Banca privada, Banobras y Afores anuncian disposición para invertir en proyectos de infraestructura, pero piden reglas claras y estabilidad contractual
Durante el panel ‘Financiamiento a la Infraestructura’, celebrado en el Encuentro Nacional de Constructores de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), representantes de la banca privada y de desarrollo, Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y empresas globales coincidieron en que México enfrenta un punto de inflexión: hay capital disponible, hay proyectos en puerta y existe una demanda creciente por energía, logística e infraestructura estratégica, pero todo dependerá de contar con marcos regulatorios claros, estabilidad contractual y una coordinación efectiva entre gobierno y sector privado.
Banca privada: lista para fondear, pero exige información técnica y reglas claras
Tamara Caballero, directora general de Banco Multiva, afirmó que la infraestructura será decisiva para la competitividad del país en los próximos años, y la banca privada está preparada para financiar ese crecimiento. Sin embargo, advirtió que ya no basta con otorgar crédito.
“Los bancos tenemos que poner valor en la mesa… necesitamos ser disruptivos y ofrecer algo más que simple fondeo. Un proyecto de infraestructura es hecho a mano; hay que entenderlo técnica, jurídica y financieramente”, dijo.
La banca comercial, agregó, está lista para desplegar 170,000 millones de pesos (mdp) en los próximos tres años, pero advirtió que financiar mal un proyecto puede llevarlo al fracaso.
Por ello insistió en que “la coordinación entre gobierno, contratistas y banca será fundamental para priorizar y ejecutar los proyectos”.
Afores: enorme capacidad de inversión, pero no sin certeza jurídica
Por su parte, Guillermo Zamarripa, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore), recordó que las administradoras actualmente manejan activos equivalentes al 23% del PIB, y que esta cifra podría alcanzar el 50% en 20 años, convirtiéndose en la mayor fuente de ahorro para la inversión productiva en el país.
Y, de igual manera, mencionó que, hoy, alrededor del 7% de los activos ya se invierte en infraestructura, tanto en financiamiento como en participación accionaria en proyectos estratégicos.
No obstante, advirtió: “No podemos invertir a fondo perdido… detrás está el dinero de millones de personas. Necesitamos estructuras rentables, seguridad jurídica y reglas claras y permanentes”.
Zamarripa señaló que la transición energética y los proyectos con criterios ASG serán prioritarios en 2026, siempre que el marco regulatorio ofrezca certidumbre suficiente.
Banobras: “Vienen buenos años; prepárense”
En su intervención, Jorge Mendoza Sánchez, director general de Banobras, pidió no perder de vista el contexto: aunque 2025 es un año de ajustes y consolidación fiscal, las perspectivas para 2026 son altamente positivas.
“Vamos a tener un muy buen año 2026… vayan preparándose, vienen muchas oportunidades”, aseguró.
Mendoza explicó que la inversión privada representa el 90% de la inversión total del país, y que la banca de desarrollo enfocará su capacidad para detonarla mediante:
- esquemas de inversión mixta,
- financiamiento de infraestructura carretera, energética y petroquímica,
- apoyo a Pemex, CFE y gobiernos estatales y municipales,
- y modelos creativos donde el Estado mantenga rectoría pero se apoye en capital privado.
Además, indicó que Banobras cuenta hoy con capacidad inmediata para financiar más de 200,000 mdp, y prevé un dinamismo sin precedentes: tan solo en infraestructura carretera, 13 proyectos detonarán 140,000 mdp.
El sector privado: interés firme, pero condicionado a estabilidad contractual
Pedro López Gutiérrez, director de Relaciones Institucionales de Techint, aseguró que los inversionistas internacionales no se han ido, y siguen interesados en gasoductos, petroquímica, cogeneración, hidroeléctricas, etcétera.
Sin embargo, mencionó que necesitan estabilidad política, seguridad contractual y esquemas de riesgos bien distribuidos.
López agregó que el nearshoring presiona la demanda energética global y que México tiene condiciones estratégicas —especialmente en la costa del Pacífico— para captar inversiones de gran escala si garantiza certidumbre.
“El panorama luce interesante… la competencia por equipos y energía es feroz y México debe estar preparado”, señaló.
Sin coordinación público-privada no habrá infraestructura
Por otro lado, a lo largo del panel, los participantes insistieron en que el país enfrenta un momento decisivo: hay recursos, hay demanda y hay voluntad política, pero hace falta una infraestructura institucional y contractual sólida.
“Los banqueros tenemos que ser asesores, facilitadores y financiadores. Pero para que los proyectos se concluyan, la coordinación entre actores es indispensable”, dijo Tamara Caballero.
En tanto, Jorge Mendoza destacó que el capital existe, las oportunidades también, pero solo se materializarán con marcos legales claros, estabilidad regulatoria y colaboración profunda entre gobierno, banca y empresas.
“Estén listos… vienen muchos anuncios y muchas oportunidades para quienes desarrollan infraestructura en México”, concluyó.









