Un equipo de especialistas franceses en conservación y restauración del patrimonio llevó a cabo la primera misión de inspección a fin de conocer el patrimonio cultural virreinal y los daños que sufrió a consecuencia de los movimientos telúricos
En respuesta a la convocatoria de la Secretaría de Cultura de México para sumarse a la tarea de recuperación y conservación de templos y conventos afectados por los sismos de septiembre, y como resultado de la visita a nuestro país de la ministra de Cultura, Francoise Nyssen, en octubre pasado, el Gobierno de la República Francesa participará en proyectos de conservación y restauración del patrimonio cultural mexicano.
En ese contexto, un equipo de especialistas franceses en conservación y restauración del patrimonio llevó a cabo del 9 al 15 de enero, la primera misión de inspección a fin de conocer el patrimonio cultural virreinal y los daños que sufrió a consecuencia de los movimientos telúricos.
Durante siete días, los especialistas recorrieron el conjunto conventual de San Bernardino de Siena, en Xochimilco, y la Catedral Metropolitana, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Asimismo, el conjunto conventual de Nuestra Señora de la Asunción, en Tochimilco; el conjunto conventual de San Martín Caballero, en Huaquechula, y el templo del antiguo Convento de San Francisco, en el Centro Histórico de Puebla.
También fueron invitados a la sede de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) y a la Escuela Nacional de Conservación Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (ENCRyM), para mostrarles la infraestructura con que cuenta el INAH, y principalmente para explicarles la forma en que está organizada la atención al patrimonio cultural en México.
La misión francesa estuvo integrada por un equipo diplomático que encabezó el Consejero Adjunto de Cooperación y Acción Cultural de la Embajada de Francia en México, Jean-Joinville Vacher, así como tres reconocidos especialistas de talla internacional.
Durante el recorrido por los monumentos históricos de las ciudades de México y Puebla, Pierre-Antoine Gatier, arquitecto en jefe de Monumentos Históricos y especialista en situaciones de pos-catástrofe, dio recomendaciones y mantuvo un intercambio técnico con personal del INAH.
La restauradora Christine Mouterde, experta en la restauración de pinturas, con experiencia en importantes museos como el Louvre, observó las temáticas relativas a los bienes muebles e inmuebles por destino.
Maxime Pottier, miembro de la asociación REMPART y especialista en la restauración de edificios antiguos y en trabajo de piedra, cantería y estereotomía (rama de la cantería que estudia el tallado y aprovechamiento de la piedra) encontró gran similitud en la manufactura de las bóvedas de los conventos mexicanos del siglo XVI con algunos templos góticos europeos. Su aportación será de gran utilidad para la estabilización estructural de los monumentos, en lo que refiere a cantería y mampostería.
En las oficinas centrales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el director general, Diego Prieto Hernández, encabezó la primera reunión de evaluación, acompañado de Jimena Lara, directora de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Cultura de México.
A nombre de la titular de la secretaría, Cristina García Cepeda, ambos funcionarios federales agradecieron al gobierno francés su gesto de ayuda para la restauración del patrimonio cultural dañado por los movimientos telúricos y acordaron la firma de un convenio binacional que formalizará la colaboración.
En la recepción de la misión francesa participaron también la secretaria técnica del INAH, Aída Castilleja, y los coordinadores nacionales de Monumentos Históricos, Arturo Balandrano, y de Conservación del Patrimonio Cultural, Liliana Giorguli.
El convenio propuesto establecerá las líneas de trabajo, la participación binacional en proyectos de conservación del patrimonio cultural mexicano y el intercambio académico.
El documento en proceso no solamente comprenderá la atención a monumentos dañados por los sismos, sino que será ampliado a proyectos de largo plazo relacionados con la formación, actualización y capacitación de los especialistas; asimismo, al desarrollo de líneas de investigación, asesorías y talleres con posibilidades de intercambio a nivel profesional y de posgrado.
Conforme a lo anterior, especialistas del INAH y la misión francesa trabajan la colaboración en tres líneas: las dos primeras se refieren a la parte académica y de formación, en busca de incentivar una mayor comunicación, interacción e intercambio de conocimientos entre especialistas.
Para lo anterior proponen la impartición de cursos y talleres de actualización e innovaciones técnicas y de materiales, aprovechando las experiencias que dejaron los sismos, con el fin de reforzar las necesidades de conocimiento que puedan tener quienes están atendiendo el patrimonio afectado.
Asimismo, Francia ofrece a estudiantes y profesionales mexicanos una apertura para que aprovechen los programas franceses de formación y las becas que existen con ese fin. Se pretende que el intercambio sea mucho más activo e intensivo, orientado a la formación en los ámbitos de la conservación arquitectónica y del patrimonio mueble e inmueble por destino.
Se habló también de la posibilidad de dar cursos de capacitación técnica para el personal con oficios que colaboran en la restauración.
La tercer vertiente de colaboración será técnica y práctica, e involucra la intención de que el gobierno francés adopte la restauración del conjunto conventual de San Bernardino de Siena, en Xochimilco, y el templo de San Francisco de Asís, en Puebla, y probablemente acciones en la conservación de la pintura mural en el claustro del conjunto conventual de San Martín Caballero, en el municipio poblano Huaquechula.
Para la misión francesa este acuerdo significa diálogo y enriquecimiento, en tanto se tocarán temáticas de técnicas y materiales constructivos totalmente inéditos para ellos, lo que les dará la oportunidad de reflexionar desde el conocimiento de áreas como la arquitectura, la ingeniería, la restauración y conservación, y de las tecnologías modernas, nuevos modelos que permitan consolidar los monumentos históricos.
Este martes, la misión francesa regresó a su país, donde las intenciones y ofrecimientos acordados serán valorados por el Ministerio de Cultura.