Inicio / Arquitectura / Necesitamos ciudades flexibles, abiertas e inclusivas: Rozana Montiel

Necesitamos ciudades flexibles, abiertas e inclusivas: Rozana Montiel

Arquitectura | Publicaciones | Revista Inversión Inmobiliaria | Urbanismo |

Las arquitectas mexicanas Tatiana Bilbao, Frida Escobedo y Rozana Montiel dialogaron en torno a cómo hacer comunidad en las ciudades a través de la arquitectura

En el marco de la Expo The Real Estate Show 2022, organizada por la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), se llevó a cabo el panel ‘La ciudad posible: un ejercicio colectivo’, en el que participaron las arquitectas mexicanas Tatiana Bilbao, Frida Escobedo y Rozana Montiel.

Durante su intervención, la fundadora y directora del despacho Rozana Montiel-Estudio de Arquitectura, cuestionó a los asistentes, en su mayoría desarrolladores inmobiliarios, qué se puede hacer, en un contexto donde los recursos son cada vez más limitados, para crear ciudades más flexibles, resilientes, e inclusivas; y esto con una visión a futuro, hacia lo que se le heredará a las nuevas generaciones.

“Necesitamos ciudades flexibles, abiertas, necesitamos que sean mucho más inclusivas, que no haya discriminación de género, que sean ciudades incluyentes para todos. Es muy difícil que alguien con una silla de ruedas se pueda mover por la ciudad. ¿Qué podemos hacer entonces para que esas ciudades sean inclusivas?” dijo.

Montiel afirmó que es necesario tomar acciones, sin embargo, esto se debe hacer de una manera completamente distinta a los que se ha hecho hasta hoy en día; lo cual no necesariamente requiere de una gran inversión, sino de calidad y de apertura de posibilidades.

La arquitecta puso como ejemplo la reconversión de edificios que se ha puesto en marcha en diversas ciudades del mundo, incluidas urbes mexicanas.

“Reutilicemos, activemos todos estos edificios que tienen potencial de convertirse en otra cosa. Hoy en la ciudad hay cientos de edificios vacíos en desuso, abandonados. ¿Qué se puede hacer con todos esos edificios que tienen un potencial enorme? ¿Qué podemos hacer hoy con nuestros recursos que cada vez son menos?”, agregó.

Asimismo, durante el panel, las arquitectas dialogaron en torno a cómo hacer comunidad en las ciudades a través de la arquitectura.

Tatiana Bilbao afirmó que las ciudades se construyen de cada banqueta, de cada farol, de cada casa, y de cada pedazo de arquitectura. “Si vemos en esta audiencia, sin duda cada uno de sus proyectos ha hecho ciudad; y si pensamos en que la suma de todos estos es la ciudad que hoy tenemos, creo que ante nosotros está una gran responsabilidad”.

Rozana Montiel aseguró que las ciudades son responsabilidad de todos, desde arquitectos, desarrolladores y el gobierno hasta la misma comunidad; y, con esa corresponsabilidad se debe empezar a cambiar las ciudades que se ha construido.

Lo anterior, debido a que las ciudades se han desarrollado con base en una arquitectura individual, con edificios independientes que no han construido ciudad. Un ejemplo de ello es Santa Fe, donde es difícil caminar, no hay muchas banquetas, son edificios aislados y comunidades muy cerradas.

“Creo que es fundamental que todos empecemos a cambiar, con un compromiso de hacer ciudad para hacer comunidad. Siempre he hablado de que todos tenemos espacio, y ese espacio se tiene que transformar en lugar; y cuando se transforma en lugar, es cuando se empiezan a crear las relaciones y a haber interacción entre la sociedad”, explicó.

Asimismo, la arquitecta invitó a los desarrolladores asociados de la ADI a hacer un cambio en la manera en la que se construyen las ciudades.

En tanto, Frida Escobedo comentó que, generalmente, los arquitectos y desarrolladores se preocupan por quienes van a ser sus clientes; es decir, las personas que van a habitar sus conjuntos residenciales, las que van a visitar sus centros comerciales, etcétera. Y, de esta manera, piensan en incluir los mejores servicios, las mejores amenidades, áreas verdes, entre otras cosas. Sin embargo, no es una comunidad aislada, y se conecta con otras partes de la sociedad.

“Muy pocas veces pensamos en que esa comunidad en realidad está extendida, que tiene conectividad con otros puntos de la sociedad; no nada más es el comprador, también son todos los servicios que giran alrededor de esas comunidades cerradas. Entonces, debemos pensar también en cómo el espacio privado y colectivo en realidad están relacionados, y que los públicos son más diversos de lo que nos estamos imaginando”, expresó.

Además, destacó que las comunidades no son estáticas, sino que evolucionan y cambian con el tiempo van cambiando. Por ello, invitó a pensar en cómo responder con la arquitectura a que las ciudades sean más flexibles para adaptarse a las nuevas comunidades.

Bilbao añadió que las ciudades existen porque son puntos de confluencia, son creadoras de oportunidades, son puntos de encuentro, son puntos de conocimiento y son puntos de beneficios económicos; pero, primordialmente, las ciudades existen porque los seres humanos se necesitan el uno al otro.

Sin embargo, la manera en la que se han desarrollado estas urbes ha puesto más barreras para que sus habitantes se relaciones con los demás; de modo que la sociedad está dispersa y no hay un sentido de comunidad. 

“Esto realmente ha prevenido que podamos construirnos el uno con el otro, y que, entre más nos veamos, más nos podamos alimentar de nosotros mismos. Hoy en día vivimos en una de las más grandes paradojas; para poder existir necesitamos producir, y las ciudades están totalmente diseñadas para que eso se vuelva todavía más eficiente. Sin embargo, para poder producir necesitamos existir, y las cosas que necesitamos para existir son más interacciones productivas. Necesitamos encontrarnos mucho más con el otro para que nos pueda ayudar a subsistir y a nuestras necesidades más básicas”, consideró la fundadora de Tatiana Bilbao Estudio.

En ese sentido, Escobedo comentó que los arquitectos y desarrolladores generalmente trabajan en dos esferas separadas: unos construyen espacios privados e íntimos; y otros desarrollan espacios públicos. Sin embargo, entre estos espacios existe una correlación que se debería fortalecer.

“Creo que las tres hemos estado trabajando en las dos esferas, pero compartimos este interés por esa membrana que es un poquito más permeable, que es el espacio colectivo; y esa sí es una responsabilidad que debemos tomar en las manos los arquitectos y los desarrolladores, porque no es un espacio que está necesariamente dado, sino que hay que procurar”, mencionó.

La arquitecta aseguró que las ciudades que gustan más, que son más exitosas, y donde hay más justicia social y mejor calidad de vida, son aquellas donde hay más espacios colectivos, que permiten que más intercambio y más posibilidad de que muchos grupos diversos estén en el mismo espacio. 

“Si hay algo que nos ha dejado la pandemia, es que nos enseñó que ese espacio es fundamental, y todo lo que sucede al interior de la casa, al final del día va a afectar el espacio público. Y, entre más fuerte se hace esa relación, mucho más flexible va a poder ser el potencial de tener más valor agregado que el de la vivienda”, expuso.

Finalmente, Tatiana Bilbao indicó que es necesario comenzar a pensar en cómo un edificio privado que se pretenda hacer en cualquier ciudad pueda contribuir a la generación de la propia comunidad interna, y, al mismo tiempo, generar espacios de transición entre esa comunidad interna y la ciudad en general. 

“Hoy se construyen, en la mayoría del mundo, espacios dicotómicos; son privados, no son públicos, e incluyen unas amenidades que se comparten, y también se vuelven unos espacios totalmente abstractos, porque nadie sabe quién los gestiona y no se genera una relación entre los vecinos. Y, a la vez, no se vuelven espacios comunitarios porque no son espacios colectivos. Entonces, ¿cómo generar esas transiciones de lo que hoy vemos como espacios dicotómicos privados-públicos, a espacios que se vuelven mucho más integrales en todos los aspectos de la palabra?”, finalizó.

Tags

Fernanda Hernández

Reportera y redactora en Centro Urbano. Soy egresada de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNAM). Me interesa la cultura, el urbanismo y la arquitectura. Amante del mundo digital, el cine, la música, la lectura y la escritura.


Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas y mostrar publicidad personalizada.