Aunque un esquema resulta exitoso en otros países, Roberto Remes opina que en el DF se deben tomar en cuenta diversos aspectos antes de replicarse
México es una ciudad que busca la manera de convertirse en un ejemplo a nivel mundial en desarrollo urbano y movilidad, en la que el automóvil ya no es una parte esencial, en la que existe un adecuado programa de transporte público y en la que las vialidades son más cómodas y seguras para el peatón; sin embargo, en esta búsqueda se toman modelos de distintas ciudades, aunque no siempre de la mejor manera.
Roberto Remes, director de RFC Consultores y experto en temas de urbanismo y movilidad, comenta que al querer tomar las cosas tal cual, se dejan de lado algunas otras y pone como un claro ejemplo el tema de los teleféricos.
“Se empieza a hablar de los teleféricos, y resulta que el éxito de los mismos es que debajo de ellos hubo una transformación de espacio público, se hizo infraestructura social de muy buena calidad en las zonas altas; no es solo el teleférico”, comenta.
En el caso del Metrobús, transporte que nació en Curitiba, Brasil, y al que Colombia le dio un nuevo giro que no se ha adoptado en México, Roberto Remes considera que en este sistema de transporte, aunque es bastante completo, hay que tener clara su escala: “No se pueden hacer viajes de 20 kilómetros en Metrobús, pierde toda la ventaja del mundo. Se necesita una infraestructura más pesada, pero la dificultad de ésta es que atrae demasiados recursos”.
La propuesta de Remes es apostar también por el servicio de autobuses, minibuses y vagonetas que puedan recorrer más lugares y avenidas, e inclusive tener acceso a calles mucho más angostas, pues “tenemos que ir bajando el tamaño del bus, dependiendo de los kilómetros que recorremos en él y éste tiene que conectarse con sistemas más grandes, creando una buena estructuración del transporte en México”.
Las ventajas de estos cambios van, desde mejor organización del transporte, hasta la reducción de uso del auto en la ciudad, pues con un mejor sistema de transporte las personas que optan por usar sus autos en viajes cortos, podrían sustituirlos por autobuses, Metro o Metrobús, “una buena estructuración reduciría millones de toneladas de CO2, por lo que los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero, los alcanzaríamos muy rápido”, menciona Remes.
Al mismo tiempo, comenta que las comparaciones entre países no siempre son buenas, “me voy a ir por el esquema de Curitiba, una ciudad bien hecha, prospera, de clase media, con la mejor calidad de vida en Brasil, pero hay que entender que es el ‘Hermano Viejo’. Yo lo que pienso es, que con la escala económica que tenemos, vamos sobre la escala de Tokio, que es la única ciudad del mundo en la que 50 por ciento de sus viajes son en tren; el Distrito Federal anda por arriba de 20 por ciento, pero si hablamos de la zona metropolitana, estamos en 13.5 por ciento”.
Remes propone crear más líneas del Metro, con una estructura completa de transporte, basada en las estructuras de los autobuses y en mejoras en el ámbito peatonal, con lo que, según su punto de vista, en 2020 podría tenerse una ciudad mucho más caminable y más agradable.