“La forma en que nos movemos está cambiando, y eso implica que los edificios del futuro deben adaptarse”, explicó el presidente de la EMA
La transición hacia la movilidad eléctrica en México ha dejado de ser una aspiración lejana para convertirse en una tendencia tangible y acelerada. Así lo aseguró Eugenio Grandio, presidente de la Electro Movilidad Asociación (EMA), quien afirmó que el país se encuentra en un punto de inflexión.
“Cada vez hay más modelos, más usuarios y más cargadores. Empieza a agarrar vuelo”, dijo.
En entrevista con Centro Urbano, Grandio destacó el papel clave que juega la EMA como coordinadora entre fabricantes, operadores de carga, instituciones financieras y sector público para impulsar un ecosistema robusto de electromovilidad en México.
El rol del sector inmobiliario: infraestructura para el futuro
Asimismo, comentó que uno de los temas centrales en la agenda de la EMA es involucrar activamente al sector inmobiliario en la transición energética.
“La forma en que nos movemos está cambiando, y eso implica que los edificios del futuro deben adaptarse a nuevos hábitos de carga”, explicó Grandio, y afirmó que la posibilidad de recargar un vehículo eléctrico en casa, en la oficina o en un centro comercial ya no es un lujo, sino una expectativa creciente entre los consumidores.
Para los desarrolladores, esto representa tanto un reto como una oportunidad. Grandio destacó que los tiempos del desarrollo inmobiliario suelen ser largos, por lo que los proyectos que se construyen hoy deben anticiparse a un mercado que demandará estaciones de carga como una amenidad básica.
“Quien compre un departamento en tres o cuatro años probablemente ya tenga un coche eléctrico. Si el edificio no está preparado, simplemente no será una opción viable”, advirtió.
Obstáculos normativos y el derecho a la carga
Uno de los principales desafíos que enfrentan los usuarios y desarrolladores es la falta de un marco normativo claro. Grandio mencionó que en países como España, Italia o Alemania ya existe el ‘derecho a la carga’, una figura legal que obliga a administraciones y propietarios a permitir la instalación de cargadores eléctricos en estacionamientos privados.
En México, aunque hay avances en regulación, Grandio consideró que aún hay normas que pueden obstaculizar el crecimiento del sector. “Exigir medidores separados, por ejemplo, puede encarecer los proyectos y desincentivar la inversión”, señaló.
Un beneficio para las ciudades y la plusvalía
Además del impacto ambiental, el presidente de la EMA subrayó los beneficios directos que la infraestructura de carga puede tener en la calidad de vida urbana y en el valor de los proyectos inmobiliarios.
“El transporte representa el 25% de las emisiones globales, y en ciudades como la CDMX el porcentaje es incluso mayor. Cambiar a vehículos eléctricos es la única forma real de mejorar la calidad del aire”, explicó.
Por eso, agregó, contar con estaciones de carga se está convirtiendo en un diferenciador competitivo, incluso en hoteles y centros comerciales.
“Si hay dos centros comerciales similares, pero uno ofrece carga gratuita mientras haces tus compras, ¿a cuál vas a ir?”, planteó.
EMA presenta manual para desarrolladores
Como parte de su estrategia de difusión, EMA lanzó un manual para desarrolladores inmobiliarios, que incluye recomendaciones prácticas para integrar infraestructura de carga en distintos tipos de proyectos.
“El objetivo es anticipar necesidades y ayudar a que desde el diseño se contemplen soluciones eficientes”, detalló Grandio.
Por ejemplo, una torre con siete departamentos puede instalar cargadores individuales, pero un multifamiliar con 600 viviendas podría requerir estaciones compartidas con sistemas inteligentes de acceso y medición.
El documento está disponible en la página web de la asociación y se acompañará de talleres y asesorías personalizadas. “Queremos ser un puente entre el desarrollador y las soluciones disponibles”, añadió.
“La transición está en marcha. Hoy, con la capacidad eléctrica que ya existe, podemos comenzar a instalar infraestructura de carga sin necesidad de grandes obras. No se trata solo de sustentabilidad, se trata de visión, de anticiparse al mercado y de construir ciudades más limpias, silenciosas y saludables”, concluyó el presidente de la EMA.









