Tanto la intervención de inmuebles sin alterar las características arquitectónicas como integrar arquitectura contemporánea, los desafíos vigentes
El 11 de diciembre de 1987 fueron inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) los Centros Históricos de Ciudad de México, Oaxaca y zonas arqueológicas como Monte Albán.
El nombramiento del Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca y Monte Albán trajo consigo avances importantes en cuanto a su gestión, manejo y fomento turístico. Sin embargo, de acuerdo conel Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aún quedan tareas pendientes.
Entre las investigaciones importantes que se han hecho en Monte Albán, tras su nombramiento, destacan las indagatorias sobre el colapso de los centros urbanos prehispánicos y la expansión urbana de la gran ciudad que fue el sitio.
Dentro de los desafíos destaca la integración de Monte Albán y Oaxaca como un solo sitio, tal y como se inscribió en la UNESCO, y los retos en materia de gestión urbana y arquitectónica que se presentan en el cuidado de la imagen urbana de la ciudad oaxaqueña.
Destaca también, el esfuerzo supremo en cuanto a la intervención a inmuebles, sin alterar las características arquitectónicas tipológicas históricas, integrar arquitectura contemporánea en un contexto histórico, y controlar usos de suelo. Estos esfuerzos siguen siendo materia pendiente, a 32 años del nombramiento como patrimonio mundial.