El tiempo invertido en el tráfico puede representar pérdidas de hasta 10,000 pesos mensuales, según estimaciones basadas en el salario promedio de un ejecutivo
Ejecutivos que residen en municipios del poniente y occidente del Estado de México invierten hasta 80 horas al mes para llegar a sus trabajos en Santa Fe, esto equivalente a casi dos semanas laborales.
La Encuesta Origen-Destino de la Zona Metropolitana del Valle de México 2025 indicó que más de 2.5 millones de personas dedican más de una hora diaria a sus traslados. Los habitantes del Estado de México registran los trayectos más largos: hasta cuatro horas diarias en promedio entre ida y vuelta. En un mes laboral, eso representa entre 70 y 80 horas invertidas solo en desplazamientos, sin considerar factores como lluvias o accidentes que pueden extenderlos aún más.
El TomTom Traffic Index 2024 reportó que la congestión vial de la Ciudad de México alcanza un nivel del 52 %, el más alto entre las urbes analizadas. Esto significa que un viaje típico puede demorar más de la mitad del tiempo adicional respecto a un trayecto en condiciones ideales.
En este contexto, el tiempo se ha convertido en un factor decisivo al elegir dónde vivir. Por ello, cada vez más ejecutivos mexiquenses optan por mudarse a zonas cercanas a sus centros de trabajo para reducir el desgaste diario y recuperar “tiempo de vida”.
De acuerdo con Desarrolladora Del Parque, este fenómeno ha incrementado la demanda de sus proyectos en Santa Fe, impulsada por ejecutivos provenientes de municipios como Huixquilucan, Naucalpan, Zinacantepec, Metepec, Ocoyoacac y Toluca. La firma señaló que esta tendencia refleja una migración residencial basada en proximidad y eficiencia.
Ahorro de tiempo, la nueva prioridad habitacional
En ese sentido, Angélica Soria, líder de comunidad en Up Santa Fe y Agwa Bosques de Desarrolladora del Parque, explicó que los ejecutivos están adoptando un nuevo enfoque en sus decisiones de vivienda, donde la calidad de vida ocupa un lugar central.
“Observamos un cambio de mentalidad: el comprador o arrendatario ya no mide su inversión solo en metros cuadrados, sino en horas de vida ganadas. En una ciudad donde el tráfico determina la calidad de vida, el tiempo ha desplazado al espacio como la verdadera medida de bienestar, productividad y valor inmobiliario”, señaló.
El costo del tiempo perdido también tiene una lectura económica. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, 2025), el salario promedio de un ejecutivo medio en México ronda los 250 pesos por hora. Bajo ese cálculo, las horas improductivas de traslado representan pérdidas mensuales de entre 10,000 y 20,000 pesos, sin incluir gastos de combustible o mantenimiento vehicular.
Soria señaló que vivir cerca del trabajo permite a los ejecutivos recuperar tiempo y mejorar sus finanzas personales.
“Vivir cerca del trabajo no es solo una comodidad; para muchos, es una decisión financiera racional. Si el tiempo se convierte en un costo, entonces una buena ubicación se convierte en una inversión. Para el desarrollador, los proyectos verticales con amenidades integradas, cercanía al transporte y zonificación mixta se vuelven la apuesta ganadora. El activo crítico deja de ser el suelo y se convierte en el tiempo recuperado, lo cual transforma la narrativa del valor inmobiliario: menos kilómetros recorridos, más minutos para vivir”, apuntó.
Desarrolladora Del Parque subrayó que esta tendencia comienza a modificar el comportamiento del mercado inmobiliario. Los ejecutivos con capacidad económica se reubican en enclaves estratégicos que reducen sus tiempos de traslado y les permiten ganar horas de descanso o convivencia.









