“Quiero que mis edificios sean lugares donde las personas se sientan libres, donde puedan moverse y pensar con calma”, dijo Kazuyo Sejima
Este 29 de octubre, la arquitecta japonesa Kazuyo Sejima celebra su cumpleaños número 69, consolidada como una de las figuras más influyentes de la arquitectura contemporánea.
Su obra, marcada por la ligereza visual, la transparencia y la interacción armónica entre el ser humano y el entorno, ha trascendido fronteras y paradigmas, lo que la ha convertido en un referente universal del diseño sensible y minimalista.
Sus primeros años en la arquitectura
Nacida el 29 de octubre de 1956 en la prefectura de Ibaraki, Japón, Kazuyo Sejima se graduó en arquitectura por la Japan Women’s University en 1979, donde también obtuvo su maestría en 1981.
Poco después, ingresó al despacho del renombrado arquitecto Toyo Ito, con quien colaboró durante seis años y de quien adoptó una visión experimental y conceptual de la arquitectura, profundamente ligada a la vida urbana.
Sin embargo, en 1987 fundó su primer estudio, Kazuyo Sejima & Associates, y en 1995 unió talento y sensibilidad con el arquitecto Ryūe Nishizawa para crear el despacho SANAA (Sejima + Nishizawa and Associates), que pronto se convirtió en un emblema de la arquitectura japonesa contemporánea y un modelo de colaboración creativa a nivel mundial.
Filosofía y estilo
La obra de Kazuyo Sejima se caracteriza por un minimalismo radical que no busca la ausencia de elementos, sino la presencia del espacio. Sus diseños exploran la transparencia, la luz natural y los límites difusos entre interior y exterior, generando atmósferas de calma y contemplación.
Para Sejima, los edificios deben ‘respirar con su entorno’ y responder a las necesidades humanas con claridad, orden y fluidez. Sus proyectos evitan los gestos monumentales y apuestan por formas ligeras, limpias y etéreas, donde la estructura y la experiencia del usuario se integran con sutileza.
Premios y reconocimientos
A lo largo de su trayectoria, Kazuyo Sejima ha sido distinguida con numerosos premios que reflejan su influencia global y su capacidad para innovar sin perder la esencia de lo humano:
- Premio Pritzker de Arquitectura (2010), junto a Ryūe Nishizawa, por su trabajo en SANAA. El jurado destacó su habilidad para crear “arquitecturas que parecen simultáneamente delicadas y poderosas, precisas y fluidas”.
- Medalla de Oro del Instituto Japonés de Arquitectos (2001).
- León de Oro de la Bienal de Venecia (2004) por el Pabellón de Japón.
- Directora de la Bienal de Arquitectura de Venecia (2010) —primera mujer en ocupar este cargo en la historia del evento.
- Profesora invitada en instituciones de prestigio como Universidad de Princeton, Politécnico de Zúrich (ETH) y Universidad de Keio.
Estos reconocimientos consolidan a Sejima como una de las voces más coherentes y sensibles de la arquitectura global.
Legado y pensamiento
Kazuyo Sejima pertenece a una generación de arquitectos japoneses que redefinieron el espacio urbano desde la ligereza y la sensibilidad. Su trabajo demuestra que la arquitectura puede ser silenciosa y, aun así, profundamente transformadora.
Más allá de las formas, su legado radica en haber humanizado el minimalismo y haber demostrado que el vacío también puede comunicar. Su enfoque —ético y estético— coloca a las personas en el centro, invitando a habitar con conciencia, respeto y belleza.
“Quiero que mis edificios sean lugares donde las personas se sientan libres, donde puedan moverse y pensar con calma”, ha declarado la arquitecta.
Obras icónicas de Kazuyo Sejima y SANAA
A lo largo de tres décadas, Sejima ha desarrollado una extensa producción arquitectónica en Japón, Europa y Estados Unidos. Estos son algunos de sus proyectos más emblemáticos:
- 21st Century Museum of Contemporary Art, Kanazawa (2004)
Ubicado en la ciudad de Kanazawa, este museo circular —uno de los proyectos más celebrados de SANAA— propone una planta sin jerarquías, donde el visitante puede entrar desde cualquier punto y recorrer libremente las salas. El edificio, casi totalmente transparente, se funde con su entorno urbano y simboliza la apertura del arte al público.
- New Museum of Contemporary Art, Nueva York (2007)
Construido en el distrito de Bowery, Manhattan, el museo se compone de volúmenes blancos apilados de forma asimétrica, evocando cajas suspendidas que filtran la luz. La propuesta desafía la densidad neoyorquina con un gesto sencillo y luminoso, que redefine la relación entre museo y ciudad.
- Rolex Learning Center, Lausana (2010)
Ubicado en el campus del Politécnico Federal de Lausana (EPFL), este edificio se desarrolla como una superficie ondulante continua, sin muros ni niveles tradicionales. El espacio fluye sin interrupciones, integrando biblioteca, cafetería, aulas y zonas de descanso en un solo gesto arquitectónico.
- House in a Plum Grove, Tokio (2003)
Una vivienda unifamiliar que resume la esencia de Sejima: espacios ligeros, materiales blancos y uso magistral de la luz natural. Aunque de dimensiones reducidas, la casa logra transmitir amplitud y serenidad, convirtiéndose en un ícono del minimalismo doméstico.
- Grace Farms, Connecticut (2015)
Concebido junto a Ryūe Nishizawa, este proyecto serpentea suavemente sobre el paisaje natural de Connecticut, integrando vidrio, acero y concreto con una fluidez orgánica. Es un ejemplo de arquitectura como paisaje, donde el edificio se disuelve entre colinas y árboles.









