Por Horacio Urbano
Se acaba un año terrible…
Pero, ¿qué va a pasar en el ya cada vez más cercano 2021? ¿Hay condiciones que permitan suponer que sera mejor que el año que termina?
La respuesta empieza, por supuesto, con lo que pueda pasar con la tan esperada vacuna, pero también, con las medidas que se tomen en cada país para hacer frente a las crisis social y económica que la pandemia ha provocado o agravado.
En el caso de México, cabe esperar que al mismo tiempo que se combate la pandemia y se empiezan a aplicar vacunas, el gobierno tome medidas que permitan proteger empleos y empresas.
Medidas que generen confianza a empresarios e inversionistas y se traduzcan en acuerdos para que, pensando en el futuro del país y el bienestar de su población, los tres ordenes de gobierno construyan entornos propicios para las actividades productivas y la generación de empleos.
Cabe esperar que los gobiernos pongan a las personas al centro de todo esto con acciones que hagan frente a los efectos que la pandemia habrá de tener en el ámbito social.
Habrá que proteger la economía de las familias y garantizar que tengan acceso a satisfactores fundamentales que aún hoy lo son más, en la medida en que tenerlos implica mayores niveles de protección frente a la enfermedad y garantizar todo tipo de oportunidades de desarrollo.
Habrá que confiar en que los gobiernos tengan la capacidad de fortalecer las actividades esenciales y reconocer la importancia de sectores productivos que, como el inmobiliario,y muy en particular, la Vivienda, implican la posibilidad de dar a la gente entornos que los protejan y acerquen a todo tipo de infraestructura urbana.
Hay que reconocer la importancia de lo que se hizo este año en materia de vivienda, con organismos nacionales, bancos, desarrolladores inmobiliarios y proveedores de insumos y servicios para el sector, que atendieron en forma oportuna y eficiente las necesidades de la sociedad y tuvieron además la capacidad de lanzar nuevos productos que permitieron que cada vez más familias pudieran tener su casa.
Hay que reconocer la trascendencia de una estabilidad macroeconómica que ha permitido tener acotados tipo de cambio e inflación, y mantener en los niveles más bajos de la historia las tasas de interés que personas o empresas deben pagar por un crédito.
Para el 2021 el reto será grande, habrá que trabajar mucho para defender la economía nacional… Y aún más para lograr proteger las economías familiares.
Habrá que impulsar con todo las actividades productivas y evitar que la falta de apoyos a nivel local al sector vivienda se vea reflejada en que la abundancia de créditos choque de frente con la falta de oferta.
Hay que entender el papel que habrá de tener la vivienda en el proceso de hacer frente a una pandemia y ser además un factor de desarrollo y justicia social.
Sirva esta última columna del 2020 como oportunidad para cerrar un año terrible… Pero también para desear a todos que el año próximo sea mejor y que seamos todos juntos los que logremos que así sea.
Abrazo fuerte y cariñoso a todos los que con su apoyo hicieron posible que Centro Urbano se fortaleciera y siguiera siendo voz y promotor de temas como ciudad, vivienda, desarrollo inmobiliario, construcción, arquitectura y financiamiento hipotecario.
Abrazo fuerte y mi eterno reconocimiento al increíble equipo de Centro Urbano que, como pasa con los mejores, fueron capaces de crecer ante la adversidad.
Mi solidaridad a quienes han sido víctimas de la pandemia y mi respeto al personal sanitario que no ha dejado de pelear contra el maldito virus.
Felices fiestas. Nos vemos en el 2021.