Además del patrimonio virreinal, Campeche guarda en sus museos y zonas arqueológicas un testimonio del mundo maya
Campeche no solo es uno de los estados con mayor riqueza cultural del sureste mexicano, también es un ejemplo de cómo la arquitectura puede narrar siglos de historia a través de sus piedras, fachadas, templos y murallas.
Su capital, San Francisco de Campeche, resguarda en su traza urbana colonial una combinación única de herencia maya, fortificaciones virreinales y restauraciones contemporáneas que dialogan con el pasado sin traicionar su esencia.
Campeche, la ciudad amurallada
Campeche fue, durante el periodo colonial, un punto clave para el comercio marítimo, pero también un blanco constante de ataques piratas, condición que marcó profundamente su arquitectura.
A diferencia de muchas otras ciudades virreinales, Campeche fue rodeada por un sistema de murallas y baluartes que aún hoy se mantienen en pie y que le valieron el reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1999.
Los baluartes de San Miguel, San José El Alto, San Carlos, Santa Rosa y San Francisco son ejemplos imponentes de la arquitectura militar española del siglo XVII. Construidos con muros gruesos, cañoneras y espacios estratégicamente diseñados para la defensa, hoy estos espacios han sido convertidos en museos o centros culturales que permiten a visitantes y locales reconectar con la historia.
Calles de colores y simetría virreinal
Más allá de sus fortificaciones, el Centro Histórico de Campeche es un mosaico arquitectónico lleno de color. Las calles empedradas, con fachadas de tonos pastel, balcones de hierro forjado y grandes portones de madera, conforman un entorno urbano de gran belleza que sigue respetando la traza original de la ciudad colonial.
Las casonas del siglo XVIII conservan elementos barrocos y neoclásicos, con patios interiores que ofrecen resguardo del calor y fachadas que reflejan la influencia española, adaptada al clima cálido y húmedo del Golfo. Este equilibrio entre funcionalidad y estética hace de cada calle una postal.
Iglesias que resisten el tiempo
Entre los templos más emblemáticos de la ciudad destaca la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, con sus torres gemelas que dominan la Plaza Principal. Su construcción, que comenzó en el siglo XVII, exhibe una mezcla de estilos barroco y neoclásico. Otras iglesias como la de San Francisco, Santa Ana, Dulce Nombre de Jesús y Santa Lucía completan el panorama religioso de la ciudad, cada una con sus propios detalles arquitectónicos y ornamentales.
Estas construcciones no solo representan centros de fe, también son testimonio de la vida social, política y cultural que se tejió en torno a ellas a lo largo de los siglos.
El pasado que inspira al presente
En Campeche, la arquitectura no es un asunto del pasado. Uno de los mejores ejemplos de cómo se ha trabajado la restauración y reinterpretación contemporánea es la Hacienda Puerta Campeche. Este espacio, una antigua construcción del siglo XVII, fue recuperado por el arquitecto Luis Bosoms, quien logró un balance entre ruinas originales, diseño moderno y confort actual. Hoy, el lugar funciona como hotel boutique y es un referente de arquitectura sostenible que respeta el legado histórico.
Memoria viva y legado maya
Además del patrimonio virreinal, Campeche guarda en sus museos y zonas arqueológicas un testimonio invaluable del mundo maya. El Museo de Arquitectura Maya, ubicado en el Fuerte de San Miguel, resguarda piezas de estilos como el Puuc, el Chenes y el Petenero, provenientes de ciudades antiguas como Edzná, Calakmul, Becan o Tabasqueño. Estos espacios muestran una arquitectura ritual y funcional con alto grado de sofisticación, alineada con conocimientos astronómicos, hidráulicos y simbólicos.
Recientemente, hallazgos como el de la ciudad maya de Valeriana, identificada gracias a tecnología LiDAR, confirman que el territorio campechano fue uno de los más densamente poblados del mundo prehispánico, con construcciones monumentales hoy ocultas por la selva.
Obras imperdibles de la arquitectura de Campeche
- Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción
Ubicada en el corazón del centro histórico, esta catedral del siglo XVII es uno de los templos más emblemáticos del estado. Sus torres gemelas, fachada sobria y estilo barroco-neoclásico la convierten en una joya del periodo virreinal.
- Baluarte de San Carlos
Es uno de los principales bastiones de la antigua muralla de la ciudad. Alberga actualmente el Museo de la Ciudad y ofrece una vista privilegiada del malecón. Su estructura de piedra es un claro ejemplo de la arquitectura militar española.
- Fuerte de San Miguel
Situado en una colina al sur de la ciudad, este fuerte ofrece una impresionante vista del Golfo de México. Hoy alberga el Museo de Arqueología Maya, que guarda piezas provenientes de Calakmul, Edzná y otras ciudades prehispánicas.
- Fuerte de San José El Alto
Ubicado al norte de la ciudad, este fuerte también formaba parte del sistema defensivo de Campeche. Su diseño en forma de estrella lo convierte en una pieza singular de la ingeniería militar del siglo XVIII.
- Centro Histórico de San Francisco de Campeche
Con sus calles adoquinadas, fachadas de colores pasteles y balcones de hierro, el centro histórico es un ejemplo magnífico de traza urbana virreinal bien conservada. Caminar por él es como viajar al pasado.
- Hacienda Puerta Campeche
Una restauración contemporánea que combina arquitectura original del siglo XVII con elementos modernos. Hoy es un hotel boutique de lujo que ejemplifica cómo puede convivir el pasado con el presente sin perder autenticidad.
- Zona arqueológica de Edzná
Aunque no está dentro de la capital, esta antigua ciudad maya destaca por su imponente “Templo de los Cinco Pisos” y su sistema hidráulico. Es una muestra poderosa de la sofisticación arquitectónica precolombina.
- Zona arqueológica de Calakmul
Ubicada en la Reserva de la Biósfera del mismo nombre, es Patrimonio Mixto de la Humanidad (natural y cultural). Su monumentalidad y urbanismo disperso en medio de la selva hacen de Calakmul uno de los sitios más espectaculares de todo Mesoamérica.









