Salir a Bolsa, sea con capital o deuda, no es cosa fácil… Y no se trata solo de la solidez del emisor, de la solidez de las variables macroeconómicas o de que, como dicen los expertos, se abra una ventana de oportunidad para hacerlo.
No… No es cosa fácil… Y menos en tiempos políticos en que escasea un insumo fundamental lo mismo para el desarrollo de la economía, que para el mercado de valores: CON-FIAN-ZA.
Por eso llama tanto la atención el que a poco más de un mes de unas elecciones que tienen a todo México con los pelos de punta, una empresa mexicana, HIR Casa, haya colocado con éxito una parte de su programa de Certificados Bursátiles en la Bolsa Mexicana de valores.
Resumiendo la operación, la firma que preside Ari Hirschhorn y dirige Eduardo Guzmán, colocó 700 millones de pesos, como primera parte de un programa que contempla llegar hasta 2,500 millones, y que está respaldado por los derechos de cobro de los contratos de adhesión al sistema de autofinanciamiento inmobiliario de la firma, parte del Grupo HIR, que nació hace 23 años.
No es novedad que una empresa de este grupo atraiga el interés de los inversionistas y dé una sorpresa de este tamaño, baste solo recordar algunas de las sorpresas que antes ha dado la firma…
Qué tal, por ejemplo, el inusitado éxito de Hipotecaria Nacional, que fue en su tiempo la sofol más importante del mercado, así como la venta de esa misma firma al poderoso BBVA Bancomer… O la compra del World Trade Center de la Ciudad de México… O la creación de una nueva sofom y su posterior transformación a Banco Inmobiliario Mexicano
Y eso por no hablar de los miles de viviendas que ha desarrollado la firma desde que fuera creada, hace más de 50 años, por el incansable Justino Hirschhorn, fuera de toda duda, una de las figuras más reconocidas y queridas del sector inmobiliario y financiero nacional.
Pero el caso es que con todo y la turbulencia política, que evidentemente se ha transmitido a todos los sectores productivos y al sistema financiero, HIR Casa, la empresa de autofinanciamiento inmobiliaria de Grupo HIR, salió a Bolsa y captó el interés de los inversionistas, lo que representa una importante muestra de confianza que traducida en recursos, permitirá sustituir deuda y fortalecer las operaciones de la firma.
GEO; CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA
A Casas GEO le hace falta una mano piadosa que le aplique la eutanasia y acabe de una vez por todas con el proceso destructivo que inició Luis Orvañanos Lascurain.
El caso es que en abril la firma omitió presentar su reporte trimestral a la Bolsa Mexicana de Valores, lo que provocó que sus acciones dejaran de cotizar…
Y aunado a esto, la semana pasada la viviendera informó que había sido demandado por Banorte por el incumplimiento en un fideicomiso y que esa demanda podía tener como consecuencia la muy esperada muerte de la que fue en su tiempo la empresa más grande del sector.
Y no… Antes de que vuelvan con la cantaleta de que GEO muere por las nuevas políticas de vivienda que puso en marcha el presidente Enrique Peña Nieto, hay que decir que no… GEO muere como consecuencia de malas decisiones y peores manejos… Muere como consecuencia de haber sido dirigida por Orvañanos, que hoy se pretende regresar al sector como si no hubiera pasado nada, cobijado por una nueva marca.