Por Horacio Urbano
La justicia no tiene -no debería tener- género.
Hoy, Día Mundial de la Mujer, es un obligado espacio de reflexión y acción en favor de la justicia y la igualdad. En favor de un mundo humanista sin diferencias y en que todos trabajemos para compensar desigualdades históricas.
Anoche, una amiga querida, como preámbulo a la jornada violeta de hoy, me mandó esto:
“El día de mañana habrá la Marcha Feminista en México.
“Es increíble que en el 2020 haya crecido 56% la violencia hacia las mujeres, ganen 18.5% menos que los hombres y se hayan reducido 11.3% empleos formales para ellas.
“Nuestro país nunca va a prosperar con estos números.
“Cuando veo a mi hija como se esfuerza -y yo también- y como nos apoyan mi esposo y mi hijo en todo, agradezco haber creado un hogar con equidad de género y con hombres inteligentes.
“Amigos hombres, cuide y protejan a sus mujeres y hagan un mundo do de sus hijas puedan florecer, es por sus mamás, es por sus hijas y es por nuestro pais”.
Nada que agregar.
Lo que toca es actuar desde cada trinchera, desde cada ámbito, para transformar realidades desde la esencia misma del problema, haciendo un frente común para combatir frontalmelmente todo tipo de violencia de género y, al mismo tiempo, construir condiciones que incidan directamente en los temas que definen nuestro actuar como sociedad.
Mucho, pero mucho por hacer en cuanto a educación.
Educación de todo tipo, lo mismo la académica, que la que se da en cada casa y comunidad.
Mucho por hacer al diseñar, construir y gobernar los espacios fisicos en que vivimos y llevamos a cabo nuestras actividades.
¿Pueden imaginar que en lugar de ser parte del problema, las Ciudades fueran parte de la solución?
¿Pueden imaginar el impacto que tendría que fueran mujeres las que diseñaran nuestras casas y ciudades?
¿Y diseñarán también los esquemas que permitieran que cada vez más mujeres y otros grupos vulnerables tengan mejor acceso a una vivienda y la Ciudad?
¿Cómo serían las casas y los créditos hipotecarios, el espacio y transporte público, o las calles y su iluminació, o sus cruces peatonales o carriles para bicicletas, si fueren hechas a partir de una perspectiva de genero pensada en cuidar?
Porque es evidente que los espacios físicos son el escenario en que se vive parte de la violencia de género que hoy constituye una de nuestras mayores vergüenzas.
“Desde cada ámbito y desde cada trinchera”… Y agradeciendo que el Día de la Mujer sea además oportunidad de saldar deudas pendientes con muchos otros grupos minoritarios o vulnerables.
La meta tendría que ser construir casas y ciudades que respondieran mejor a todo tipo de necesidades de mujeres… Pero también de niños, adultos mayores o personas con alguna discapacidad.
La meta tendría que ser que nuestras casas y ciudades fueran espacios propicios para el armónico, justo y equitativo desarrollo de personas, familias y comunidades.
Atendamos el llamado a la equidad y la justicia. Hagámoslos en nuestras casas, empresas y trabajos.
Vivimos tiempos difíciles en que a lo menos que podemos aspirar es a tener la voluntad y capacidad de unirnos para, juntos, construir sociedades cada vez más humanistas; sociedades justas y equitativas, en que juntos trabajemos para atender deudas históricas que ya deben ser parte del pasado.
Horacio Urbano
Presidente de Centro Urbano