el sureste o en el centro del país.
Tan simple como que una misma vivienda no puede costar lo mismo en todas las regiones del país porque la estructura de costos puede variar en cada caso y, en algunos, esa variación puede ser verdaderamente significativa por temas tan obvios como el costo de la mano de obra o de la logística del traslado de materias primas.
Era evidente, en cada caso los costos son diferentes y esto se tiene que reconocer en los precios de una vivienda tipo planteada con base en una superficie habitable por vivienda que, esa sí, se pretende que sea igual para todo el país.
Y es que los criterios que definen las Viviendas del Bienestar son muy simples, deben tener una superficie de 60 metros cuadrados, desarrollarse en proyectos idealmente en vertical, y con densidades sugeridas de 150 viviendas por hectárea.
Eso es la Vivienda para el Bienestar.
Una Vivienda para el Bienestar que tiene que ser social y financieramente viable, y por eso, reconociendo la imposibilidad de tener los mismos costos en todo el país, Infonavit ajusta a la alza el precio de la Vivienda para el Bienestar, que ahora queda en 630,000 pesos, y establece criterios para diferenciar y actualizar su valor.
Eso sí. Infonavit tendrá el gran poder de actualizar el precio máximo de sus Viviendas del Bienestar… Y citando al Hombre Araña, todo gran poder implica una gran responsabilidad..,
Recordemos que la Vivienda para el Bienestar es para reactivar la producción de vivienda social, en un esquema en que el gobierno entra a un segmento indispensable como política social, pero que no era económicamente viable para el sector privado.
Ojalá que el Infonavit sea extremadamente responsable con ese nuevo superpoder, para evitar que al estirar la liga del precio, distorsione todo el ecosistema de la vivienda…
¡Estamos buscando innovadores!
En las próximas semanas tendremos el segundo capítulo del Think Tank Inmobiliario que hemos desarrollado como parte de la plataforma de Liga Inmobiliaria, formada por un potente grupo de empresas y organismos, y que tiene como objetivo identificar y promover ideas que puedan transformar el sector.
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Inició el proceso para elegir ganadores del Premio Hombres y Mujeres de la Casa 2025, que a lo largo de sus 23 ediciones anteriores, se ha convertido en el más importante del sector inmobiliario mexicano.
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