El Gobierno de México precisa que la consulta indígena se realizó bajo los estándares internacionales que los estados adecuan a realidades concretas; en este caso, las características específicas del Proyecto
El Gobierno de México expresó su preocupación y rechazo a las descalificaciones realizadas por la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas sobre la consulta indígena realizada para el Tren Maya, al considerar que “prejuzga” sobre hechos futuros relacionados con el proyecto.
El mandatario expresó que desde el pasado 15 de noviembre se dio a conocer el proceso de consulta indígena y ejercicio participativo ciudadano en las regiones de los cinco estados en los que se piensa implementar el Proyecto de Desarrollo Tren Maya.
Con resultados vinculantes, dicho proceso se realizó en Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo en dos fases.
La primera, con 15 asambleas regionales informativas, los días 29 y 30 de noviembre; mientras que la segunda fase, constó de 15 asambleas regionales consultivas los días 15 y 16 de diciembre.
Amplia participación
En total, se registró una participación de 10,305 personas de 1,078 comunidades indígenas de los cinco estados mencionados.
Es preciso destacar que las consultas se realizaron con 2,502 autoridades comunitarias, con quienes se estableció un diálogo abierto, constructivo y horizontal.
Con este histórico proceso, donde las comunidades indígenas aprobaron el Proyecto de Desarrollo del Tren Maya, se acordó la forma en que participarán en su implementación y en la justa distribución, equitativa de los beneficios.
Tren Maya, proyecto de carácter vinculante
De acuerdo con el Gobierno de México, la consulta indígena se realizó bajo los estándares internacionales que los estados adecuan a realidades concretas; en este caso, las características específicas del Proyecto.
También se informa que este proyecto ha tomado en consideración la diversidad cultural y natural de la parte del territorio nacional donde atravesará la obra.
Por otra parte, el protocolo, la convocatoria y la consulta en general, tuvieron un carácter vinculante. Así lo anunció el titular del Poder Ejecutivo el 15 de noviembre de 2019, cuando se hizo pública la convocatoria.
Por lo tanto, presidencia señaló que la ONU-DH México pierde objetividad y asume la posición de una militancia social opositora, válida y respetable, desde luego, cuyo único resultado satisfactorio habría sido el rechazo del proyecto, lo cual no fue el caso.
“Con esta actitud se aparta de su misión de construir las condiciones para el pleno ejercicio de los derechos humanos”, se concluyó en el comunicado.