Se encuentra en marcha la fase B que consiste en la edificación de una nueva superficie de rodamiento para la pista de aterrizaje, que la conectará con el Centro de Carga Aeroportuario de Valladolid
Como parte de la modernización del Aeropuerto Internacional de Chichén Itzá, ha concluido la fase A de la primera etapa del proyecto denominado Centro de Carga Aeroportuario de Valladolid (CCAV), acción que, sumada al proceso de reactivación tras regularizarse los vuelos privados y comerciales, permitirá a Yucatán impulsar su potencial logístico y fortalecer la conectividad por esa vía.
Para llevar a cabo esta primera etapa se invirtieron recursos públicos y privados por 78 millones de pesos, por lo que ya se cuenta con un espacio especializado en materia de almacenamiento y distribución de productos para los mercados de Quintana Roo, el Caribe, Estados Unidos, Centro y Sudamérica.
Además, ya se encuentra en marcha la fase B, misma que se prevé acabar en seis meses, y la cual consiste en la edificación de una nueva superficie de rodamiento para la pista de aterrizaje, que la conectará con el CCAV; la rehabilitación y luces de pista, así como la plataforma que permitirán la operación a cualquier hora, entre otras obras.
Este proyecto es un esfuerzo conjunto entre autoridades estatales e iniciativa privada, que emprendieron un plan de modernización de la infraestructura y equipamiento de dicha terminal, localizada en el municipio de Kaua.
Cabe destacar que el aeropuerto, ubicado estratégicamente en la zona oriente del estado, a pesar de tener un enfoque logístico, continuará ofreciendo servicio para el traslado de pasajeros. Además, el punto donde está el CCAV es equidistante a los tres sitios más importantes de turistas que tiene el vecino Quintana Roo, como Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
Para las actividades logísticas, este lugar es transcendental para hacer lo que llaman intercambio de andenes, es decir, un vehículo que viene del centro del país puede llegar, dividir su carga y ponerlo en unidades más pequeñas para distribuirlo en la región.
La reactivación y modernización de esta terminal contribuye a la generación de nuevas fuentes de empleo, en beneficio de las familias que viven en áreas aledañas, sumado al beneficio del sector logístico, industrial y agrícola del territorio yucateco.
Cabe precisar que el propietario del inmueble es el Gobierno del Estado, pero la responsable del funcionamiento y operación del aeropuerto es la empresa Servicios Aéreos Ciclo, la cual lleva a cabo una estrategia de negocios para promover el CCAV, a fin de transformarlo en un activo de la economía estatal, capaz de detonar actividades aeronáuticas, logísticas, industriales, turísticas y comerciales. Por ello, las firmas que lo requieran pueden acceder a él para el acopio de insumos y materia prima, así como la distribución y embarque para el movimiento aéreo a los sitios de destino.