Para Solili, la dinámica observada en el 2T2020 y el parón de actividades industriales impactó gravemente la demanda de espacio industrial manufacturero
La consultora inmobiliaria Solili publicó los resultados obtenidos en el mercado inmobiliario industrial para el 3er trimestre de 2020 (3T2020). Este trimestre debe ser observado desde diversas aristas que confluyen a un mismo origen: la pandemia de Covid-19 y la crisis económica aparejada.
Si bien el 3T2020 inició con la etapa sanitaria denominada la nueva normalidad, un proceso de reapertura con estrictas medidas y protocolos sanitarios diversos que permitieron retomar la actividad industrial en varias ramas, lo que ocurrió en el 2T2020 es muy relevante para explicar la ralentización que se da ya en el sector inmobiliario industrial, sobre todo el manufacturero.
Así lo dimensionó Solili: “La desaceleración que la economía transitó a partir de abril, y el reajuste de parte de las actividades esenciales a partir de mayo se reflejan de forma importante en el desempeño del tercer trimestre del año”.
Sin manufactura no hay demanda de espacio industrial
Solili refirió datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Indicador Mensual de la Actividad Industrial (IMAI) en los que se dimensiona ya un proceso de reactivación de la actividad manufacturera en junio y julio.
Pese a esto, también reconoce que estos números son muy inferiores en el comparativo anual con respecto a 2019; este panorama invariablemente impactó al sector inmobiliario industrial y al mismo tiempo lo dejo en incertidumbre.
“Dentro de esta dinámica la industria inmobiliaria se encarga de proveer los espacios donde estas actividades se desarrollarán, bien sea en propiedad o renta, siendo esta última modalidad la que atrae a los desarrolladores institucionales a evaluar el desarrollo y adquisición de estos espacios para ofrecerlos a las empresas que operan en el país”.
En los reportes de Solili destaca la distinción que hacen en el comportamiento del mercado industrial manufacturero frente al industrial logístico. Este se debe a que el primero tuvo números negativos en cuanto a demanda, absorción neta y caída en los precios.
Mientras tanto, el logístico tuvo un boom importante debido al crecimiento exponencial registrado en el comercio electrónico en los meses de aislamiento social y que continuo más allá en la nueva normalidad.
Al finalizar el tercer trimestre, de las principales plazas industriales del país, las de mayor vocación industrial son las que tuvieron los impactos más severos. Se trata de Guanajuato, Puebla, Aguascalientes y Mexicali, ciudades que tuvieron demanda negativa (aumento del espacio disponible) al cierre del 3T2020.
Por otro lado, explica Solili, los emplazamientos mixtos (industrial logístico-manufacturero) sortearon con mayor éxito la crisis económico-sanitaria. Ese es el caso de Tijuana, ciudad con relevancia en la fabricación de equipo médico, por cierto, y Monterrey, así como CDMX, Guadalajara y SLP.