La modernización sustentable, la tecnología aplicada al diseño, el nearshoring y la preparación rumbo al Mundial 2026 redefinieron el rumbo del sector inmobiliario
El área de Proyectos y Desarrollos de JLL México informó que 2025 cerró como un año de ajuste estructural para el sector inmobiliario. Durante este periodo, la modernización sustentable, la digitalización del diseño, el impulso del nearshoring y los preparativos rumbo al Mundial de Futbol 2026 colocaron a México en una nueva etapa de exigencias para su infraestructura, con efectos directos en la competitividad del país en la próxima década.
El análisis del año confirmó que estas tendencias no responden a fenómenos temporales, sino que inciden de manera permanente en la forma en que México diseña, construye, opera y habita sus espacios corporativos, industriales y urbanos.
Renovación en el sector inmobiliario
Uno de los ejes más relevantes de 2025 fue la reconversión de edificios antiguos. Inmuebles desarrollados décadas atrás iniciaron procesos de renovación para ajustarse a criterios de eficiencia energética, reducción de emisiones y uso de materiales de bajo impacto ambiental. Estas intervenciones permiten recuperar construcciones que antes funcionaban como pasivos urbanos y transformarlas en activos sustentables, además de extender su vida útil sin recurrir a nuevas demoliciones.
Al respecto, Javier Gutiérrez, director de Proyectos y Desarrollos de JLL México, señaló que los edificios construidos antes del año 2000 cuentan con un amplio potencial de transformación.
“Los inmuebles previos a los 2000 pueden transformarse por completo. Con la renovación adecuada reducen consumos, mejoran su desempeño y se vuelven más atractivos para empresas que buscan ahorrar energía y operar en entornos responsables”, señaló.
Asimismo, los espacios corporativos atravesaron una etapa de reinvención. Las oficinas evolucionaron de esquemas colaborativos tradicionales hacia comunidades más flexibles, tecnológicas y orientadas al bienestar. Este modelo busca fortalecer la cohesión entre equipos, atraer talento y elevar la productividad mediante ambientes que favorecen la concentración, la creatividad y la convivencia.
En el ámbito industrial, el manufacturing wellness ganó terreno como una estrategia para mejorar el bienestar de los colaboradores. A través de tecnología, análisis ergonómicos y automatización, este enfoque permitió reducir la renuncia silenciosa, reforzar la seguridad y optimizar el desempeño en plantas productivas.
El nearshoring añadió presión a los corredores industriales, impulsado por la llegada acelerada de empresas que buscan instalar operaciones en México con infraestructura eficiente, rápida y de menor consumo energético. Esta demanda incrementó la necesidad de nuevas plantas, rutas logísticas y servicios complementarios, así como de una planeación urbana más precisa y apoyada en tecnología que permita anticipar el crecimiento industrial.
Tecnología y sustentabilidad en el sector
La consultora señaló que la Inteligencia Artificial (IA) se posicionó como la herramienta más influyente del año en el diseño de comunidades corporativas, la construcción inteligente y la planeación urbana. Su aplicación abarcó desde simulaciones de comportamiento hasta algoritmos que optimizan espacios, materiales y rutas de obra, lo que facilitó la toma de decisiones basadas en datos.
De acuerdo con Javier Gutiérrez, la IA permite prever cómo se moverán miles de personas dentro de un proyecto y definir, desde etapas tempranas, las decisiones que mejoran su eficiencia. Este enfoque contribuyó a reducir costos, minimizar desperdicios y fortalecer estrategias Zero Waste.
“La inteligencia artificial está transformando el proceso de diseño. Nos permite anticipar cómo se moverán miles de personas y prever cuáles decisiones harán más eficiente el proyecto desde su origen”, explica Javier Gutiérrez.
El reto ambiental mantuvo su presión durante 2025, en un contexto en el que México superó las 120,000 toneladas de residuos diarios. Ante este escenario, los proyectos corporativos incorporaron modelos Zero Waste mediante el uso de materiales reciclados, sistemas de separación inteligente, esquemas de economía circular y reutilización de componentes estructurales. Las empresas buscan cumplir con estándares internacionales y reducir su huella ambiental sin elevar sus costos operativos.
2026, el año del Mundial
Además, México enfocó parte de sus esfuerzos en la modernización de aeropuertos, estaciones y corredores de movilidad, impulsado por la presión que representa el Mundial de Futbol 2026. El área de Proyectos y Desarrollos de JLL México señaló que este evento se perfila como uno de los mayores retos urbanos, de movilidad y sustentabilidad de la historia reciente del país.
Este evento obligará a replantear la conectividad entre ciudades, la forma de trasladar a millones de visitantes y el legado de infraestructura que permanecerá después del torneo. Desde la perspectiva de JLL, cada punto de contacto con el visitante influirá en el valor inmobiliario de largo plazo.
“Los aeropuertos, estaciones, hoteles y centros de entretenimiento deberán operar bajo estándares que eleven la experiencia del visitante y generen valor para inversionistas que buscan activos sostenibles y competitivos”.
La sustentabilidad se perfila como uno de los pilares rumbo al Mundial, por lo que resultará indispensable reducir traslados innecesarios, promover medios de transporte de bajas emisiones y optimizar la logística del evento. Las mejoras en movilidad, infraestructura turística, eficiencia energética y accesibilidad tienen el potencial de consolidarse como un legado operativo para las ciudades sede.
En este contexto, la firma destacó que el Mundial representa una oportunidad para mostrar la capacidad de México para diseñar y operar espacios urbanos alineados con estándares globales, sin perder competitividad ni una visión de largo plazo.









